En Esta Segunda Vida Seré Villana

Ese mismo día, Tania se reúne con sus padres para decirle lo que pasó con su hermana y el maestro. Ella en cuanto terminaron las clases, se fue a jugar un rato, y cuando se cansó de estar jugando, fue a meter a su hermana en problemas.

—Mi hermana fue regañada por el maestro, él dice que le falta educación— dice Tania con malicia.

Su madre, como víbora al fin, decide echarle más pimienta a la cosa.

—Qué horror, tal parece que la ex emperatriz no hizo su trabajo como madre, una jovencita sin educación, dejará en vergüenza a su familia imperial— expresa la concubina con mucha molestia, como si ella hubiera recibido las mejor de la educación, cuando en realidad no es más que una plebeya que intenta ser noble.

El emperador se sintió inquieto con sus palabras.

—Contrata a la mejor maestra de etiqueta para educar bien a Dayana, y que ella esté lista para el día de tu coronación como emperatriz — expresa el emperador bajo la influencia de Marta.

Ella la magia que usa en el emperador, es manipulación de mente, y se ha encargado de poner en contra al emperador de Dalia y a su hija.

De no ser así, ella no habría siquiera tenido la oportunidad de acercarse al emperador, ya que él amaba a Dalia como nadie lo haría.

Pero para su mala suerte, Dalia ya no siente nada por él, y todo por culpa de Marta.

***

Marta totalmente complacida, mandó a buscar a su mano derecha y le encargó conseguir una maestra de etiqueta para Dayana.

Su Tania no necesita esas clases, ya que ella es una niña muy educada y buena, pero la dejará asistir allí, para que Tania le cuente cómo la maestra humilla a esa niña.

El resto del día, madre e hija se la pasaron disfrutando juntas del té y hablando mal de Dayana.

Mientras que Dayana, se la pasó en su habitación practicando magia y hoy ha logrado crear aquellas pequeñas criaturas que la acompañaron en la guerra.

Se trata nada más y nada menos que de sus hermosas libélulas de sombras.

Aquellas pequeñas criaturas le sirvieron como arma y también como espías; eso fue lo que le ayudó a abrirse paso entre el ejército del gran emperador Hades, los cuales eran seres despiadados.

Al pensar en ese malvado hombre, Dayana siente un escalofrío.

Ella en realidad no sabe cómo inició la guerra, pero por esa guerra fue que su maestro el general murió y ella para vengar la muerte de su maestro, destruyó a Hades y a su ejército.

La batalla fue dura, pero ella pudo vencer, gracias a sus hermosas amiguitas las libélulas de sombras.

Ahora que la tienes de regreso, las usarás para eliminar a sus enemigos, de una manera bella pero aterradora.

Con muy buen humor, el resto del día continuó con su entrenamiento y estaba cada vez más complacida con los resultados que ha logrado.

Cuando entrenó lo suficiente, simplemente se dio un baño y se fue a dormir, solo para tener una pesadilla.

En aquella pesadilla se ve a su versión adulta tener una feroz batalla con Hades.

Veía cómo miles de personas morían, no solo de su escuadrón, sino también del bando enemigo.

La sangre teñía el lugar, y a eso también se le suma la lluvia que estaba cayendo, como si el cielo se hubiera roto.

—¡Ríndete Hades!— grita su yo adulta, mientras heria a Hades con su filosa espada.

El hombre ya tenía muchas heridas graves en su cuerpo, y él, por su propia voluntad se rinde.

—Me rindo, tú ganas hermosa criatura del mal, espero y que con mi muerte obtengas lo que siempre has deseado— dice él y cae de rodillas y aleja su espada, en señal de que se rinde.

Su yo adulta toma la espada de Hades y camina en su dirección.

—¿Últimas palabras?—dice ella y Hades deja salir una lágrima, cosa que la pequeña no entiende. Pues nunca vio tal cosa en aquel tiempo.

—Ya mátame, de igual forma, estoy muerto en vida, mi corazón está destrozado en mil pedazos, no tengo razones para vivir, morir en tus peligrosas manos, es el placer más retorcido para un condenado a muerte como yo— dice Hades mientras le miraba de una manera extraña y su yo adulta lo atraviesa con su espada, hasta verlo muerto.

De manera inmediata, ella siente en su corazón una sensación extraña, como en forma de vacío.

La sensación fue tan real, que tanto la yo mayor como ella de niña, se tocaron el pecho al mismo tiempo, y una sensación de culpa se instaló en su interior, pues aunque había matado a Hades, solo fue porque él se rindió, sus palabras finales la hicieron sentir mal.

Ella había olvidado ese suceso y, ahora que lo recuerda, tratará de no causarle mal a nadie, y menos peleará por quienes no lo merecen. Si de ella depende, hara un tratado de paz con el emperador Hades Kaito, y así nadie muere.

***

La pesadilla continuó y ahora ve todos los sucesos que apagaron su vida.

Todo fue tan real, que hacía que su cuerpo se estremezca, aun sabiendo que solo es un sueño.

Cuando por fin despertó, las sábanas estaban mojadas de sudor y también de lágrimas.

“Debo hacerme fuerte, mis enemigos deben de ser destruidos, esa guerra debe de ser evitada” se dice así misma Dayana.

Acto seguido, ella se levanta de la cama, y se lleva las sábanas con ella para limpiarla.

Al finalizar, abre las sabanas cerca de la ventanilla del baño, para que el aire haga lo suyo; después se da un baño.

Al terminar, se cambia de ropa y sale de la habitación, y por cómo luce el día, la mañana aún estaba por iniciar.

Ese hecho era correcto, y aún era temprano, lo que significa que sus clases no habían iniciado.

De manera despreocupada, ella se fue al palacio principal y pidió a unos de los sirvientes que le dé algo de desayunar, y aquel sirviente se negó a hacer aquello, porque según él, solo sirve a Marta.

Luego de unas cuantas amenazas, el sirviente le da lo que ella estaba solicitando.

La niña se comió su desayuno aún pensativa, y al terminar se fue a tomar sus clases con su aliado.

Por suerte aun la cobra pequeña no había llegado, y ella tuvo tiempo de hablar algunas cosas con el maestro, y ambos quedaron en verse a media noche para iniciar con lo que realmente importa.

La pequeña piruja, cuando era el tiempo de las clases, se le unía a ella, y el maestro comenzó con las enseñanzas del día.

De vez en cuando, le hacía preguntas a Tania, y esta no sabía ni en qué lugar estaba sentada.

Cosa que hace que el maestro se ponga de mal humor, ya que las preguntas que le hacía a Tania eran del mismo tema que le había hablado no hace poco.

Ese mismo día, al finalizar las clases, el maestro por orden de Dayana iría a hablar con Marta sobre no recibir él soborno, pero que le haría las cosas difíciles a Dayana de balde.

Después que Gabriel se fue del salón de clase, llegó la maestra de etiqueta, aquella mujer se presentó como Berta y era una baronesa, y ella sí había recibió el sobornó de Marta, para hacerle la vida difícil a Dayana, pero como Dayana es más inteligente que ella, va a negociar con aquella mujer y hará el juego aún más interesante.

Después de todo, si ella fue capaz de venderse por unas cuantas monedas, lo hará cuando se le ofrezca una recompensa mayor.

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Hasta aquí los capítulos, mañana vengo con más, es como le dije, cuando tenga los capítulos terminados, se lo iré dejando, y más si tengo algo de tiempo disponible.

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