Elizabeth es una enfermera que es contratada para cuidar a un empresario arrogante y de mal carácter.
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Primer día de trabajo
El despertador sonó a las seis de la mañana, Elizabeth se levanto de un salto.
-Bien tengo tiempo, debo prepararme, todo debe estar perfecto, debo dar una buena imagen-. pensó mientras se miraba al espejo.
Elizabeth a dejado todo preparado el día anterior, se encuentra nerviosa ya que debe cuidar a una persona importante que aún no conoce, la paga es muy buena y jamás como enfermera podría haber ganado tanto, por lo que siente una gran presión de que todo salga perfecto. Es una oportunidad única que no puede desaprovechar. Este dinero le vendrá muy bien y llega en el mejor momento ya que sus ahorros se acabaron hace dos meses, debe pagar el alquiler y gracias a su ex jefe le costó mucho conseguir un trabajo.
- debo ser muy cuidadosa, no puedo cometer un error, espero que esté hombre me lo haga fácil- se dijo a si misma.
Un buen amigo la ayudo a conseguir este trabajo y es algo que se lo agradecería toda la vida.
Ya lista y con su uniforme se dirigió a su auto y condujo hacia la mansión dónde días antes había tenido la entrevista laboral. Al llegar fue recibida por uno de los empleados que la llevo con Mariel, el ama de llaves, a quien no conocía ya que el día de la entrevista en la mansión habían obreros llendo y viniendo, ese día fue atendida por el secretario y la entrevista extrañamente duro muy poco, quizás fuera por la recomendaciones que su amigo había dado, pensó.
- Nueno días, mi nombre es Mariel ¿tu eres la enfermera verdad?- dijo la mujer mientras caminaba apresurada extendieron su mano para estrecharla
- Buenos días Señora Mariel, si soy la enfermera, mi nombre es Elizabeth Brown-. dijo Elizabeth mientras tomaba la mano de la mujer.
- niña solo dime Mariel y cuenta conmigo para lo que necesites. El niño Danilo llegará en una hora y debes recibirlo, perdón tu debes llamarlo Sr Miller, no lo olvides o podrías tener problemas, el niño es una persona muy exigente y aparenta ser fría pero no lo es, solo trata de ser lo más correcta posible o no te dará ninguna oportunidad. Toma esto léelo es el alta médica con todos los cuidados y médicamente que debe tomar, todo ya está en su cuarto, ven te lo mostraré.-
Mariel condujo a Elizabeth a una habitación en la planta baja.
- está será su habitación hasta que pueda subir y bajar las escaleras por cuenta propia, luego volverá a su habitación en el primer piso.
- ok Mariel, muchas gracias. contesto
Elizabeth mientras comenzaba a recorrer la ampliación habitación, la cama de hospital de última tecnología la ayudaría a realizar su trabajo, era evidente que las puertas habían sido cambiadas por unas más grandes donde fácilmente pasaría una silla de ruedas y hasta una camilla, el baño era amplio y funcional, allí estaba todo lo que podía necesitar, Elizabeth se sorprendió al ver un desfibrilador y enseguida miro el alta médica.
El paciente entro a la clínica con un cuadro de Peritonitis aguda...
- ven toma algo mientras lees el informe,- dijo Mariel - debes aprenderlo o no verán con buenos ojos que lo estés consultando, con lo que le pasó a mi niño la Señora está muy preocupada y espera que la enfermera tenga bien en claro los cuidados que debe tener.- hablaba Mariel mientras le indicaba el camino a la cocina.
- quédese tranquila así lo haré.
Una vez allí Elizabeth tomó un té y leyo el informe,
El Señor Miller de veinticinco años de edad, fue intervenido por una peritonitis aguda que derivó a una septicemia, se le administraron antibióticos, luego vasoconstrictor, esteroides y fluidos, el paciente responde bien a los medicamentos. Se le da el alta médica con cuidados domiciliarios, si continúa el tratamiento con antibióticos. Se debe curar periódicamente la herida y suministrar los medicamentos por vía, el paciente no debe realizar ningún esfuerzo, dieta blanda por 7 días, luego proporcionarle comida sólida gradualmente. Controlar las deposiciones. beber abundante agua. etc, etc.
-ok lo normal- pensó mientras levantaba la taza y la llevaba al lavado
- Elizabeth ya casi es la hora, ven la Señora Claudia te quiere conocer-
ambas caminaron hacia la sala donde una hermosa y elegante mujer la esperaba.
-buenos días mi nombre es Elizabeth Brown soy la enfermera de su esposo, un gusto conocerla.
Claudia rió diciendo
- niña tu te encargarás de mi hijo y no de mí esposo, me halaga que pienses que soy tan joven pero tengo 45 años.
Elizabeth la miró sorprendida y luego a Mariel quien asintió con una leve sonrisa, la señora no parecía mayor a 30 años, cómo podría conservarse tan bien? pensó Eli e imagino como sería su hijo.
- Entiendo Señora Miller.
- ok, prepárate, la ambulancia está llegando y debo decirte que mi hijo nunca fue una persona fácil. comento Claudia
Claudia abrió la puerta de entrada y junto a Elizabeth, Mariel y dos empleados más salieron a recibirlos. El doctor y un enfermero bajaron de la ambulancia, el enfermero abrió la puerta donde Danilo se encontraba en una camilla y el doctor se acerco a Claudia y Elizabeth.
- El paciente se encuentra sedado ya que estaba un poco inquieto- Claudia suspiro, - ahora lo llevaremos a su habitación- y dirigiéndose a Elizabeth agrego.- dormirá un poco más aprovecha a bañarlo, ponerle la vía y todo lo que tengas que hacer antes que despierte, te aseguro que me lo agradeceras.-
Elizabeth miro a Claudia confundida y está asintió, que ¿clase de persona es?, pensó.
Luego de que instalarán a Danilo en su habitación, Claudia dijo.
- podría quedarse el enfermero unas horas para ayudar a Elizabeth , ella debe bañarlo y le será difícil con Danilo sedado, yo pagaré sus horas de trabajo.
- si claro, pero le aseguro Señora Claudia que lo difícil será cuando esté despierto.
Elizabeth fruncido el seño intranquila y nuevamente miro a Claudia.
-tranquila niña te ayudaremos, todo estará bien, no te preocupes.
Elizabeth y el otro enfermero bañaron a Danilo lo vistieron con un pijama, luego le pusieron la vía y le suministraron los medicamentos, cuando el enfermero se estaba despidiendo, Danilo comenzó a despertarse.
- ahí te dejó, siempre se despierta antes de tiempo y bastante lucido, adiós espero que te estén pagando bien por cuidarlo, aunque nada sería suficiente no sabes lo que te espera. dijo mientras se dirigía a la puerta.
- de que hablas? ya estoy bastante asustada con todo lo que han dicho- pregunto Elizabeth ya intranquila
- este hombre es insoportable, ningún enfermero quería atenderlo, nos trataba mal y gritaba como un loco, al parecer creía que estaba en su empresa y nosotros éramos sus empleados- contesto el enfermero parado bajo el marco de la puerta, sosteniendo el picaporte de esta y luego de hablar cerro la puerta y se marcho
Elizabeth no dijo nada pero se sintió muy nerviosa.
Luego que el enfermero se retirará Elizabeth tomo la temperatura de Danilo y su pulso, estaban bien, luego se dirigió a la mesa de luz y sirvió un vaso de agua de seguro Danilo tendía sed al despertar, pero cuando estaba por dejar la jarra fue tomada con fuerza del brazo haciendo que la jarra cayera al piso.
-Sr Miller, quédese tranquilo, soy su enfer...
Danilo tiro de Elizabeth y la beso, Elizabeth totalmente desprevenida no tuvo tiempo de reaccionar, en ese momento Ingreso Claudia y Mariel quienes fueron alertadas por el ruido de los vidrios rotos.
- Danilo que haces?.- gritó Claudia y en ese momento él la soltó con una enorme sonrisa miro a su madre y luego a su enfermera quien se incorporo y le dió un fuerte bofetada a Danilo, el movimiento del golpe produjo una gran dolor en la herida obligando a Danilo a retorcerse de dolor.
Elizabeth tomo su bolso y salió de la habitación.
- Mariel no permitas que se valla yo hablaré con mi hijo.
Elizabeth caminaban furiosa. -quien se cree este hombre, no lo permití antes y no lo haré nunca, descarado, atrevido... pero que golpe le di, bien merecido lo tenía, por lo menos está vez me desquité.
- Elizabeth, Elizabeth espera, Elizabeth no me hagas correr ya soy una mujer grande, por favor.
al escuchar el pedido de Mariel y considerando que es una mujer mayor, Elizabeth se detuvo y se giró para verla de frente.
- Mariel tu lo viste, tu y la señora Claudia lo vieron, no fue mi culpa, ahora entiendo todas las advertencias, por eso nadie lo aguanta.
- Elizabeth se que no es tu culpa, pero no es por eso que ningún enfermero quiere atenderlo, esto nunca había pasado.
- eso no me importa, yo no voy a tolerarlo, me marchó.
- espera, por favor, espera uno minutos, la Señora está hablando con su hijo y luego quiere verte.
- está bien solo esperaré unos minutos y luego me iré.
- está bien, siéntate aquí, te traeré un vaso de jugo si? quédate tranquila, no tardó.
Elizabeth se sentó y espero unos minutos, tomo el jugo y se fue tranquilizando hasta que Claudia llegó.
- lo siento Elizabeth, lo siento tanto, Danilo nunca había hecho algo así.
- está bien, no es su culpa, pero lo siento mucho no puedo trabajar con él-. contesto Elizabeth con un tono firme
- se que es muy grave lo que mi hijo hizo, debe ser efecto del sedante, él no es así, entiendo que quieras irte pero te aseguro que no volverá a pasar.
- no lo sé ... no me siento a gusto aquí-.
- mira si quieres, tomate el día, y mañana vuelves más tranquila yo hablaré con él y te aseguro que nada como esto volverá a suceder- dijo Claudia tratando de convencerla
- mire Señora Miller yo puedo tolerar que el Señor sea un paciente complicado, que sea malhumorado o que no quiera que yo sea su enfermera, pero nunca toleraré que se sobrepase o me falte el respeto-
- lo entiendo perfectamente, y te aseguro que no volverá a pasar, esto tiene que ser por el sedante, jamás permitiría que un hombre se sobrepase con una mujer en esta casa. Entiendo que quieras irte pero realmente te necesito, y te repito esto no volveré a pasar. Ve tranquila descansa, relájate y mañana vuelves- Hablo Claudia con seguridad.
- está bien Sra Claudia así lo haré- contesto Elizabeth mientras se levanta y tomaba su bolso para luego retirarse
Elizabeth llego a su departamento sin saber que debía hacer, aunque Claudia le aseguro que Danilo no volvería a sobrepasarse, ella no quería volver a verlo nunca en su vida, todo esto le traía muy malos recuerdos y la angustian, pero ¿que haría? ¿cómo pagaría el alquiler? dos meses tardo en conseguir este trabajo y lo hizo gracias a un médico que sabiendo por lo que había pasado se convirtió en un buen amigo y la recomendó, Elizabeth analizó que decisión tomar hasta quedarse dormida.