En un mundo de lujos y secretos, Jehan y Mia se encuentran en un torbellino de venganza y pasión. Después de que Jehan mata al padre de Mia, creyendo que era el responsable de la muerte de su propio padre, decide buscar a Mia para vengarse. Sin embargo, al conocerla, se enamora de ella y cambia sus planes.
Mia, ignorante de la verdad sobre la muerte de su padre, se siente atraída por Jehan, pero pronto descubre su terrible secreto. A medida que su relación se profundiza, deben enfrentar los fantasmas del pasado y la venganza que los rodea. Rubí, la media hermana de Mia, busca sabotear su relación, mientras Jehan lucha con su conciencia y el deseo que siente por Mia.
"Esclavos del deseo" es una novela de romance y suspenso que te sumergirá en un mundo de pasión, venganza y secretos. Sigue a Jehan y Mia en su viaje desde el odio al amor, mientras enfrentan los fantasmas del pasado y la venganza que los rodea. Descubre cómo el destino puede cambiar el curso de sus vidas .
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Capitulo 3
Narra Mía .
La noche que mi madre murió, todo cambió para mí. Dirán que cómo no, si se murió el ser que más amo.
Hace un mes, mi vida era otra. Creía tener una familia perfecta. Un padre que amaba a su esposa y a su hija. Pero estuve tan equivocada que hasta el día de la muerte de mi madre no me di cuenta.
Estudio derecho en la prestigiosa Universidad Estatal de Rusia, y sigo allí gracias a que me porto bien, o eso dice mi madrastra y mi media hermana Rubí. Ellas me odian desde hace un mes y no sé por qué . A pesar de lo que le hicieron a mi madre, traté de llevarme bien con ellas, ya que iban a ser mi familia de ahora en adelante.
Pero no, ellas me odian y no tengo idea por qué. ¿Será porque Rubí creció con un padre ausente y con menos lujos que yo? Aunque no me importan esos lujos; los tenía porque así mi madre lo quería. Ahora, el único lujo que tengo es ir a la universidad. Me tratan como a una sirvienta.
Extraño tanto a mi madre....
Un mes atrás.
Había llegado a casa y estaba platicando en la sala con mi madre tranquilamente hasta que llegó mi padre con dos mujeres.
— Mateo, ¿quienes son estas señoritas? —dijo mi madre , Isabel, algo confundida.
— Isabel, sabes que desde hace años nuestro matrimonio no es igual —dijo mi padre, Mateo, sin ningún tipo de vergüenza o respeto hacia mi madre , o hacia mi .
— Lucía y mi hija Rubí serán parte de mi familia desde hoy —dijo tranquilamente, mientras Lucía y Rubí sonreían hipócritamente.
— No, Mateo, no me puedes hacer esto. Ten respeto por mí y mi hija —dijo mi madre con la voz quebrada.
— Papá, no le hagas esto a mi mamá, por favor. Ten un poco de respeto hacia ella —exclame y sintiendo como mi madre se desvanecía.
— Llamen a una ambulancia ya — Les grito, a las empleadas.
— Esto es puro show de esa mujer —dijo Rubí sin ningún tipo de vergüenza.
— No tienes derecho de decir algo aquí —digo.
— Basta, Mía. Respeta a tu hermana mayor —dijo mi padre molesto.
— Rubí tiene razón. Isabel está bien —añadió Mateo.
Una ambulancia — grite de nuevo.
Hasta que llegó la ambulancia, yo me fui con mi madre, dejando a mi padre y a esas mujeres en nuestra casa.
Al llegar al hospital, atendieron a mi madre, pero era muy tarde. Mi madre había sufrido un infarto y murió en el hospital horas después.
Mi padre ni se digno en aparecer por el hospital si cubrió los gastos del hospital y de todo, pero ni siquiera fue a ver por última vez a mi madre .
Después de la muerte de mi madre, mi vida cambió drásticamente. Mi padre se convirtió en una persona distante, más interesado en su nueva familia que en mí.
Recuerdo los días en que mi madre y yo pasábamos horas hablando y riendo juntas. Ella me contaba historias de su infancia, de sus sueños y aspiraciones. Yo le hablaba de mis problemas y miedos. Era mi mejor amiga.
Pero todo eso se acabó. Ahora, mi padre vivía con Lucía y Rubí en nuestra casa. Me sentía como una extraña en mi propio hogar.
Tiempo actual.
Un día, mientras estaba estudiando en mi habitación, escuché a Lucía y a Rubí hablando en la sala. Estaban planeando una fiesta para celebrar su nuevo hogar.
No tienen un poquito de respeto hacia mi madre , o hacia mi , apenas hace un mes murió mi madre .
— Si invitaremos a todos los amigos de mi padre, y también a Jehan, y su familia — dijo Rubí muy emocionada.
— Y a la estúpida de Mía la encerramos en su habitación no quiero que arruine la fiesta con su presencia — añadió Rubí .
— Si le diré a Mateo , que Mia no puede estar en la fiesta ya que está de luto y así no la dejara salir — dijo Lucía .
Me sentí enfurecida. ¿Cómo podían hablar de mí de esa manera?
Bajé a la sala y les dije: —No necesito que le encierren, o hablen con mi padre, y no quiero asistir a su estúpida fiesta.
Lucía fingió una sonrisa — De que hablas Mia no te mencioné en ningún momento o si Rubí .
—No madre , Mía al parecer no escucho bien — dijo a descarada de Rubí .
Mi padre apareció en la sala. —Mia, por favor, sé amable con Lucía y Rubí.
—¿Amable? —repetí. —Después de lo que hicieron.
—Mia, eso es suficiente —dijo mi padre.
Me fui de la sala, sintiendo una rabia y tristeza que no podía contener.
Días después, mi padre me dio una tarjeta de crédito. —Es para que puedas comprar lo que necesites —dijo.
De pronto hablo Lucía — Cariño Mía no Necesita tanto dinero, ella te lo puede pedir — Forzando una sonrisa.
—No quiero tu dinero —repliqué al ver a Lucía.
—Mia, por favor —dijo mi padre.
—No, me parece que Lucia lo necesita más que yo —repetí.
— Exacto — Dijo Lucía
— Esto se lo daré a Rubí cariño, ella quiere salir con sus nuevas amigas y no quiere estar pidiendo dinero para salir — Añadió Lucía .
— Ah está bien, Mía me dices cuando necesites — dice mi Padre, no lo podía creer pensé que se negaría a darle la tarjeta a Rubí.
Siguieron pasando los días, y cuando necesitaba algo iba y se lo pedía a mi padre, pero siempre estaba Lucia con él y le decía que no me merecía eso, ya que no le hago caso y siempre ando en cosas malas con hombres.
Mi padre ya no me quiso dar dinero, le creyó a Lucía, no lo podía creer como Lucia me dejaba en mal con mi padre y tanto que trate de llevarme bien con ella y Rubí no las quería tener de enemigas, pero cada día me odian más.
Me sentí sola y abandonada. Mi madre había muerto, y mi padre me había abandonado también.
Pero no me rendí. Comencé a trabajar, por suerte tenía dinero ahorrado, mejor dicho mi madre me dejó una fuerte cantidad de dinero con su abogado.
Un día, recibí una llamada de un abogado. —Mia, tengo noticias sobre la herencia de tu madre —dijo.
—¿Qué noticias? —pregunté.
—Parece que tu madre había planeado cambiar el testamento, ya que sospechaba lo de tu padre —dijo el abogado.
— Como lo sabe usted — digo extrañada.
— Tu madre fue muy amiga de mi secretaria, y ella me lo dijo, por eso la tarjeta con el dinero — dijo el abogado.
— Ella había ahorrado todo ese dinero para tu estudio, pero al ver la situación en la que estás es mejor que la uses para tus necesidades — dijo de nuevo.
— Está bien no se preocupe, hasta luego — dije y colgué.
Me sentí esperanzada. ¿Podría recuperar lo que era mío?
-jhoenny