Venganza

Hace 4 años y 7 meses atrás

Jazmín llego temprano como era su costumbre desde hace 2 años que abrió el salón de belleza.

Su cumpleaños 21 estaba cerca y quería darse un gustito que desde hace mucho venía soñando.

Deseaba poder viajar a Perú y conocer Machu Pichu.

Era uno de sus sueños el otro era poder compartir esa experiencia con el único chico que le había llamado tanto la atención como para desear enfrentar al mundo entero por él.

Ese chico no era otro que Asher De León su vecino de enfrente quien poseía una pequeña empresa de fotografía y sublimados de tazas y franelas.

Pero solo uno de esos sueños podía cumplir, pues aunque Asher era muy amable con ella, parecía no interesarle.

Muchos le coqueteaban, la invitaban a salir y le enviaban obsequios, pero el que ella deseaba no la volteaba a ver, era frustrante para Jazmín verlo llegar junto a la sangrona casquivana de Melisa.

Jazmín conocía a Melisa desde antes y sabía su reputación de fácil.

Melisa siempre odio y envidio a Jazmín, y al verla no paraba de humillarla con comentarios hirientes.

Jazmín no provenía de una familia pudiente, todo lo contrario, estudio con mucho sacrificio, su padre enfermo en su último año de prepa.

Con solo 16 años Jazmín tuvo que trabajar medio tiempo para ayudar a su familia.

La salud de su padre empeoro y un mes después murió, dejando a una familia devastada por la lamentable perdida.

Su mamá cayó en una terrible depresión y Jazmín se vio obligada a dejar sus estudios para cuidar de su hermana y trabajar a tiempo completo.

Las deudas adquiridas por los servicios fúnebres de su padre aumentaban con los intereses.

Era lavaplatos en un restaurante durante el día, salia a las 2 de la tarde y a las 3 hacia el aseo de un spa.

Agradecía que le permitieran llevar a Dalia con ella a ambos trabajos.

Su tía se mudó para ayudar a su mamá.

Jazmín observaba como cortaban, teñían y alisaban cabello, las diferentes técnicas para manicura y pedicura, mascarillas y demás.

Poco a poco se fue empapando de conocimiento, era hábil y aprender no le fue difícil.

A los 18 tenía su propia silla en el spa.

Su mamá se recuperó de la depresión, pero se notaba rara, un día sin más ni más, armo maletas y se marchó.

Dejándolas sola.

La situación no era tan mala como hacia 2 años, pero cuidar de Dalia de 7 años y trabajar era un desafío.

Dos semanas después de que su mamá se fuera, tocaron la puerta de la humilde vivienda.

Un hombre alto y moreno que daba miedo de solo mirarlo, le informo que la casa era suya, que se la había comprado a su mamá y tenían una semana para desalojarle.

Jazmín se sentó a llorar sin saber qué hacer.

Su mejor amiga vivía en un apartamento arrendado de dos habitaciones, su antigua compañera se mudó con su novio.

Le propuso mudarse con ella y compartir gastos.

Tres días más tardes cargaban algunas cosas y las que no se llevaría las vendió.

Sus vecinos le ayudaron comprándoselas para que al menos algo de dinero tuvieran, era tan triste la situación de ambas hermanas.

Bienestar familiar las visito, preguntándole si se podría hacerse cargo de la niña o se la llevaban.

Jazmín era mayor de edad y no permitió que la separaran de su hermana, aparte de su tía era su única familia.

Jazmín trabajo más que nadie en el spa y rápidamente se hizo de clientes fieles, hasta la llamaban a domicilio los días que no laboraba el spa.

Ella iba feliz pues ganaba más, que solo la comisión obtenida en el spa.

Eso llego a oídos de la dueña y la despidió.

Jazmín tomo todos sus implementos y se marchó.

Comenzó a atender a domicilio, con el tiempo alquilo el pequeño local y monto su propio salón de belleza.

Jazmín no tenía novio, su vida giraba en torno a su hermana y su trabajo, ni tiempo tenía de divertirse.

Su compañera se casó y se fue con su marido.

El apartamento quedo para ellas dos.

Dalia estaba feliz Jazmín pinto su habitación de rosa pastel con muchas mariposas.

Su salón era un éxito y atendía muchas clientas al día, era tanta la afluencia que contrato a dos chicas para ayudarle.

Todo marchaba bien y tenía sus ahorros en su cuenta bancaria.

Su papá siempre decía los ahorros no se tienen en casa.

Esa mañana todo parecía estar normal.

Barrio el frente, no habían citas agendadas por lo que comenzó a organizar las cosas.

Vio el auto de Asher detenerse frente a ella.

Asher bajo y no la saludo, eso la desconcertó, era el chico más amable y respetuoso que ha conocido.

Se notaba pálido, incluso juraría que se tambaleó al bajar.

Lo observo por mucho rato.

Melisa llegó minutos después, era otra rareza nunca venía tan temprano.

Media hora después ambos salieron.

Asher no podía mantenerse en pie y Melisa lo ayudo a subir al asiento del copiloto, ella rodeó el auto y condujo alejándose del lugar.

Horas más tarde la noticia estaba en todos los medios de comunicación.

Acusaban a Asher de asesino, Jazmín no podía creerlo.

Presento las grabaciones, pero guardo en dos memorias USB, una la llevo a la policia y la otra la guardo, todo tambien estaba en su computadora.

Dio su declaración y la desestimaron.

Las amenazas comenzaron a llegar bajo la puerta del salón o de su departamento.

Melisa le dijo que gurdara silencio a Dalia sufriría las consecuencias.

Días antes del juicio asaltaron su casa llevándose cosas de valor y su laptop.

La memoria estaba en el salón de belleza por eso aún la conservaba.

El día del juicio le enviaron una foto de Dalia jugando en el jardín del colegio con otros niños.

Declaras y se muere.

Por su hermanita callo, tomo todas sus cosas.

Pidió un camión de mudanzas y se marchó al otro lado de la ciudad donde empezó todo de nuevo.

Agradeció no tener los ahorros en su hogar o no tenían ni un peso.

Su padre aún muerto las cuidaba desde el cielo.

Dalia Davis 7 años