¿Qué harías si un día despertaras en un mundo totalmente desconocido?
Andaira, una joven del siglo XXI, despierta en la majestuosa mansión Valois sin memoria y con más preguntas que respuestas. En un reino de magia y misterio, deberá desenterrar los secretos de su pasado y descubrir su verdadero destino. Rodeada de intrigas y peligros, Andaira se encuentra con Kaiden, un valiente príncipe y poderoso general, quien la ayudará a enfrentar las sombras que amenazan su existencia.
A medida que Andaira explora este mundo mágico, se dará cuenta de que su vida está entrelazada con fuerzas antiguas y poderosas. ¿Podrá encontrar su verdadera identidad y salvar al reino de una oscura amenaza?
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Capitulo 15
Kaiden
Desde el momento en que la princesa Veridia llegó al palacio, su presencia fue innegable. Era una mujer astuta y, de alguna manera, empalagosa. Aunque su belleza era evidente, con sus rizos dorados perfectamente arreglados y sus ojos azules brillantes, no era el tipo de belleza que me atraía. Su atractivo físico no lograba eclipsar su actitud insistente y excesivamente coqueta.
La princesa Veridia tenía una manera de comportarse que resultaba incómoda. Se inclinaba demasiado cerca al hablar, su risa resonaba más de lo necesario, y sus miradas seductoras parecían calculadas en cada momento. Sus movimientos eran gráciles, pero carecían de la naturalidad y sinceridad que yo apreciaba.
Era claro que Veridia estaba acostumbrada a obtener lo que quería, y no parecía estar dispuesta a aceptar un no por respuesta. Su tono meloso y sus halagos constantes me hacían sentir atrapado, como si cada palabra suya fuera una trampa cuidadosamente diseñada.
En comparación, Andaira tenía una belleza serena y una presencia que irradiaba honestidad. Su manera de ser era genuina y cálida, y su sonrisa siempre lograba iluminar cualquier habitación. Veridia, en cambio, me hacía sentir que estaba constantemente en guardia.
Habían pasado solo unas horas desde que Veridia llegó al palacio, y ya sentía el peso de su presencia como una carga. Mientras intentaba mantener una conversación superficial con ella en los jardines del invernadero, mis pensamientos volvían una y otra vez a Andaira, ahora reunida con mi hermano. La incertidumbre sobre nuestro futuro y la posibilidad de una guerra me atormentaban.
—Kaiden, ¿estás escuchándome? —preguntó Veridia, acercándose más y tomando mi brazo de manera posesiva.
—Sí, lo siento. Solo estaba... distraído —respondí, forzando una sonrisa.
Era evidente que esta situación no podía continuar por mucho tiempo. Necesitaba encontrar una manera de resolver todo esto sin causar más problemas. Pero por ahora, debía soportar la presencia insistente de la princesa Veridia y esperar una oportunidad para hablar con Andaira.
De repente oí su voz y giré de inmediato, encontrándome con su mirada desconcertada.
—¿Quiénes son, Kaiden? —dijo la princesa Veridia, cruzando su brazo con el mío.
Me quedé helado por un momento, pero traté de mantener la calma.
—Veridia, estos son mi hermano, el príncipe Evander, y la princesa Andaira —dije, haciendo una pausa antes de añadir—. Andaira es una amiga cercana.
La mirada de Andaira era una mezcla de sorpresa y desconcierto, y pude ver cómo intentaba mantener la compostura. Me dolía verla así, atrapada en esta situación.
—Un placer conocerlos —dijo Veridia con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
—Igualmente, princesa Veridia —respondió Evander con cortesía—. Disculpen la interrupción, estábamos mostrando a la princesa Andaira los invernaderos.
Veridia asintió, pero su atención estaba claramente centrada en mí.
—No hay problema, solo estábamos paseando —dijo Veridia, apretando ligeramente mi brazo.
El ambiente se sentía cada vez más tenso y cargado. Decidí intervenir para tratar de aliviar la incomodidad.
—El invernadero es realmente hermoso. ¿Es usted aficionada a la jardinería, princesa Veridia? —preguntó Andaira, tratando de mantener una conversación ligera.
Veridia la miró con una leve sonrisa, pero no pudo ocultar el tono condescendiente en su voz.
—No realmente, prefiero otras actividades más... emocionantes —respondió.
Me forcé a mantener la calma y la compostura, aunque la situación me resultaba cada vez más difícil de soportar. Notando la incomodidad de todos, intenté cambiar de tema.
—Bueno, quizás deberíamos continuar nuestro paseo. No queremos interrumpir más su tiempo, Veridia —dije, mirando a Evander y a Andaira con una disculpa silenciosa en mis ojos.
—Claro, Kaiden. Nos veremos más tarde —dijo Evander, asintiendo.
Asentí también, intentando ocultar mi alivio. Mientras nos alejábamos, no pude evitar sentir una mezcla de celos y preocupación al ver a Andaira con Evander.
Antes de salir del invernadero, oí a mi hermano gritar el nombre de Andaira. Me giré de inmediato, encontrando a Evander arrodillado junto a ella, quien yacía inconsciente en el suelo. Mi corazón se detuvo por un momento y, sin pensar, corrí hacia ellos.
—¡Andaira! —grité, arrodillándome a su lado y tomando su mano entre las mías—. ¿Qué ha pasado?
Evander me miró con una mezcla de preocupación y confusión.
—No lo sé, Kaiden. Estábamos hablando y de repente se desmayó —respondió, su voz llena de angustia.
La princesa Veridia, visiblemente molesta, se acercó lentamente, pero mantuvo su distancia. Podía sentir su mirada incómoda sobre nosotros.
—¡Llamen a un médico! —ordené, mi voz resonando con urgencia.
Unos sirvientes que habían escuchado el alboroto se apresuraron a cumplir mis órdenes. Mientras esperábamos, traté de mantener la calma, aunque por dentro me sentía desesperado.
—Andaira, por favor, despierta —susurré, acariciando suavemente su rostro.
El médico llegó rápidamente y, tras una breve revisión, nos pidió que nos apartáramos un poco. Observé con preocupación mientras trabajaba, buscando algún signo de que Andaira mejorara.
Finalmente, el médico se volvió hacia nosotros.
—Parece que la princesa ha sufrido un desmayo debido al estrés. Necesita descansar y recuperarse. Asegúrense de que tenga un ambiente tranquilo y libre de preocupaciones —dijo, su tono calmado ayudándome a relajarme un poco.
Asentí, agradecido por la explicación, y me volví hacia Evander.
—Debemos llevarla a una habitación para que esté más cómoda —dije, estaba a punto de tomar a Andaira en mis brazos para llevarla a mi habitación. Quería poder cuidar de ella, pero la princesa Veridia me detuvo.
—Creo que es mejor que su prometido la lleve, ¿no lo crees? —dijo Veridia, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
Mi mandíbula se tensó, pero supe que no tenía otra opción en ese momento. Apreté mi mano en un puño. Miré a Evander, quien ya estaba inclinado para recoger a Andaira.
—Está bien —dije con resignación—. Evander, por favor, llévala a una habitación y asegúrate de que descanse bien.
Evander asintió y, con cuidado, levantó a Andaira en sus brazos. La princesa Veridia observaba con una expresión de satisfacción apenas disimulada. Mientras Evander se alejaba con Andaira, me sentí impotente, preocupado, y los celos me invadían; "su prometido", esas malditas palabras.
—Vamos, Kaiden —dijo Veridia, tirando suavemente de mi brazo—. Deberíamos regresar al palacio. Hay muchas cosas que debemos discutir.
Asentí, aunque mi mente seguía con Andaira. Cada paso que daba me alejaba más de ella y me sumía en una incertidumbre que me resultaba insoportable.
no lo sé... tal vez estoy paranoica
es fantástica
porque su madre no la sano???
pero me gusta