Lauren es estructurado, posesivo y pretende que siempre hagan lo que él ordena, como era su padre y como le inculcó su madre.... pero desde que las familias arreglaron este matrimonio, Clarissa llegó para poner su mundo de cabeza. Podrán dos personalidades tan distintas encontrar el amor? Podrán romper con los mandatos y vivir su propia historia? Los invito a conocerlos...
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OSADOS, ATREVIDOS...
Caminan hasta unos divanes de playa y se recuestan, el estira su brazo y ella apoya su cabeza sobre él, quedando de costado uno frente al otro… poco a poco comienzan a sentir una brisa mientras el cielo parece cerrarse, regalándoles la oscuridad e intimidad propicia que enciende a los amantes más recatados y los vuelve osados, atrevidos…
Sus miradas se conectan y se besan profundamente, sintiendo que esa chispa que los recorre comienza a avivar las sensaciones de deseo más primitivas, es como una electricidad que viaja por sus cuerpos y los envuelve.
Él sube su mano por su espalda, por debajo de su ropa y roza la línea de su columna con sus yemas de principio a fin, una y otra vez, suavemente, trayéndola cada vez mas hacia su cuerpo, la toma de la cintura, flexiona y sube su pierna sobre su cadera, la acaricia y su mano se desliza lentamente por debajo de la pollera hacia el interior de sus muslos, mientras besa su barbilla y su cuello, sintiendo como su piel se eriza, ella cierra sus ojos y emite un leve gemido, sus manos son tan cálidas, que su piel arde frente a la necesidad de sentirlo mas cerca, mas íntimo… el sonríe.
Con sus dedos, él corre levemente su ropa interior y busca su punto de placer, lo roza, juega con él mientras siente como sus muslos se humedecen y la besa con mayor intensidad, su mano se mueve y con sus dedos juega en su entrada, poco a poco los desliza suavemente dentro de su profundidad, mientras ella cierra sus ojos y gime nuevamente.
La brisa comienza a soplar mas fuerte, como el aire que llega a avivar la mas pequeña de las brasas, para convertirla en un gran incendio.
Ella tensa las piernas y comienza a mover sus caderas, el desliza sus dedos hacia adentro y hacia afuera, rozando sus paredes resbaladizas, buscando acariciar ese punto de placer que la lleve al éxtasis, la siente llegar al borde, se detiene y sonríe para ver su expresión, ella abre los ojos y lo mira con desespero, “Lauren por favor” le suplica casi sin aliento, sin poder soportar mas esa tortura.
El viento sopla y mar arremete con fiereza, en el fondo, un trueno parece rugir e ilumina el cielo por un instante.
Él la mira y sonríe, sus dedos comienzan a moverse mas rápido, mientras la besa y desliza la lengua por su cuello, mordiéndolo suavemente, ella lo agarra de la cabeza y lo aprieta contra su cuerpo, el mueve sus dedos acelerándolos, acariciando sus paredes impregnadas de placer, sintiendo como sus jugos se deslizan por su mano, llevándola al punto de inflexión donde su cuerpo es poseído por una vibración y el latido intenso de su vientre, que hace que sus piernas y paredes se tensen entre gemidos. El no deja de besarla…
Ella siente como la sensación de placer viaja por su cuerpo, pero quiere mas…
El cielo se cubre de nubarrones y el mar parece soltar las riendas de sus olas, como si fueran caballos que corren desesperados al encuentro de la libertad.
Ella toma el control y él la deja, la mira y sonríe, le encanta verla llegar a ese estado…
