Esposada A Mi Amor.

" Tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada"

^^^Mario Benedetti^^^

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A la mañana siguiente, Samantha entro al comando de SWAT sintiendo una ligera punzada en la cabeza, recordatorio de las cervezas de la noche anterior. A pesar de su resaca, se mantenía firme y decidida a no mostrar ningún signo de debilidad frente a sus compañeros.

El bullicio habitual llenaba el lugar, agentes preparando su equipo, revisando informes, charlando sobre las misiones recientes. Samantha se dirigió hacia su escritorio, intentando mantener su usual postura de profesionalismo.

Mientras se acomoda, sintió una presencia a su lado. Al levantar la mirada, se encontró con Fernando, que la observaba con una expresión que mezclaba seriedad con algo más, quizás preocupación o curiosidad.

- ¿Cómo estás? - pregunto Fernando, su tono tranquilo, pero con un sub texto que solo ella podía captar.

- Estoy bien - respondió ella, intentando sonar despreocupada. - Gracias por llevarme a casa anoche.

Fernando asintió, su mirada firme en la de ella.

- No tienes que agradecer. Solo me aseguré de que llegarás segura.

Hubo un momento de silencio, una tensión palpable entre ellos mientras ambos recordaban la noche anterior. Samantha se sintió ligeramente incómoda, no por el hecho de haber venido, sino por la cercanía que habían compartido, algo que rara vez se permitían en su entorno laboral.

Finalmente, Fernando rompió el silencio.

- Tenemos una reunión en diez minutos. ¿Estás lista?

Samantha asintió, agradecida por la oportunidad de cambiar de tema.

- Por supuesto, vamos.

Ambos caminaron juntos hacia la sala de reuniones, manteniendo una distancia respetuosa, Pero sabiendo que algo entre ellos había cambiado. Las paredes del profesionalismo seguían en pie, Pero había una grieta, una pequeña abertura que dejaba entrever algo más.

El equipo SWAT estaba reuniendo, observando las imágenes en las pantallas mientras Fernando les daba los detalles de la misión. La información era alarmante: un individuo había estado enviando Drones cargados con explosivos en varias partes de la ciudad, sembrando el caos y el miedo. Hasta el momento, no había víctimas mortales, Pero era solo cuestión de tiempo antes de que el escenario cambiara.

- El objetivo es capturar al sospechoso antes de que pueda lanzar otro ataque - explicó Fernando, señalando la ubicación del escondite del criminal - el lugar está fuertemente vigilado, y es probable que tenga más drones listos para desplegar. No podemos permitirnos errores.

Durante la reunión, Samantha mantuvo su atención en los detalles de la misión que les presentaban, Pero de vez en cuando notaba la mirada de Fernando sobre ella.

Ella respiro profundo y fijo sus ojos en el mapa. Sentía la adrenalina comenzando a bombear, su mente enfocada en la tarea. A su lado, Fernando revisaba su equipo, manteniendo una expresión imperturbable, Pero sus ojos reflejaban la misma determinación que los de ella.

Él también era consciente de su presencia de una manera diferente, y aunque ambos intentaban mantener su compostura, la conexión que habían compartido la noche anterior estaba ahora en el fondo de sus mentes.

Minutos después, el quipo estaba en movimiento, avanzando hacia la ubicación objetivo en vehículos blindados. La tensión era palpable, Pero también lo era la confianza que tenían en sus habilidades y en el trabajo en equipo.

Al llegar al lugar, un edificio abandonado en una zona industrial, el equipo se despegó en silencio, tomando posiciones estrategias. Fernando, cómo Sargento al mando, dió las instrucciones finales.

- Recuerden, el objetivo es neutralizar al sospechoso antes de que pueda lanzar los drones. Estén atentos a cualquier movimiento. - les dijo Fernando.

Samantha asintió, con su arma en mano, lista para avanzar. Sabía que, aunque existía peligro, ella estaba en un equipo perfectamente sincronizado.

Con un gesto de Fernando, el equipo comenzó a moverse. Ingresaron al edificio con precisión, revisando cada habitación, avanzando con cautela. Los minutos pasaban lentamente, cada ruido amplificado por la adrenalina que corría por sus venas.

De repente, un zumbido en el aire los alertó.

-¡Dron! - dijo James por la radio, señalando hacia una ventana rota donde un dispositivo volador cargado con explosivos comenzaba a elevarse.

-¡Todos al suelo! - les ordenó Fernando, mientras Bruces que es el especialista en tecnología del equipo intentaba interferir con la señal del dron para desactivarlo. Samantha, desde su posición, pudo ver al sospechoso al fondo de la sala, manipulando otro dron.

Sin dudarlo, se lanzó hacia adelante, cubriéndose detrás de un pilar mientras disparaba al dron en pleno vuelo, haciendo que explote en el aire, lejos del equipo. El ruido fue ensordecedor, pero la explosión controlada les dio unos segundos cruciales.

Fernando, viendo la acción de Samantha, aprovecho la distracción para avanzar junto con Harrinsom y neutralizar no al sospechoso, asegurándose de que no tuviera la oportunidad de activar más explosivos.

Con el criminal detenido y los drones desactivados, el equipo pudo finalmente tomar un respiro. Mientras aseguraban el área, Fernando se acercó a Samantha, que todavía respiraba con fuerza tras la tensión del momento.

- Buen trabajo Jordan - dijo, con tono firme Pero con un matiz de reconocimiento.

Samantha asintió, dándose cuenta de que el equipo funcionaba como una máquina bien aceitada. Habían logrado evitar una catástrofe, y al hacerlo, habían fortalecido aún más la confianza.