Atrapado En Una Novela Cliché

-Marquesa... marquesa -escucho una suave voz.

-Mmmhh -se sentía cálido en un día frío pero le dolía el cuerpo.

-Levantese, tiene que limpiarse -cuando Eran abrió los ojos notó que está era Ana, la sirvienta de su antigua casa.

-¿Que haces aquí? -se sorprendió de verla.

-Venimos con sus cosas señorita, la señora Davies su madrastra estaba furiosa porque al parecer iba a ser beneficioso para ella que una de sus hijas se casara en la realeza .

-¿Una de sus hijas? -Eran se sentó y miro a Ana.

-Si, de repente usted es su hija favorita, envío 2 cartas con nosotros y seguro seguirá enviando más -le entrego las 2 cartas.

-¿Quienes son nosotros? -Eran no conocía a nadie, e incluso a Ana solo la había visto la mañana en qué despertó en ese mundo.

-Yo y su caballero Ran, no sabía que alguien más quisiera venir aparte de mi, Pero el insistió -conto-. ¡Ran! -lo llamo, la puerta se abrió y un joven caballero de cabello rubio y ojos claros entro.

-Marquesa -sonrio, ese sujeto era deslumbrante-. Este pareció un viaje de otro mundo ¿No cree? -la miro con conocimiento mientras decía la última parte, la reacción de Eran fue quedarse con la boca abierta.

-Si ...A..Ana...¿Nos dejas solos por favor?.

-Si -esta salió de la habitación.

-Repite eso último.

-¡Lo sabía, también eres de otro mundo! -tiro al suelo la espada que como deber llevaba.

-¿Cómo lo supiste? -era alentador conocer a alguien más en su situación.

-Por que las protagonistas nunca se van sin importar que tan nefasto sea el protagonista masculino ellas se quedan, el puede ser todo lo cruel que quiera. Humillarlas, menospreciar todo lo que ellas significan y mil cosas más pero ellas se quedarán "por amor".

-¿Que hay de ti? -Eran tuvo curiosidad.

-No lo sé, creo que soy un extra o algo.

-¿No té dijeron que hacer? -eso era tener suerte.

-No, pero tú si que tienes suerte, eres la protagonista:eres joven, hermosa y como eres la prota tendrás todo más fácil para tu vida -suspiro-. Ser un hombre pobre en esta sociedad es horrible.

-El gran duque está aquí -Ana informo.

-Eso es todo marquesa -Ran se inclino en señal de respeto.

-Si, gracias -al parecer si se trataba de alguien más si podía hablar de eso, analizó Eran que nisiquiera había tenido tiempo de pensar en las implicaciones que este asunto conllevaba.

-¿Se encuentra mejor? -rayos el hombre se veía totalmente diferente bajo la luz del sol serio y de apariencia un poco dura pero aún así era un tipo impresionante, no pudo evitar pensar en que su apariencia más lo hacía parecer un villano. Pero no lo era, la villana era Samantha y...ese príncipe imbécil, de verdad me gustaría no volverlo a ver pero sospechaba que no había visto lo último de el.

-Si -si el fuera una chica estaría avergonzada, pero la verdad era que nisiquiera recordaba lo de la noche anterior-. ¿Dónde puedo comer algo?.

-Para eso la venía a buscar, el desayuno está listo -Ezri le indicó el camino.

-No, yo aún me tengo que asear -como dama educada no debería rechazar la propuesta de su prometido, pero Eran simplemente lo dejo solo y se metió al cuarto de aseo, esque también necesitaba ir al baño. Después de unos instantes salió y el único allí era Ezri 8

Que no esperaba que volviera tan pronto-. Gran duque...

-Lo siento yo...

-¿Puede ayudarme con algo?.

-Claro -no era como si le pudiera decir que no o quisiera.

-¿Puede desatar el cordón de mi vestido?.

-¿Que? -retrocedio, el podía ser todo lo que quisieran, pero en este tipo de cosas...no tenía nada de experiencia.

-Lo siento, es que no alcanzo -el vestido tenía un corset que se apretaba con un lazo y por más que intentaba no lograba llegar.

-Pues... -¿Debería decirle que no? Ezri se acercó y como si fuera algo tóxico jaló la punta que parecía estar trabada, estaba tan nervioso que no midió su fuerza y le arrancó el lazo provocando que Eran cayera al piso y en su esfuerzo por evitar que se lastimara también cayó y de alguna manera terminaron Eran sobre Ezri.

-Vaya -le tocó los grandes y fuertes brazos-. Si que eres fuerte - ni siquiera tomo en cuenta que estaba sentado con las piernas abiertas sobre el pecho de Ezri.

-¡Marquesa traje algo de su ropa... -Ana abrió la puerta-. ¡Ahhh, lo siento! -cerro la puerta avergonzada.

-¿Que le pasa? -la ignoro y le siguió tocando el pecho con asombro oprimiendo con fuerza los pectorales de Ezri. A pesar de como se veía no era tal malo...con el, mientras creyera que era mujer... reaccionó dándose cuenta que era inapropiado lo que estaba haciendo para "una dama".

-Estas sobre mi, con el vestido roto, eso es... sospechoso -lo tomo de la cintura y lo cargo para levantarse.

-Lo siento, fue inapropiado -intento pararse más erguido y menos varonil.

-Esta bien, comprendo que no es común para ti ver a alguien como yo y es entendible que estés sorprendida -en cada reunión a la que fue forzado a asistir noto que todos los hombres eran diferentes a él. Todos parecían preciosas perlas mientras que el parecía barro, esas fueron las palabras exactas del emperador, realmente nunca le importo porque le gustaba ser más grande, más fuerte y más valiente. Así que entendía la curiosidad de su prometida por su aspecto.

-Lo siento -no supo que más decir.

-Esta bien -se quedó sentado sobre un mueble con las piernas cruzadas, era incapaz de moverse porque estaba erecto.

-Voy a vestirme e iré a comer con el gran duque -eso sonó demasiado formal e incómodo para Ezri que le gustaba no ser tratado con tanta formalidad.

-Si -intento no pensar en que al otro lado se la pared, Eran estaba desnuda pero era difícil.

-Que suerte que no noto nada -Eran nisiquiera sabía que ponerse o como ponerse algo de lo que Ana le trajo. Ezri de verdad tiene mucha paciencia se dijo, aún así...no pudo evitar sentir envidia mientras pensaba en los grandes músculos de Ezri porque ese era el cuerpo que siempre había querido tener (lo tendrás solo espera😅)