Luna se entera de la peor manera posible de que el hombre al que ella amaba la estaba engañando, se siente humillada y menospreciada.
¿Qué pasa cuando ese amor es unilateral? ¿Qué se hace cuando descubres que solo te han usado? ¿Se puede volver a confiar en el amor?
Ella solo quería ser amada, él solo deseaba su cuerpo.
La vida les tiene grandes sorpresas preparadas. Los caminos son inciertos, las personas cambiantes. ¿Es posible el amor para ellos? ¿Qué tendrán que hacer para conquistarlo?
NovelToon tiene autorización de Betsi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Seguir adelante
Dicen que la vida no es "color de rosa", gran verdad, pero tampoco es todo blanco o negro. En la paleta del pintor existen infinitas combinaciones y posibilidades, solo hay que hacer la mescla correcta. Hay momentos en los que la tristeza nos embarga, y puede incluso quitar las ganas de seguir luchando y hay otros en los que la euforia de la felicidad llena nuestros corazones. Todo es parte del vivir, lo bueno, lo malo y lo no tanto. La muerte misma es parte inseparable de la vida. Luna está aprendiendo a que en la vida todo "depende del cristal con que se mire", nada es perpetuo, ni la alegría ni la tristeza, hay que seguir siempre hacia adelante.
El sol aún no se deja ver, pero las calles ya se estaban poblando de personas que iban y venían de camino a sus trabajos. Los buses se llenaban con los trabajadores de primera hora. Entre ellos se encontraba una somnolienta joven, que feliz acaricia su vientre pensando en lo hermosa que seguramente será su muñequita. Recuerda todo lo vivido desde que salió del orfanato, como su vida se ha ido transformando de a poco, la ilusión de felicidad que tuvo al lado de Cristian. La manera estrepitosa en que cayó cuando supo cómo es él en realidad, y la paz que experimenta en este momento. Siente que a partir de alejarse de él se dio la oportunidad de salir del caparazón, como le dijo su mamá en sueños, es una oruga comenzando a convertirse en mariposa. Sabe que aún falta, tiene que terminar de resolver su situación con Cristian. No va a ser una cobarde, con lo que escucho le es claro que él no va a querer a su bebé, o eso espera. En el camino ira tomando las decisiones necesarias, por ahora solo se va a concentrar en disfrutar de su embarazo.
Al llegar al café se alistó para comenzar su día. Una sensación placentera la recorría por completo, era como si supiera que cosas buenas iban a venir. Saludo a Samira, que siempre la recibía con una hermosa sonrisa pegada al rostro. Era una de las mujeres más buenas que había conocido. Se daba cuenta de que aún quedaba gente de buenos sentimientos en el mundo. Abrieron la puerta, y como por arte de magia las personas comenzaron a entrar. Siempre era un lugar muy concurrido.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
En una calle muy concurrida, una joven camina ensimismada en sus pensamientos. Tiene mucho que pensar y reflexionar sobre todos los acontecimientos de su vida. Ella había abandonado su casa de campo partida en mil pedazos, tratando de reconstruirse después de lo que su novio y amiga le habían hecho. Al poco tiempo de entrar a la universidad tuvo su primer encuentro con Samuel que la deslumbró por completo. Esta vez no podía culpar a nadie más que a ella misma. Él nunca le insinuó nada ni le dio a entender ningún tipo de interés especial. De todas formas estaba destrozada. Sabía que Luna tenía razón, debía dar vuelta la página, no podía seguir así. La admiraba, realmente admiraba a su amiga, su fuerza y entereza para salir adelante a pesar de las circunstancias. Que definitivamente eran peor que las de ella.
Caminaba a paso lento. Le gustaba sentir el viento en su cara. Pensaba cuáles eran los siguientes pasos a tomar, qué era lo que iba a hacer ahora. Por lo pronto tenía que alejarse del hombre que, sin saberlo, le había roto el corazón. Tenía que terminar de definir si era amor o solo una ilusión como su amiga le había dicho. Además debía rendir las dos materias que le quedaban para recibirse y decidir que especialidad seguir. Definitivamente tenía que comenzar a pensar más en ella.
Cuando llegó a una esquina en especial sus labios se curvaron en una perfecta y hermosa sonrisa. Recordó el fugaz encuentro con Dante, después de eso la había llamado para invitarla y ella de tonta lo rechazó. Por lo menos salir a dar un paseo. Ya sabía que iba a hacer, lo iba a llamar ella. Era una buena idea. Siguió su camino y en unos minutos llegó a destino.
La residencia final de medicina la hacía en el hospital comunitario. Le habían ofrecido hacerla en una clínica privada debido a que era la mejor alumna, pero lo rechazó. Quería estar cerca de las personas que vivían como ella, que luchaban día a día para salir adelante como toda su familia lo hacía. No tenía nada en contra de los ricos, pero, a veces, pueden ser muy arrogantes.
Entró tranquila al lugar, se dirigió a su puesto y se colocó la bata para comenzar su día. Trabajó durante una hora, y pudo oír la ambulancia. Traían a alguien de urgencia. Esperaba que no fuera grave.
Doctora Ruíz, el doctor Vitale quiere que la asista con el paciente que llega. Es un herido de bala le comunicó la enfermera con premura. Debía ir a prepararse.
Salió corriendo por el pasillo. En estos casos el tiempo es vital. Entro a la sala de preparación para higienizarse y colocarse la ropa de bioseguridad. Todo debía ser hecho como un ritual, lavarse cuidadosamente manos y brazos, hasta la altura de los codos, era fundamental. Una vez terminado el procedimiento tanto el cirujano como ella y el resto del personal entraron. El anestesista ya había hecho su trabajo y controlaba signos vitales, mientras que el cirujano, bisturí en mano comenzaba a cortar la piel.
La bala entró y salió, no dañó órganos vitales, pero ha perdido demasiada sangre, por eso llegó inconsciente. Hubo una demora para poder sacarlo del lugar y traerlo. Preparen dos unidades de sangre. Vitale daba sus indicaciones con la seriedad que requería lo que se estaba realizando. Sus ojos estaban fijos en la zona a tratar, en tanto que Romina se ocupa de limpiar y sacar la sangre que seguía corriendo copiosamente. Bien, ya hemos extraído la bala y restaurado las zonas afectadas. Doctora Ruíz, termine y suture por favor. le dice este haciéndose a un lado para permitir que la chica hiciera su trabajo.
Por supuesto doctor, comenzando a suturar estaba muy concentrada en lo que hacía, no podía fallar, amaba hacer ese trabajo. Admiraba en gran manera al doctor Vitale. Cuando termino de cocer la herida levantó la vista y miró al paciente. Con el apuro de trabajar rápido no había visto su rostro. Se quedó helada, no podía creer lo que estaba viendo, era el oficial Dante. Gracias a Dios que estaba bien. Todo había salido perfecto y su vida no corría peligro.
Mientras trasladaban al paciente a su habitación ambos médicos salían a informar el resultado de la operación a los familiares o interesados que hubiera en la sala. Nunca se esperaron encontrar el espectáculo que vieron al llegar a ese lugar.
Parado, en el centro de la sala se encontraba un señor de estatura media, vestido con un traje que se notaba que era muy caro, más de lo que ella gana en un mes. Pero lo sorprendente era que este estaba furioso, rojo de la ira, gritaba a todo el mundo. Se veía desesperado tratando de saber algo, aunque no alcanzaban a saber qué era.
Señor, por favor cálmese este es un hospital y hay personas internadas que necesitan descansar. trató de calmar el cirujano, que se encontraba cansado después de realizar más de una operación esa misma noche. Todas de urgencia. ¿En qué podemos ayudarle? terminó de decir intentando calmarse para no insultar al hombre que lo miraba furioso.
¿Usted quién es? Estoy aquí porque han traído por error a mi hijo a este hospital en vez de llevarlo a la clínica Santa Clara. Son unos ineptos, nadie sabe decirme nada de mi hijo escupe con furia el hombre a un cansado Vitale que masajea el puente de su nariz exasperado por la prepotencia de ese individuo.
Me puede informar el nombre de su hijo y por qué está aquí. era frustrante tratar con personas que se comportaban de esa manera. Ni siquiera había informado el nombre de su hijo a las enfermeras él solo gritaba. Creían que podía ser un paciente psiquiátrico.
Mi hijo se llama Dante Conti, yo soy Héctor Conti, es policía. Romina se quedó pálida, ese hombre era el padre de Dante, ahora que lo veía bien se parecía, excepto por su actitud arrogante.
Es el hombre que acaba de operar doctor trató de intervenir Romina, por si el doctor no se había dado cuenta.
Su hijo se encuentra fuera de peligro, la bala fue extraída con éxito. Yo soy el doctor Vitale, el cirujano que lo acaba de operar y le salvó la vida. El galeno es un hombre que no acostumbra a hablar de sus logros, pero la actitud prepotente lo exasperó, y contestó de la misma manera. Sabe que no debe ser así, pero está cansado y no quiere soportar este tipo de actitudes. _ Su habitación es la 123, puede pasar a verlo, aún está bajo los efectos de la anestesia.
Gracias doctor, disculpe mi exabrupto, es mi único hijo, todo lo que me queda. Gracias por salvar su vida. el hombre autoritario y furioso de pronto se quebró y quedó solo un padre angustiado y preocupado por su hijo. Su cara se relajo y unas lágrimas traviesas empezaron a caer por sus mejillas humedeciendo todo a su paso. El hombre se cubrió el rostro caminando por el pasillo hacia la habitación. Romina sintió pena por el sujeto que recién le producía molestia. Dio un paso al frente, lo tomo del brazo y lo guió en silencio a la habitación. Mientras el hombre se derramaba en lágrimas de dolor, impotencia y también alivio.
No se preocupe, él está bien, pronto va a despertar. Deberá quedarse unos días internado. Nosotros trabajamos bien y damos todo para salvar la vida de nuestros pacientes. Todas las personas son iguales, tengan o no dinero, la vida de todos vale y hacemos hasta lo imposible por ellos. Ella no se iba a quedar con todo atorado en su garganta. Francamente la actitud del hombre le molesto. No entiende porque hay personas que se creen mejor por el solo hecho de tener dinero.
Lo siento, he sido muy bruto y maleducado. No era mi intención, soy viudo desde hace algunos años. Hijo único, mis padres han muerto, todo lo que tengo en la vida es a mi testarudo hijo. Él es mi vida doctora. He sido muy imprudente y no tengo palabras para pedir su perdón, pero sí pido su comprensión. Héctor se encontraba más calmado, había tomado la mano de su hijo y la besaba. Era evidente el gran amor que le tenía. Ella entendió. Un padre no debe sobrevivir a un hijo.
No se preocupe, yo lo entiendo. Le prometo que voy a cuidar a su hijo, él va a ser mi prioridad mientras se encuentre en este lugar. Pero le pido que entienda, el doctor Vitale lleva 12 horas de guardia, es el mejor cirujano. Su turno había terminado y decidió quedarse para ser él quién lo opere. Es el mejor. La admiración se dejaba ver en sus palabras y el brillo en los ojos.
No sabe cuánto se lo agradezco. Estoy seguro de que mi hijo se sentirá muy feliz de que una doctora tan hermosa como usted sea quien lo cuide. una mirada pícara se posó en sus ojos. Le encantaría una nuera como ella. Lo había puesto en su lugar sin levantar la voz ni ser grosera. Con clase. Definitivamente era su nuera ideal le voy a hablar de usted. estas últimas palabras pintaron de rojo las mejillas de Romina. Ella esperaba que lo hiciera.
Salió de la habitación para seguir con su trabajo, hablar con sus profesores, y tomar un café. En ese orden. Mientras disfrutaba de su infusión recibió una llamada. Era el doctor Vitale.
Doctora Conti, le llamo para hacerle una propuesta. Su desempeño ha sido maravilloso, estoy impresionado. Si usted gusta, cuando rinda las dos materias que le quedan, yo la recibo en mi equipo para perfeccionarse en cirugía. Estaba muda, era la gran oportunidad que necesitaba. Parece que con solo decidir seguir adelante todo iba a cambiar. Luna tenía razón. Había pedido unirse al grupo de otro cirujano antes y la rechazó, Samuel decía que era porque no tenía madera para operar, y ella lo aceptó así. Cuando la mandaron a asistir otra cirugía del doctor Vitale ella se negó a ir, Samuel tenía razón no servía para eso. Él sabía lo que decía. Que tonta, ahora el mejor la invita a su equipo. Ya no va a volver a ser la de antes. Tiene que seguir avanzando.
Claro doctor, es una oportunidad única para mi se lo agradezco ¿Usted sabe que Ricardi me rechazó? preguntó dudosa, ¿y si cambiaba de opinión al saber que ya había sido rechazada?
Ricardi es un tonto, le dije que se equivocaba que no se dejara llevar por lo que dijera Samuel, pero ellos son muy amigos contesto despreocupado sin saber el puñal que acababa de clavarle a la hermosa niña, que ya no aguantó y rompió en llanto.
Yo... gracias, no se va a arrepentir de la oportunidad que me está brindando. No lo voy a defraudar. ya no quería hablar, la decepción era total. Se despidieron y cortaron la comunicación. Ahora sí podía desahogarse en paz. Era un maldito ¿Por qué le hizo eso? Era como cortar sus alas ¿Qué le importaba a él si ella era cirujana, pediatra o se quedaba como clínica como él le sugería ¿No quería que creciera? Se preguntó. La verdad es que no conoce la respuesta y no le importa, no le va a permitir dañarla más. Ahora está segura de que sabía de sus sentimientos. Todos se dieron cuenta es obvio que él también. Cuando logró calmarse se levantó y fue a ver a su paciente.
Buenas ¿Cómo se encuentra el herido? pregunto feliz, le alegraba verlo despierto.
Romina, mi papá me dijo que una joven hermosa era mi doctora. Es un sueño o sos vos él también estaba feliz, si pudiera levantarse saltaría de felicidad. Esa mujer le gustaba, y podía notar que su mirada era distinta. Parecía triste, pero con una alegría genuina por verlo bien.
¿Se conocen? Preguntó sorprendido un afligido padre.
Si, ella es la chica de la que te hablé. le brillaban los ojos al hablar de ella. Su padre entendía, y estaba feliz por su hijo.
Oh, que alegría, eres una pícara no me dijiste que lo conocías. Por eso lo mirabas así. la pobre se puso roja de la vergüenza, había quedado en evidencia.
¿A sí cómo?
Bueno ya está, me da pena con ustedes. Dante estoy agradecida de que estés bien. Yo estuve en la cirugía. Y por haberte cocido me vas a deber un café, o un helado. Lo que elijas. dijo con una voz mimosa, y haciendo un hermoso puchero que Dante se moría por besar.
Todo preciosa, te llevo a todos lados. Hasta el altar si me dejas. su mirada seductora no paso desapercibida. Y ella estaba agradecida con Luna, por empujarla a salir de su burbuja.
Entre risas y miradas coquetas continuaron hablando dejando a un emocionado padre a un lado observando con amor a su hijo y a su futura nuera. Por que él no se equivocaba, esa perfecta doctora va a ser la madre de sus nietos.