RENACÍ EN LA DUQUESA VILLANA

El emperador Francisco Flawell al igual que Benjamín había tenido que ejercer su puesto con tan solo 15 años además de casarse con una joven de su edad para preservar la paz con un imperio vecino.

La joven delegada como futura emperatriz era Laurie Winter princesa del Imperio Invernal.

La pareja al inicio empezó con rivalidades que poco a poco se convirtió en amor el cual los bendijo y a pesar de su edad la emperatriz quedó en cinta dando a luz al príncipe heredero, pero algo se complicó y la joven perdió la vida.

Cuando se pensó que el joven emperador había sufrido todo lo malo algo más ocurrió y el pequeño príncipe fue raptado por un sirviente que nunca fue encontrado.

Fueron años de búsqueda las esperanzas se perdían con cada año el dolor de Francisco no paraba con nada primero perder a su amada y luego le arrebataron a su hijo recién nacido.

A pesar de las quejas de los ministros a sus 31 años seguía viudo y no pensaba volverse a casar, pero en una fiesta una noble codiciosa le puso una trampa con afrodisíaco lo que acabó por darle otro matrimonio está vez sin ningún gramo de ganas.

Como resultado de esa noche nació el ahora príncipe heredero Blad Flawell hijo de Laura Heill hija de uno de los duques pilares del Imperio, por eso se realizó obligatoriamente la boda.

Se le dio el cargo de emperatriz a la joven, pero no contaba con la decisión de Francisco la cual fue que después de que nació Blad y se le hiciera la prueba de paternidad incluso cuando esta salió positiva, la mando a ejecutar por algunos crímenes que cometió acabando así con ese absurdo matrimonio.

El pequeño príncipe había quedado huérfano de madre, pero su padre se encargó que nunca le falte amor y su nana le dio todo su cariño.

El emperador nunca dejó la búsqueda de su hijo ahora tenía 50 años y su hijo debe tener 35 años si continúa con vida.

Desde su juventud Francisco portaba con su envidiable cabello blanco símbolo de la familia imperial al igual que ojos rojos herencia de su madre, siempre fue bueno en batalla y más de una mujer buscaba seducirlo, su belleza era inigualable y su cuerpo era un completo manjar, hasta ahora aún con su edad y debajo de sus ropas lejos de encontrarse con un cuerpo deshecho un cuerpo envidiable y vigoroso se escondía junto con su hermoso lunar.

Porque habia algo más que tenían en común los miembros de la familia imperial, un lunar hereditario en forma de sol, que también posee Blad y su primogénito también lo poseía.

León como lo llamó su madre antes de morir, un nombre digno para el próximo emperador el fruto de un amor juvenil y puro, un pequeño peliblanco con ojos rojos una copia idéntica a su padre con el lunar familiar ubicado cerca del corazón.

Años de búsqueda sin resultados y tal vez el príncipe pueda estar más cerca de lo que creen.

Un príncipe valiente que luchó por el imperio en la guerra y que portaba una cicatriz como muestra de supervivencia.