Aiden ha reencarnado en un mundo donde quienes dominan son los alfas y quienes son despreciados son los omegas. Ahora él es un pequeño omega obligado a vivir bajo las sombras debido a la familia del alfa que abusó de él y por consecuencia tuvo un hijo de este, quien recibe crueles tratamientos debido a la falta de feromonas de su padre.
Pero ahora, con este nuevo Aiden, todo cambia, moviendo sus piezas a su favor, logra llevarse a su hijo lejos de esa familia y en busca de crear una medicina que pueda salvar a su hijo, se verá en la mira de personas peligrosas que buscan acabar con su medicina experimental, pero recibirá la ayuda de quien menos esperaba, Barett Durov, el padre de su hijo.
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Capítulo 6
Después de terminar la llamada, la mujer dejó el teléfono celular sobre la mesa de centro con elegancia, sus largas y finas uñas pintadas con esmalte rojo eran llamativas.
"¿Es seguro dejarlo salir?", preguntó el hombre de pie detrás del sofá.
La mujer tomó la taza de té de la mesa y respondió después de tomar un sorbo.
"Es alguien inestable, tal vez sean sus últimos momentos de poca lucidez, sería divertido verlo caer más aún y que termine decepcionado, quizá así reciba el castigo que se merece por dañar a mi familia"
Después del terrible acontecimiento en el que estuvo involucrado su hijo por culpa de ese omega, ella se había encargado de resolver todo, no podía dejar que se mostrase ante el mundo la terrible mancha que había ocasionado ese omega en su familia.
Lo detestaba, odiaba a ese omega y al pequeño bastardo que salió de él.
"Solo vigila que no diga nada, mantenme informada de todo lo que hace, y cuando llegue el momento de su colapso, procura decírmelo de inmediato para que pueda estar presente en ese momento", dijo la mujer tomando su té satisfecha.
"Como ordene Señora", respondió el hombre y fue a encargarse de todo rápidamente.
La familia Durov compuesta solo por Alfas dominantes, era una de las familias más influyentes del mundo, dueños de grandes riquezas, apodados los dueños del petróleo por sus grandes negocios en este campo, considerados uno de los más grandes inversores del mundo, además de ser los mayores accionistas.
No era una familia a la que se podía ingresar fácilmente, como los descendientes y futuros herederos solo podían ser Alfas dominantes, era necesario para ellos tener una pareja omega dominante para asegurar su descendencia, por lo que no se permitía una sola mancha en la familia.
Y lo que había sucedido con Aiden Allen, un omega recesivo, era la mayor vergüenza para la familia, era inaceptable, fue por eso que ella, la Señora Iria Durov, tuvo que encargarse de que nadie se enterara de la desgracia de su familia y la mejor opción era encerrarlo en algún lugar lejano junto con el terrible pecado que había nacido de él.
Si podía deshacerse de él sin tener que mancharse las manos era mejor, pero también deseaba verlo acabado por haber seducido a su único hijo, Aiden ya era inestable cuando sucedió aquel terrible evento y había empeorado desde que lo encerró, y más aún, cuando dio a luz a su hijo.
De todos modos, era divertido darle un poco de libertad hasta que se crea capaz de vivir una vida normal, y verlo caer aún más fuerte hasta su destrucción.
Con ese pensamiento en mente, la Señora Iria sonrió satisfecha y continuó bebiendo elegantemente su té.
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Con la ayuda del hombre mayor, Aiden pudo ingresar al centro de investigación, el hombre de nombre Paul, era uno de los investigadores que solía trabajar con Aiden antes de su desaparición.
"Me alegra verte, pero te ves diferente, ¿has estado bien?", preguntó Paul mirando con extrañeza a Aiden.
Se veía demacrado y más delgado de lo que solía ser, aunque era el mismo rostro que solía ver, tenía un aura diferente.
"¿Me veo extraño?, no se preocupe, nunca he estado dentro del rango al que llaman normal", de hecho siempre lo trataban como a un loco en su otra vida, brillante, pero loco.
Aiden sonrió y siguió a Paul hasta la oficina donde validaron nuevamente su identificación.
"Tu desaparición fue repentina, por lo que tuvieron que suspender tu residencia momentáneamente, pero nunca fuiste echado, teníamos la esperanza de que volvieras", dijo Paul.
La contribución de Aiden a la medicina era importante, ahora que había vuelto podía continuar contribuyendo a la sociedad.
"Supongo que querrás ponerte al tanto de todo lo que ha sucedido en este tiempo, puedes usar la computadora del laboratorio, también hay algunos registros que te interesaran ver", Paul lo guio hacia el laboratorio donde solía trabajar Aiden.
Aiden estaba extasiado de haber podido entrar al laboratorio y de que todo se le haya facilitado, tenía que agradecer al dueño anterior de este cuerpo por haber sido alguien importante para este centro de investigación.
Pero no todo era tan fácil como pensaba, cuando vio los archivos, solo tenía acceso a casos comunes, tenía limitaciones, el trabajo del anterior Aiden era espléndido, pero no estaba concluido, una manera de hacer que el supresor sea menos invasivo para el cuerpo del omega, ese era su trabajo, solo que no tenía acceso a las sustancias con las que estaban hechos los supresores, por lo que su trabajo se centraba en la creación de un medicamento que pudiera contrarrestar los efectos secundarios del supresor.
Pero Aiden quería saber más, necesitaba comprender mejor este mundo, tomó varios libros, documentos y empezó a leerlos sin detenimiento, mientras más leía, más impresionado quedaba.
Él mismo era un omega recesivo, catalogado como el ser más bajo de este mundo, pero esto no iba con su estilo, aunque fue llamado loco, monstruo e inhumano, siempre se había mantenido en la cima, era respetado, lo que le facilitaba hacer las cosas.
No le era importante el cómo lo llamaran, pero tenía la obsesión de llegar al fondo de sus investigaciones sin importar nada, si alguien obstaculizaba su camino, siempre encontraba la manera de deshacerse de esa persona.
"Aunque al final terminé asesinado", dijo riendo Aiden.
Si tenía que perder su vida nuevamente para llegar a los resultados que quería, lo haría, pero no iba a permitir que nadie lo pisoteara por ser un omega recesivo, porque antes de todo eso, él era el doctor Allen, un monstruo al que no le importaba nada con tal de llegar a su objetivo.
Este imbécil vale menos que basura
Barett tipo: Qué dices que dijiste