Cambiando El Final

...----------------En el palacio...

En una habitación lujosa se encontraba una elegante dama junto a varias chicas disfrutando del té y unos bocadillos. Todas hablan entre sí sobre las últimas tendencias, los chismes y no sé cuantas cosas más.

Sin embargo, había una que le parecía sumamente aburrido todo esto y esa persona era Valery Nevelion primera princesa del imperio Ashar, quien es una joven de la misma edad que Rebecca, es de piel morena, con los cabellos ondulados castaños oscuros y un par de ojos color miel.

Valery es hija de la de la hermana del emperador, su madre se enamoró de un joven duque de otro continente, con el cual es que casó y se fue a vivir al continente de Maitiid, que como indica su nombre es un lugar donde la mayoría del año está en primavera.

– Princesa, y usted cuando piensa casarse

– No por el momento

– Pero como puede decir eso, está en la edad de la juventud, es la mejor edad para casarse y tener hijos

– Disculpa – miro fijamente a la chica que acaba de decir ese comentario – como es que te llamas

– Mi nombre es Siara Betlas, hija del barón Betlas

– Señorita Siara, esa es la aspiración de usted – la mira fijamente – buscarse un buen partido y casarse, tener dos o cuatro hijos, y así pasar el resto de su vida

– S- si princesa

– Que aspiración más pobre – soltó sin más, y todas las chicas empezaron a reírse disimuladamente – y no entiendo de qué se ríen, todas ustedes son iguales, nada más piensan en casarse, tener hijos y gastar dinero. Ninguna tiene otra aspiración, las personas con ese tipo de pensamiento son mediocres, les gusta vivir así en la mediocridad.

– Princesa, no hable así de nosotras, el hecho de que sea una princesa no le da ese derecho – hablo por primera vez la molesta y dichosa Sabrina – no se burle de nosotras, esa debería ser la aspiración de todas las mujeres y jóvenes damas

– Jajajá – se escuchó por todo el salón la risa de Valery – Lady Sabrina, usted dice eso porque para ti es más fácil abrirles las piernas a un noble cualquiera con tal de subir de estatus. – Miro a las otras chicas – llaman aspiración a depender toda su vida de un hombre, a tener que aguantar si quiere tener concubinas, tener que desperdiciar su juventud en esas clases de cosas es algo estúpido. Antes de pensar en casarse, primero estudien, vuélvanse alguien y no dependan de nadie, aprovechen su juventud y después cácense si quieren

Valery salió de aquella habitación, dejando a algunas chicas pensativas, a otras, molestas por llamarlas mediocres y a Sabrina y a Siara furiosas.

Camino los largos pasillos hasta que llegó al jardín de su palacio, donde apenas lo vio sintió que su incomodidad disminuía, no entiende como esas chicas pueden pensar así.

– Vaya mira a quien tenemos aquí – se acerca corriendo a Valery y la carga por detrás empezando a darle vueltas

– Sueltame ya, no seas pesado – le dice molesta, haciendo un puchero

– Okay, pero no te enojes enana

– No soy enana – lo mira con mala cara cuando la suelta – es que tú eres muy alto tonto

– Eres la segunda persona que me dice lo mismo

– La segunda, y quien fue la primera – pregunta enmarcando una ceja hacia arriba y cruzándose de brazos

– Una pequeña fiera salvaje que me encontré de casualidad, la cual me pego por decirle mocosa

– Dime quien es para darle un premio, porque se lo merece por haberte pegado

– Se puede saber de qué lado estás enana

– Que no soy enana – le dice pegándole en el hombro

– A no – pregunta divertido – y que otra definición encuentras para alguien con tu tamaño

– Persona de baja estatura

– Por dios – pone los ojos en blanco – no será lo mismo

– Serás imbécil, además que haces aquí no se supone que estabas en una misión por los pueblos de la frontera del norte

– Si, pero ya la termine y vine a descansar un rato – hace una pausa y esboza una pequeña sonrisa – además ya te lo dije encontré alguien interesante de camino para acá

– Pobre chica, le deseo suerte liberándose de ti – y sin más se fue camino a su habitación

– Espera Valery, a que te refieres con eso – mira por donde se ha ido y susurra en voz baja – si supieras que el que necesita suerte soy yo, pero para sacarla de mi cabeza – niega sonriendo – que será lo que quieres conseguir Rebecca

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Hoy era gran día en que se inauguraba la boutique de Rebecca y Sarina, ya que ambas eran socias. Ya todas las personas estaban reunidas en el salón que había en la boutique, la cual constaba de tres plantas.

La primera planta que se dividía en dos partes, la primera constaba de un gran salón con una pasarela para modelar los nuevos diseños en cada lanzamiento, además de que era en esta planta donde se encontraba el departamento de administración que era donde se hacían los pedidos de ropa. La segunda parte es donde se encontraban los almacenes de ropa, y los talleres donde se confecciona la ropa.

En la segunda planta, que también se divide en dos partes, la primera es donde se encuentra la Boutique de ropa tanto informal como formal, con grandes estantes donde se exponían los diseños y modelos de los vestidos, y la segunda es donde se encuentra la Boutique de ropa interior, en ella se podían encontrar los conjuntos de lencería, de encajes y hasta ropa más cómoda para dormir.

Y la tercera planta es donde se encontraba la otra oficina administrativa y la de diseño, además de también ser como un apartamento donde Sarina o Rebecca se podían quedar a dormir en caso de terminar muy tarde de trabajar.

Todos estaban ocupando sus lugares alrededor de la pasarela donde serían entrenados hoy los primeros diseños, las luces del lugar se apagaron y solo se encendieron en un punto fijo del escenario en el cual apareció Rebecca luciendo uno de los conjuntos de la colección.

– Sean bienvenidos a la inauguración de la Boutique "Eternal Stars", donde nuestros diseños se adaptan a cada etapa de la mujer haciéndola lucir hermosa, y como dice el nombre de nuestra Boutique como una eterna estrella, y el nombre de esta primera colección se llama Fugaz Otoño.

Rebeca desapareció de la pasarela como mismo apareció. Y así empezó el desfile, una por una cada modelo iba saliendo luciendo un conjunto diferente, pero lo que más sorprendió a todos fue que todas aquellas chicas no eran jóvenes nobles, sino jóvenes plebeyas o campesinas, que deslumbraban por su belleza natural, aquellas chicas no eran más que, hadas, náyades, hermosas silfas y también humanas.

El desfile terminó muy tarde, pero valió la pena porque cada conjunto que se mostró fue vendido o encargado. Y en los próximos días de lo único que se hablaba por todo el archiducado y la capital era de la Boutique "Eternal Stars", donde muchas nobles encargaron los vestidos para la fiesta del debut de sus hijas.

Rebecca ya dio el primer paso para cumplir su misión, que era hacerse de un nombre en la sociedad y ganar influencia. Ahora solo tenía que preocuparse por su cumpleaños que seria en una semana.

Sentado en la silla de su despacho, estaba un joven de unos 20 años revisando los informes del imperio, este era el primer príncipe, Nicolai Nevelion.

– Parece que ya tengo a la candidata perfecta para ser mi esposa, y la que con sus influencias me ayudará a llegar al trono. Lady Rebecca tú tienes que ser mía