Julieta, se verá envuelta en una relación prohibida, pues se ha enamorado del padre de su esposo.
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La cita
Benjamín...
Los días siguen pasando he podido recuperar todo lo que se destruyó, además que estoy haciendo nuevas inversiones para generar más fuentes de trabajo aquí.
Finalmente, ya tengo bajo control todo aquí, es hora de ir a buscar a mi escurridiza Valeria.
Esa interesante diosa que me ha tenido con insomnio y que las pocas horas de sueño se las ha robado.
El viaje se hizo eterno, estoy nervioso y preocupado, las únicas veces que nos hemos visto ha sido por casualidad, me preocupa no verla de nuevo.
Me volví a hospedar en el mismo lugar de la última vez y este lugar me trae muchos recuerdos de aquella noche.
Llegue tan cansado que me quede dormido enseguida. Al día siguiente muy temprano salí, recorrí el mercado, la plaza y más lugares.
He preguntado por ella pero nadie parece conocer a Valeria, así que como última opción fui al local de la señora Josefa.
Aquí estaba más hermosa que nunca, trabajando su mirada tierna me tenía embobado.
Me acerqué pidiendo hablar con ella, se puso nerviosa y me dijo que a la salida.
Me fui, no quiero que tenga problemas por hablar conmigo.
Estaba frente de su trabajado, no quiero que se escape, un joven se le acercó intercambiaron palabras y luego él me dio un papel para vernos en otro lugar.
Como ya casi era hora decidí ir a esperarla, miraba hacia los rosales que había en este parque, el lugar era hermoso perfecto para tener una cita.
¿Nervioso? Por supuesto que si, nunca tuve una cita, ame a mi esposa pero jamás estuve a solas con ella paseando.
Sin embargo, ahora, me emociona caminar a solas de su mano. Hablando trivialidades de su vida y la mía.
Entonces llegó, hermosa su sonrisa me transmite tanta emoción que sonreí involuntariamente.
Tome su mano y la guíe por el sendero, necesitaba tenerla a mi lado, oler su perfume y sentir el calor de sus manos.
-Mi bella Valeria, me gustaría saber por qué salió huyendo aquel día.
- yo, no claro que no. Pero debía irme tenía mucho trabajo que hacer y por eso me fui muy temprano.
- así, ni una carta de despedida dejaste.
- bueno, pensé que usted tal vez no quería involucrarse conmigo después de lo que pasó.
- yo soy un hombre de honor, no hago es tipo de cosas. Usted me gusta mucho, estaría encantado de poder tener la oportunidad de ganarme su corazón.
- ¿mi corazón?, si es por "aquello", no debe preocuparse, para mí eso no tiene un valor importante que defina mi futuro.
- para mí si lo tiene, me siento feliz de que me haya permitido ser el primero en su vida. Sobre todo confiar que en mis manos estabas segura, pero más allá de eso, no puedo dejar de pensar en usted.
- Benjamín yo...
- No digas nada más, solo permite que me gane tu corazón, tu cariño.
- mi corazón si, pero aún hay muchas cosas que no sabes de mí.
- bueno eso lo podemos solucionar con todas las citas que tendremos.
- así, ya dio por hecho que he aceptado...
- se que lo hará, no le soy tan indiferente y usted me genera demasiadas emociones que me gustaría seguir sintiendo.
- bueno si usted se arriesga, porque no.
- eres hermosa Valeria estrañe tu olor, me hiciste mucha falta, tuve miedo de no verte de nuevo.
- bueno estoy aquí, también me alegro verte, temía que no me buscaras más.
Benjamín la abrazo, y beso suavemente a Valeria, mientras ella ponía sus manos alrededor de su cuello, para atraerlo mas.
Sus corazones latian rápidamente, se habían enamorado en tan poco tiempo que realmente, ella maldecia el hecho de estar casada.
Ahora su miedo es que el se entere y la abandone o lo que es peor, que la deje en evidencia.
Benjamín se sentía joven de nuevo, experimentando el amor sin ataduras, ni títulos.
Caminaron un par de horas tomados de la mano, si bien esto no era bien visto por la sociedad en parejas solteras.
El lugar estaba muy solitario y eso les permitió estar cerca de otro.
Al terminar el recorrido, le pido llevarla y ella no accedió, ya que era mejor mantener la distancia y no llamar la atención de las personas.
Benjamín a regañadientes acepto, esperando pronto conquistarla y así pedirle que sea su esposa.
Ver partir a Valeria me hace anhelar más estar a su lado. No entiendo como de ha metido en mi corazón.
Regrese a mi habitación a descansar en unos días iré a casa de mi hijo, siempre que vengo paso a dar una vuelta por allá.
Para saber como están los trabajadores, y más ahora que hace mucho no voy.
Además ya es hora que conozca a la esposa de mi hijo, aunque por título pero al final es su esposa.
Antes de ir a casa de mi hijo pase por un regalo para ella, y de paso uno para mi Valeria.
Para mi nuera elegí una pulsera sencilla, no se que clase de persona es, así que será bueno ver su reacción al recibir algo sencillo.
Para mí Valeria elegí un fino collar con una perla azul, sencillo pero se que le gustará mucho.
Las veces que la he visto, no utiliza joyas grandes lo cual me hace entender que no le agradan mucho.
Ya puedo ver su emoción al recibir este regalo, además que pase encargando unas flores para entregárselas el día de mañana cuando valla a buscarla.
Así me fui en el carruaje, el trayecto fue corto y al llegar fui recibido por el mayordomo.
Me informó como va todo bien aqui, y que mi hijo ya había estado aquí hace unos meses haciendo la revisión de las cuentas.
Me contó como fue que se casó, que no conoce a su esposa y que no le interesa nada que tenga que ver con ella.
Además que dejó claro que se divorciara cuando regrese de su expedición.
Esto me dejó intranquilo, Dionisio no es así. Ahora no entiendo porque se caso sino pensaba darle una oportunidad a su matrimonio.
Mi nuera no estaba en casa, pasaron varias horas y finalmente llegó.
Le pedí al mayordomo que le informará que me acompañe a cenar en el comedor para compartir un poco con ella.
El me informo que acepto y nos veríamos a las 7 en punto.
Yo ya estaba en en comedor leyendo un informe cuando el mayordomo me dice.
Mi señor, la señora Julieta de Silva está aquí- al levantar mi vista puede verla, era ella Mi Valeria.