Mis planes para esta nueva vida es, ser una libertina y disfrutar de los placeres de la vida.
La reputación no me sirvió de nada, al final morí siendo una solterona y aún siendo virgen fui tachada como una mujerzuela, envidiosa y egoísta.
Y la reputación que tanto cuide desapareció como el rocio de la mañana.
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4. Provocando desastres
Soledad Montes
Corrí al carruaje, escapando con el corazón acelerado, no pensé en nada cuando me lance a besarlo.
Siempre quise hacerlo en mi otra vida, siempre me arrepentí de no hacerlo.
Esa vez lo vi quedarse solo y después de eso lo único que sabía es que se había dado al libertinaje que era conocido como un granuja en toda la ciudad.
Oí que se había metido con muchas mujeres casadas mismas que provocaron terribles sucesos.
Los esposos de estas lo desafiaron a duelo varias veces y de hecho cuando estaba lo de mi juicio antes de que empezara este había oído que estaba programado para tener un duelo más, así que ya no supe que sucedió con él.
Además, este es mi primer paso para no morir virgen y que mejor candidato que el hombre que me hizo ilusionarme alguna vez.
Me pregunto si le habrá gustado mi beso, leído mucho sobre eso, pero nunca lo había hecho.
Me metí en el compartimento de los asientos lo bueno es que no tuve , que esperar mucho, pasado cerca de unos 20 minutos cuando oi que mi padre y mi hermana se habían subido al carruaje.
De inmediato emprendimos el viaje de regreso, tenía que escabullirme y luego prepararme para provocar un escándalo en casa.
Necesito que mi padre me castigue de esa forma me encerrara, necesito hacerlo enojar lo suficiente como para que me golpee lo más fuerte posible.
Ya una vez lo hizo, cuando tenía 11 años me encerró por una semana con una sola comida al día.
Pero está vez necesito que no solo haga eso, pero si es posible que me deje sin comer por varios días, así no corrre el riesgo de ser descubierta.
Ya que cuando estoy castigada no se le permite a nadie acercarme a mí ese no es para llevarme alimento.
Y así fue que llegamos a la casa, los pasajeros bajaron y se dirigieron mi padre a su despacho y mi hermana a su cuarto.
En cuanto vi que la puerta de la entrada se cerraba baje rápidamente y sin que nadie me viera me colé a la casa por la puerta de la cocina.
Mientras subía lo más silenciosamente posible pensaba en a quién debería de ir a molestar, a mi padre o a Dalia.
Me decidí por mi hermana;
Por qué?.
Pues fue simple la decisión si voy directo a mi padre solamente voy a pelear con él en cambio si voy a pelear con mi hermana el alboroto va a atraer a la gente, lo que significa que mi padre también será uno de los que acuda en la ayuda de mi hermana, sí eso haré.
Me saque rápidamente mi ropa y me puse el camisón más viejo que tenía uno que se caía a pedazos lo que cabe destacar es que todos eran una basura de ropa apenas y servía para cubrirme.
Y pensar que todo lo que esta casa tiene me pertenece de alguna forma todo esto me encendió el espíritu.
Salgo del cuarto y me dirijo al de mi hermana, abrí la puerta de la habitación de mi hermana el cual era grande espacioso e iluminado con decoraciones extravagantes y muy llamativos.
No le di tiempo a reaccionar ella estaba sentada frente a su tocador.
La sujete del cabello que aún tenía adornos, ella gritó más por la sorpresa y luego por el dolor.
Dalia Montes: Que te pasa.
Soledad Montes: Que me pasa, en serio me preguntas eso.
Dalia Montes: Hermanita sé que estás enojada, pero yo no tengo la culpa de nada.
Soledad Montes: Bien acepto que no tengas la culpa de lo que decide padre y que tal vez no puedas ofrecerte a ocupar mi lugar al ser vendida a ese vegete.
Pero esto dijo tomando la falta de mi camisón y la falda de su vestido que llevó a la fiesta.
Dalia Montes: Qué quieres que vea?
Soledad Montes: pregunta como si fuera retrasada mental, hizo como si no pudiera ver lo que a plena luz de las velas se distingue incluso sin necesidad de forzar la vista.
El contraste de la tela de mi camisón y la tela de su nueva y fina ropa.
Dalia Montes: A que te refieres...
Soledad Montes : Segui oyendo su tono mustia y me harto, vi en su expresión que cambió ligeramente y tan rápido que cualquiera lo hubiera pasado por alto.
Pero no yo, no después de haberlo visto en varias ocasiones en el pasado y no cuando vi esa sonrisa de satisfacción que me dio cuando me visito en la cárcel.
No tenía tiempo para esta conversación así que de un tirón toda su ropa.
Dalia Montes: Pero que…
Soledad Montes: Y cuando termine de romper su ropa me dirigí al armario para hacer lo mismo con el resto, cuando me dijo que parara que qué estaba haciendo locuras, le dije; por qué ella podía tener ropa para cada temporada y yo no, porque siempre tenía que usar su ropa vieja y que ni siquiera me quedaba.
Dalia Montes: Como que no te queda, si te queda perfecto. Además ya te digo papá que necesito ropa nueva para encontrar un buen marido.
Soledad Montes: Padre ya tiene un excelente prospecto de marido porque no te lo quedas.
Y justo cuando iba a continuar rascando telas una mano me detiene: Y me dice que estás haciendo.
Arturo Montés conde: Que crees que estás haciendo?.
Sabes cuánto cuesta todo lo que has roto?.
Soledad Montes: No , no lo se y sabes por qué porque nunca he tenido ropa nueva siempre he estado usando estos despojos.
Mientras tú era dorada hija usa roca nueva me pregunto por qué hace tanta diferencia entre nosotros que tiene ella que yo no tenga si se supone que ambos somos tus hijas o al menos que yo no sea tu hija acaso soy hija de una amante.
Dije es tu último gritando a todo volumen para que todo el mundo lo escuchara.
Justo cuando terminaba de hablar recibí una bofetada y aunque sí me dolió no fue lo suficientemente fuerte como para tirarme, pero como se supone que mi plan era recibir el mayor daño posible y ser castigada, no me medí en mis palabras.
Empecé a decir cuántas cosas recordaba de mi pasado los chismes que corrían a los alrededores.
De como mi madre fue violada, pero que nunca jamás se pudo comprobar nada.
Lo cual no era sorpresa, ya que ninguna mujer reconocería el haber sido víctima de abuso porque eso significaría la pérdida de su virtud y el repudio de la sociedad.
Le dije que era un cobarde mujeriego que no podía mantener escondido su miembro y que de seguro se metió con cualquier ramera que se había metido en su camino.
Y cuando mi hermana quiso intervenir haciéndose la víctima y la samaritana diciendo que me perdonará porque yo solo era una niña.
Le dije que mejor se callara si no quería que empezara a hablar de los hombres con los que se ha acostado luego me volví hacia mi padre, lLedije que si quería saber la verdad sobre su Dulce hija que llamara a una matrona de esas que ayudan a las mujeres embarazadas había oído que ellas eran expertas para saber si había tenido relaciones o todavía no.
Arturo Montés conde: Estás loca, cómo sé te ocurre no voy a poner en duda la virtud de mi hija, ella no es como tú...
Soledad Montes: No lo deje continuar y le dije así que de seguro ya lo sabías y luego como si de repente cayera en cuenta dije.
¡Ya se!!!!!!
Es por eso que me elegiste a mí como moneda de cambio porque yo sí soy una virgen todavía y ella está más abierta que la iglesia del pueblo donde cualquier pecador puede entrar.
Y recibí otro golpe...
Me toqué la mejilla y luego dije:
Padre sabes que ya no tengo 11 años no es así.
Arturo Montés conde: A qué te refieres.
Soledad Montes: A que ahora puedo hacer esto.
Cerré mis manos en puños y le lance un golpe a puño cerrado a mi padre y aunque pude haberlo noqueado preferí no hacerlo ya que quería que siguiera golpeándome.
Mi padre me siguio golpeando trataba de que todos los golpes fueran visibles el único golpe que le di fue suficiente para sentirme satisfecha.
Y luego cuando pensé que ya era suficiente me hice la desmayada.
Ordenó que me encerraran y grito que no me den comida, ni agua por una semana.
Sirvienta: Señor ella no aguantará tanto y podría morir.
Arturo Montés conde : Entonces que sean cuatro y luego la puedes alimentar una vez al día.
y no la curen, si así aprenden a no desobedecer.
Después de eso se fue y los sirvientes hicieron lo que les pidió.
Una de ellas se ofreció a tratar de curarme.
En cuanto estuve sola me levanté lo más rápido que pude preparar algunas cosas ya que en pocas horas debería estar aquí ya que solamente tengo 4 días para cambiar mi vida.
tampoco con Sol porque fue un miserable que la humilló y maltrató nunca fue un padre y ella ya no lo necesita
solo le queda la belleza de hija malcriada, tal para cual
Gracias x el capítulo,🤗
Me encanta tu novela ❤️