El Padre De Mi Hijo ¡Es El Archiduque Asesino!

"Esto es un gran problema ¿Que debo hacer?" Noah miro desesperadamente a Vicent en busca de ayuda.

Noah: Vicent... ¿Sabes por qué demonios está llorando?

Vicent: No estoy muy seguro.

Noah miro al pequeño que seguía llorando, entonces lo agarro con sus manos y lo alzó, funcionó, el niño dejo de llorar, ambos se quedaron viendo a los ojos, Noah sintió algo dentro de su pecho, pero estaba tan concentrado en que el niño estaba dejando de llorar que no se percató.

Noah: Ha dejado de llorar...

Vicent: Muy bien.

Noah lo abrazo un poco y le dió palmaditas en la espalda, Fabián no decía nada, solo se quedó viendo a Noah durante mucho rato.

Noah: ¿por qué estabas llorando?

Fabián: La pala... que... compro... mamá...

Noah: ¿Qué? ¿una pala?

Fabián: Mi pala... los peces ..

El niño iba a empezar a llorar nuevamente, así que Noah se apresuró a decirle.

Noah: No sé de qué hablas... Pero puedo ayudarte.

El rostro de Fabián se iluminó, Noah estaba sorprendido, de la nada había sonreído y apenas un segundo antes estaba llorando.

Fabián: ¿En serio?

Noah: Si ¿a dónde vamos?

Fabián: ¡Por allí, tío!

Noah se quedó sin palabras, un niño lo acababa de llamar tío, por alguna extraña razón, no me gustó ni un poquito, prefería que lo llamara de otra manera. Mientras tanto, detrás de ambos, Vicent estaba conteniendo la risa.

Noah: bueno, vámonos.

Fabián:Qué genial!!!

Iban caminando siguiendo las indicaciones del pequeño Fabián, Noah notó que estaba muy liviano y se lo quedó mirando " es muy liviano ¿acaso los niños de su edad son tan livianos?"

Noah: Fabián ¿cuántas veces comes al día?

Fabián: Comida...

"Bueno si como mucho me regañan" pensaba el niño, recordando las palabras de su abuelo.

"-Es un desperdicio que coman esto siquiera una vez al día."

"-¡Está bien si comen estás migajas de comida!"

Así que recordando las palabras de su abuelo, respondió sin entender del todo la pregunta.

Fabián: Cómo... Una vez al día.

Noah: ¡¿Qué?! ¡¿Dijiste una vez al día?!

Fabián: ¡¿Si?!

Fabián no sabía que debía decir, pero sentía que no había expresado bien sus palabras "Me refería a que me regañaban una vez al día" pero no sabía cómo explicarlo, no entendía como debía explicarlo correctamente, así que abrió la boca tratando de arreglar su error.

Fabián: Uh.. Bueno, en realidad es una vez cada dos días.

Noah: ¡¿Qué...!?

Fabián: Uh... Una vez... ¿cada tres días?

Mientras más intentaba arreglar lo que decía, peor se ponía, la rabia de Noah iba en aumento, no entendía que estaba sucediendo.

Noah: ¡Qué demonios está pasando! ¡Llama a los sirvientes de la otra mansión ahora mismo!

Fabián puso la mano en su cara, no sabía que hacer.

Noah: ¡De alguna forma tengo que saber que está pasando!

Vicent: Mi señor, no hay sirvientes ni criadas en la mansión separada.

Noah: ¿Qué dices?

Vicent: Cuando Julio quiso darle algunos, la dama no acepto a ninguno.

Noah se quedó sin palabras "¿La joven dama noble vivió todo este tiempo sola criando a su hijo?" Noah recordó a Alessia, cuando la vio, tenía el cabello recogido y un vestido un poco ahogado, que dejaba ver lo delgada que estaba "¿incluso te encargas de tus propias comidas? Interesante..." Noah estaba en sus pensamientos, cuando la voz de Fabián hizo que volviera en si.

Fabián: ¡Ah, es por allá! ¡Allí está!

Noah: Está bien.

Ambos hombres llegaron a la pequeña fuente, Noah se quedó mirando la pequeña pala de hierro en el fondo, no era tan hondo, pero si era peligroso que el niño intentará alcanzarla, no iba a poder y caería sin poder evitarlo "Parece que se le cayó mientras alimentaba a los peces"

Noah: ¿Quieres que recoja eso?

Fabián: ¡Si!

Noah se quitó el saco y empezó a subirse las mangas, Vicent lo miro perplejo por un momento y luego dijo.

Vicent: señor, yo lo hago.

Noah: Para nada.

Noah se inclino para agarrar la pequeña pala, Vicent estaba sorprendido, el joven amo que conocía no habría hecho a la ligera.

Noah saco la pala y miro la cara de emoción del pequeño Fabián y le coloco la pala en sus manos.

Noah: Aquí tienes.

Fabián: ¡Muchas gracias! tío.

Noah se cruzo de brazos y levanto la barbilla emocionado.

Noah: Si te pasa de nuevo lo mismo, ven a buscarme por ayuda.

Fabián: ¡Si!

Mientras padre e hijo se miraban felices a los ojos, la voz de Alessia se escuchó no muy a lo lejos.

Alessia: Fabián ¿Dónde estás?

Alessia venía bajando la escalera, Noah que se encontraba de pie junto a la fuente, pudo verla con nitidez. Al verla con el cabello suelto recordó nuevamente a aquella mujer que hasta el día de hoy, no había podido olvidar, así que entrecerro los ojos.

Alessia miro a Fabián que corrió hacia ella al verla.

Fabián: ¡Mamá!

Alessia: ¿Dónde estabas? Tenía un buen rato buscandote y no te encontraba.

Fabián: ¡si! tío, me ayudó con mi pala.

Alessia: ¿Tío?

Fabián señaló en dónde se encontraban su (tío) y Vicent, Alessia no se había percatado de su presencia hasta que el pequeño los señalo, así que hizo una pequeña reverencia y hablo.

Alessia: Saludo su alteza.

Noah: Ha pasado un tiempo.

Alessia: Si.

Noah la detallo, había pasado un mes, pero ella seguía incluso más delgada que cuando llegó, el aura fría que emana de ella aún permanecia. Entonces Noah hablo de lo que le estaba preocupando.

Noah: Por cierto, el niño comentó que solo come una vez. ¿es cierto?

Alessia parpadeo varias veces, no entendía a lo que se refería, el niño comía sus tres comidas al día, incluso le hacía meriendas.

Alessia: Habrá escuchado mal...

Noah: No, el niño fue muy claro. Si se te dificultan las cosas porque no tienes sirvientes, ¿no crees que deberías decirlo?

Alessia: No, eso no es cierto.

Noah: Pero el niño lo dijo.

Alessia: Creo que aquí hay un malentendido.

Alessia se acercó al pequeño Fabián que estaba jugando con su palita de hierro, se agachó hasta quedar a su altura y lo miro sonriendo.

Alessia: Fabián ¿Acaso no comemos tres veces al día? mama te hornea galletas como bocadillo.

Noah se quedó contemplando a la mujer y al niño, por alguna extraña razón, quería abrazarlos y tenerlos cerca de él. "Entonces sabes hablarle con amabilidad al niño, normalmente no muestras tus sentimientos " Noah al inicio tenía que ella no le hablara de esa manera al niño.

Alessia: Sabes que tienes que decir la verdad.

Fabián:...Pero... ¡Si como mucho me van a regañar!

Noah: ¿Qué?

Alessia no sabía que decir, se dió cuenta de inmediato que el niño estaba hablando del pasado.

Alessia: Fa-fabián, ahora ya no pasa eso.

Noah: ¿A qué te refieres con qué ahora no?

Noah se había puesto pálido, no tenía ni la más remota idea de que estaba sucediendo.

Alessia: ¡No! el niño está confundido con algo que pasó en el pasado, no lo malinterprete...

Noah: No puedo hacerlo, tendré que revisar la cocina yo mismo.