Sinopsis
Maya, una hija adoptiva que vive en un barrio noble, en su decimonoveno cumpleaños conoce a un hombre que le cambia la vida...
Gael Bennet, un seductor director general, puede conseguir a cualquier mujer que desee, pero nunca se enamora debido a un suceso de su pasado.
Con la llegada de Maya a su vida, tendrá que luchar contra el amor que sentirá...
Al igual que el aire que necesita respirar, no podrá guardar lo que siente.
#Romance #Misterios #Reflexiones
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Capítulo 6
Gael Bennet
-¡Habla Carlo!
Carlo
-Deberíais casaros, sólo sobre el papel, para que si os pasa algo, vuestro hermano no tenga derecho a nada, y todo quede para vuestra hija, hasta que sea mayor, la mujer que elijáis pueda tener su custodia.
Gael Bennet
-¿Me casaré con Carlo? Hay que estar loco, ¿qué clase de idea loca es esta?
Diana
Escucho todo lo que estaban hablando.
- Gael, yo también estoy de acuerdo con la idea de Carlo, no necesitas relacionarte con la mujer, todo estará en el papel, y puedes hacer un contrato, será difícil encontrar una mujer que realmente merezca cuidar de Sara.
Gael Bennet
-Ya que estás de acuerdo con la idea, ¿por qué no te casas conmigo, Diana?
Diana
-No puedo, Gael, aún sueño con casarme con alguien que ame; por mucho que quiera a Sara, prefiero que encuentres una mujer que lo haga.
Carlo
-La otra opción es que vivas huyendo de tu hermano con esa mujer suya, ya que no quieres que los maten.
Gael Bennet
-Sólo porque mi hermano quiera matarme no significa que yo vaya a hacer lo mismo con él, Carlo.
Pensaré en lo que has dicho.
Diana
-Gael, si quieres, yo mismo me encargaré de buscar una mujer y puedo redactar una cláusula en la que no pueda involucrarse contigo y se le pagará por sus servicios.
Gael Bennet
-Cálmate Diana, lo pensaré.
No quiero casarme con ninguna mujer, aunque sea por contrato, pero si es la única manera, tendré que hacerlo por mi hija.
Gael decide vivir en Chicago con Diana y su hija Sara.
Mientras tanto, en la mansión Salvatore...
Maya Salvatore
Salimos temprano de la casa de la playa y volvemos a casa, como Caio tenía que volver temprano, Selena decidió venir también.
Llegué a la mansión y mis padres adoptivos estaban en el salón.
Selena Salvatore
-¿Pasa algo?
Pregunto a mis padres que están en casa.
Fabio Salvatore
-No hija, acabamos de llegar a casa temprano de nuestro viaje.
Gabriela Salvatore
-Maya, tenemos una sorpresa para ti.
Maya Salvatore
-¿Para mí?
Fabio Salvatore
-Sí, no hemos olvidado que ayer cumpliste diecinueve años.
Le entrego una caja.
Maya Salvatore
-¡Gracias!
Tomo la caja y la abro, donde había llaves, un billete de avión y una carta.
Abro la carta y veo que es la carta de aprobación de la beca en la Universidad de Chicago.
- ¿Cuándo llegó la carta de aprobación de la universidad?
Fabio Salvatore
-La semana pasada, pero Selena quiso sorprenderte y nos dio la idea de darte los regalos el día después de tu cumpleaños.
Maya Salvatore
Los tres me abrazan y me dicen que están orgullosos de mí.
El año pasado me gradué en el instituto y luego intenté conseguir una beca en la Universidad de Chicago para estudiar arquitectura.
- ¿De dónde son estas llaves?
Gabriela Salvatore
-De tu piso, compramos uno cerca de la universidad, para que tengas un lugar donde vivir mientras estés en Chicago.
Maya Salvatore
Estoy muy contenta de haber conseguido una beca para estudiar lo que siempre he querido hacer.
Selena Salvatore
-Iré contigo para ayudarte a moverte, Maya.
Maya Salvatore
-¡Gracias Selena!
Les doy las gracias a mis padres adoptivos y comemos de la tarta que traje a la mansión, la misma tarta que me compró Gael para mi cumpleaños, me sorprendo pensando en él en cada bocado de la tarta que me meto en la boca.
Pasan dos años...
Gael Bennet
Me voy a la empresa que había construido en Chicago y he puesto a gente de mi confianza a quedarse en las otras sucursales, han sido dos años agotadores, viajando de una sucursal a otra.
El hijo de Diana ya tenía un año y tres meses, le di mi apellido ya que ella no tenía idea de dónde encontrar al padre de su hijo.
Mi hija Sara ya tenía cuatro años y necesitaba estar más presente en su vida, cada vez que salía de viaje veía su cara de tristeza, así que decidí crear una empresa en Chicago.
De camino a la empresa veo a una mujer que parece necesitar ayuda, paro el coche y voy hacia ella.
Maya Salvatore
Llevo casi dos años viviendo en Chicago.
Estoy en el cuarto semestre de arquitectura, acababa de terminar de arreglarme y me bajo para ir a la universidad, en el camino Derick, que estudia conmigo, para su moto llamándome.
Derick Simpsons
Voy a la universidad y veo a Maya en el camino, paro la moto y la llamo:
-¡Maya, Maya!
Maya Salvatore
Me acerco a él y hablo:
-Hey Derick, ¿qué pasa?
Derick Simpsons
-Suba en la moto, te llevaré.
Maya Salvatore
-Lo aprecio Derick, pero prefiero caminar.
Continua...
