Un Esposo Para Navidad

Camila

Al llegar del despacho a mi casa no podía dejar de pensar en lo que había acabado de hacer, si mi padre se entera de esto nunca me lo perdonará, por eso tengo que ser muy convincente de que estoy enamorada de Andrés, pero es algo muy difícil, estoy arrepentida pero todo está hecho, solo espero que no haber cometido el peor error de mi vida.

-Amiga en qué piensas- me dice Adriana al entrar a mi habitación.

-En la locura que acabo de cometer, no sabes cómo me arrepiento de esto, no me gusta mentirle a mi padre, me siento fatal, pero ya no hay marcha atrás- le respondo.

-No te preocupes, sé que es difícil pero todo va a salir bien, yo voy a estar contigo y te voy a ayudar en todo lo que necesites- me dice dándome un abrazo.

-Lo sé y gracias por ayudarme con todo ésto- le digo devolviendo el abrazo- tengo una duda, que tanto hablabas con el amigo de Andrés, te ví muy cercana a él-

-Es un hombre precioso, hermoso, divino, se llama Maximiliano Salazar tiene 32 años, y no solo es el amigo de Andrés sino también su manager, y la mejor noticia es que va con nosotros al viaje, por fin creo que conocí mi príncipe azul- me responde

-Jajaja, tú estás loca, como dices que él es tu príncipe azul, oye ten cuidado apenas lo conoces, no quiero que te pase nada malo- le digo preocupada.

-Tranquila yo voy a estar bien, mejor vamos a dormir ya, mañana va a ser un día muy importante, tus padres van a conocer a Andrés y tiene que dar una buena impresión-

-Es verdad, hoy será una noche muy larga- pensé- dulces sueños amiga- le digo al verla salir de la habitación.

Al día siguiente…

Adriana y yo nos despertamos temprano, nos organizamos y salimos de casa rumbo al aeropuerto, allí nos esperaban Andrés y Maximiliano, no lo puedo negar hoy está más guapo que de costumbre, mi amiga de inmediato se va a saludar a Max, si así lo llama, desde ayer habla y habla de él, creo que ya la perdimos, luego Andrés se acerca a mi y me dice:

-Hola, al parecer mi esposa no tuvo una buena noche-

-Siendo sincera no, no pude dormir, estoy muy nerviosa, hoy vas a conocer a mis padres, y no sé cómo van a reaccionar a la noticia- le dije.

-Tienes que estar tranquila, si ellos te ven nerviosa, se van a dar cuenta que algo malo sucede, ven dame la mano y de ahora en adelante no la sueltes, mejor dime lo que necesito saber de tu familia, lo básico y luego me cuentas más, tenemos que sonar muy convincentes-

-Esta bien- le digo tomando su mano- en ese momento le conté todo lo que debía saber de mi familia, sus nombres y a que se dedicaban cada uno, él escuchó atentamente cada cosa que le dije, puede parecer extraño pero estando cerca de él me siento segura y protegida, tengo que alejar de mi estos sentimientos es solo un trato y así se tiene que quedar.

Andrés

Después de la boda, Maximiliano y yo nos fuimos a casa, esa noche la pasamos organizando las maletas para el viaje, no crean aunque me muestre tranquilo ante ella, me preocupa lo que pueda pasar, no sé cómo pueda reaccionar su familia, no sé cómo pueda terminar todo esto, por eso voy a prepararme muy bien para cumplir con mi parte del trato.

La noche fue muy larga para mí, no pude sacarme de la cabeza esos bellos ojos azules, así me quedé por varias horas, hasta que logré conciliar el sueño.

Al día siguiente Maximiliano me despierta muy temprano, parecía un niño al que llevan por primera vez a un parque de diversiones, salimos de casa y llegamos al aeropuerto, allí las esperamos un rato, luego las veo llegar y noto que ella está ojerosa y un poco pálida, no durmió muy bien, no sé por qué pero necesito preguntarle qué le pasa, me acerco y le pregunto , ella me cuenta que esta nerviosa, solo tomo su mano y le digo que no suelte la mía, no se porque siento que necesito protegerla, esto va a terminar mal.

Camila

El momento había llegado, el avión ya se encontraba en la pista de despegue y era el momento de ir a la sala de abordaje, no podía disimular mi miedo y mi preocupación, él al notar mis nervios se acercó a mí y junto sus manos con las mías, ya a lo lejos podía ver a toda mi familia reunida, nos apresuramos y nos acercamos a ellos.

-Camila hija creí que no llegarías- dijo mi madre al verme.

-Lo siento mamá, se nos hizo un poco tarde-

-Hola papá- le digo abrazándolo.

-Hola pequeña, quien es el caballero que te acompaña- dice mi padre mirando a Andrés.

-Mucho gusto doctor Montero, mi nombre es Andrés Salamanca, soy el esposo de Camila- dijo él saludando cortésmente a mi padre.

-¿Esposo?- preguntaron ambos al escuchar a Andrés.

-Si, mamá, papá les presento a Andrés Salamanca, mi esposo- les respondí tomándolo de la mano

-Un placer conocerlos a todos, Camila me ha hablado mucho de ustedes- dice él con una gran sonrisa en el rostro.