una chica cualquiera viaja en busca de sus sueños a otro país encontrando el amor y desamor al mismo tiempo...
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El primer día en "El Rincón del Café"
El tenue y persistente zumbido del despertador irrumpe en la apacible quietud de mi habitación, arrancándome suavemente del abrazo del sueño. Con un suspiro, me levanto, mis pies descalzos encontrándose con la fresca madera del suelo. El ritual matutino se despliega con su familiar cadencia: un breve paso por el baño para atender las necesidades básicas, seguido del reconfortante sonido del agua hirviendo para mi café. Mientras el aroma tostado y dulce del grano molido inunda la cocina, me dirijo hacia la ventana. Allí, de pie, sorbo mi primera taza del día, y mis ojos se deleitan con el espectáculo que se despliega afuera.
Con la última gota de café en mi taza, el dulce amargor persiste en mi paladar. Tomo mi cartera, me aseguro de tener las llaves y me encamino hacia la parada del autobús, que se encuentra a solo dos cuadras de mi residencia. No tengo que esperar mucho; el autobús llega puntualmente, apenas cinco minutos después de mi llegada. Un viaje en autobús por una ciudad europea es mucho más que un simple desplazamiento; es una experiencia de inmersión en la vida cotidiana de la urbe, un medio de transporte público que combina comodidad y una sorprendente economía. Los autobuses urbanos están excelentemente integrados en el intrincado sistema de transporte público, actuando como venas que conectan distintas zonas y atracciones turísticas con una eficiencia admirable. Sus paradas son frecuentes, garantizando una accesibilidad constante, y están perfectamente conectados con otros pilares del transporte, como el metro, el tranvía o los trenes de cercanías, lo que facilita enormemente la movilidad a lo largo y ancho de la ciudad. Aunque los autobuses urbanos pueden parecer sencillos en su diseño, la mayoría, especialmente los modelos más modernos o los destinados a rutas más largas dentro de la ciudad, ofrecen asientos cómodos y, lo que es invaluable en cualquier estación, aire acondicionado. Los precios de los billetes son, en general, sorprendentemente asequibles, y a menudo existen opciones de pases diarios o semanales para viajes múltiples, lo cual resulta ideal. Especialmente ahora, que mis ahorros, la reserva que me ha permitido subsistir en esta nueva ciudad, están a punto de agotarse, esperando ansiosamente la llegada de mi primer sueldo.
Al llegar al local, "El Rincón del Café", me encuentro con Doña Pepa, una mujer de expresión adusta y mirada escrutadora, que ya está abriendo la puerta principal. Me mira de arriba abajo, sus ojos deteniéndose en mí por un instante, y luego saluda con una seriedad que aún arrastra un dejo de desconfianza. Percibo que mi presencia, como la nueva empleada, sigue siendo objeto de un escrutinio silencioso.
Doña Pepa: "Buen día, Azul. Veo que llegas 5 minutos antes de la hora, eso habla bien de ti", dice con una voz que, a pesar de su tono formal, revela un matiz de pesar, como si le costara reconocer algo positivo.
Azul: "Buen día, Doña Pepa, acá dispuesta a trabajar y a dar todo de mí", respondo con una sonrisa sincera, intentando transmitir mi entusiasmo y compromiso.
Ella me indica las reservaciones del día, un listado que definirá la disposición de las mesas, y me pide que abra la agenda para el día en curso. Hoy, en apariencia, se presenta como un día relativamente tranquilo en la cafetería, con solo cinco reservaciones anotadas. Sin embargo, no son reservaciones cualquiera. Rápidamente me doy cuenta de que estas cinco empresas son las más importantes y prestigiosas de la ciudad: dos citas de negocios por la mañana y tres por la tarde. Conscientes de la importancia de estas reuniones, Doña Pepa y yo acordamos la estrategia para la mañana: María atendería a la empresa YY, Berta se encargaría de la empresa MM, y yo me quedaría a cargo de las mesas generales del local, velando por la comodidad del resto de los clientes durante toda la mañana.
Cuando Berta y María llegan al local, les doy las indicaciones precisas para la jornada. María, con su habitual profesionalismo y sin objeción alguna, comienza a prepararse de inmediato para recibir a la empresa YY. Sin embargo, la reacción de Berta es diametralmente opuesta. Con un gesto de evidente desaprobación, cuestiona mi decisión, afirmando sin rodeos que lo estoy haciendo mal y que, además, no dudará en hablar con Don Pascual para expresar su descontento. Su actitud me toma por sorpresa y me deja un sabor amargo.
Apenas veinte minutos después de la confrontación con Berta, la puerta del café se abre y entra Don Pascual. Su semblante, teñido de un aire de enojo y preocupación, denota que ya está al tanto de la situación. Se acerca directamente a mí, su mirada intensa, y me pregunta con una voz que no esconde su impaciencia.
Don Pascual: "Hola, Azul, ¿cómo estás hoy? ¿Me dices cómo organizaste el trabajo durante la mañana?"
Azul: "María atenderá a la empresa YY y Berta a la empresa MM, y yo me quedo a cargo de las mesas del local durante la mañana." Explico, intentando mantener la calma y la compostura.
Don Pascual: "Niña, está bien. Apenas contratemos a la nueva camarera, podremos organizarnos de otra manera." Sus palabras me dan un pequeño respiro, una señal de que no desaprueba completamente mi decisión. Luego, dirigiéndose a Berta con un tono firme pero medido, añade: "Deja que Azul haga su trabajo."
El día ha comenzado con el pie izquierdo. Es evidente que Berta no me lo va a poner fácil, y la perspectiva de tener que manejar la situación con ella me genera una punzada de miedo. La idea de no poder controlar las riendas de mi propio sector de trabajo me inquieta profundamente. Mientras mi mente bulle con posibles estrategias para abordar el conflicto con Berta, decido aprovechar el tiempo para familiarizarme aún más con el espacio. Recorro el lugar, observando cada detalle de "El Rincón del Café". La cafetería, evidentemente diseñada con un enfoque en reuniones de negocios, ofrece espacios amplios y versátiles, con mesas de diferentes tamaños y configuraciones que pueden adaptarse perfectamente a grupos grandes o pequeños, proporcionando la flexibilidad necesaria para todo tipo de encuentros. El ambiente es notablemente tranquilo y profesional, un verdadero oasis para la concentración. Además, la excelente conexión Wi-Fi y la disponibilidad de enchufes para dispositivos electrónicos son un plus invaluable para aquellos que buscan trabajar o mantener reuniones productivas. Más allá del café, ofrecen una amplia gama de opciones de comida y bebida, incluyendo alternativas para el almuerzo o la cena, lo que la convierte en un lugar ideal para extender las reuniones. Los servicios adicionales, como la posibilidad de realizar impresiones o la disponibilidad de salas de reuniones privadas, reafirman su enfoque en el mundo empresarial. Es, sin duda, un lugar sereno y profesional, ideal para concentrarse en el trabajo o llevar a cabo reuniones importantes sin distracciones.