Se Metieron Con La Omega Equivocada

Pero lejos de dormir placentero, Serena tenía pesadillas con la vida de aquella lamentable chica, la cual en sus sueños pedía justicia.

Cuando el sueño con esa chica terminó, Serena sueña con una hermosa mujer, la cual estaba embarazada y corría por un bosque, el cual se ve tenebroso.

Unas personas con pinta de malos seguían a la mujer embarazada, quien lucía muy asustada y dolorida.

De pronto la mujer se convierte en una loba gris, y sale corriendo bosque adentro, y los que la siguen hacen lo mismo.

Serena quiso ayudar a esa mujer, pero su cuerpo no se movía ni un centímetro, eso la llenó de impotencia y, sin querer, unas lágrimas se resbalaron de sus ojos.

Ella se deja caer en sus rodillas y se tapa la cara con sus manos, ya que de seguro esas personas que siguen a la mujer acabarán con ella y su bebé.

Para una doctora que ama salvar vidas como ella, es doloroso ver esa situación.

Su cuerpo luego de un tiempo logró moverse, y ella salió corriendo a ver si veía a la mujer embarazada.

Se metió bosque adentro, y la logró ver ensangrentada y con dolores de parto, y ella fue a auxiliarla.

—Tranquila, te ayudaré a ti y al bebé— expresa ella y la mujer solo asiente.

Serena acomoda a la mujer y le pide abrir las piernas y le explica qué hacer cuando sienta una contracción.

La embarazada hizo exactamente como ella le dijo, y cada vez que sentía una contracción, pujaba con fuerza.

Se mantuvo haciendo así hasta que el bebé dentro de ella nació.

Pero después del parto ella quedó débil.

—Debes de cuidar a mi hijo, él es el futuro de mi gente, dejó todo en tus manos. Este pequeño será tu hijo a partir de ahora, yo ya terminé mi misión, y sé, que en su momento, tú lograrás hacer la tuya— dice la mujer y se desvaneció dejando a Serena con un bebé en brazos.

En esos momentos, alguien despertó a Serena, y lo hizo de una manera brusca.

—Tu sucia Omega, es hora de hacer tu trabajo, esto no es una villa de descanso, como para que te levantes cuando te venga en gana— dice alguien, siendo en ese caso Débora.

Aun desorientada, Leyla se pone de pie y ve detrás de Débora a su amiga con sangre en la frente.

Minutos antes, Débora había entrado a la habitación y trató de despertar a Leyla y Katia, quien estaba despierta, se lo trató de impedir, y aquella mujer la empuja y Katia se da un golpe con la pared. Después de eso, Débora despierta a Leyla, el resto ya lo saben.

—Débora Ortega, nunca he dicho nada porque me hagan daño, pero hacerle daño a los inocentes, es el colmo— dice Leyla muy enojada, de su cuerpo sale una energía verde, lo cual hace que Débora se arrodille ante ella.

—Tu maldita Omega, ¿qué me has hecho?—pregunta Débora mientras trata de ponerse de pie, pero no podía hacerlo.

Con pasos lentos, Leyla camina hasta donde estaba Débora inclinada y la toma con fuerza por la barbilla.

—A diferencia de ustedes infelices de mierda, yo he trabajado como ninguna otra persona lo hará. Será mejor que no se metan conmigo, o con mi amiga, no saben de qué soy capaz, ahora fuera de mi habitación— dice Leyla y deja ir a Débora, para ir a sanar a su amiga.

Su energía espiritual baja gradualmente, y eso sirvió para que Débora se ponga de pie y, sintiéndose la más valiente del mundo, trató de lanzarse en contra de su hermana, con la intención de darle una paliza hasta acabar con ella.

Pero ella fue más rápida y pudo no solo alejar a su amiga, sino que también la puso a salvo.

Acto seguido, se va al ataque de Débora, y la toma por el cabello con mucha fuerza, y le dio una bofetada. La muchacha dejó salir un grito de dolor, el cual fue escuchado por todos en la mansión. Acto seguido, Leyla le dio una reverenda paliza a Débora, quien seguía gritando como poseída.

Su hermano, quien estaba desayunando, corrió a ver qué estaba pasando y lo que vio le enojó.

Su hermana estaba siendo golpeada por aquella Omega insignificante.

Muy enojado, Daniel se fue encima de Leyla para darle una lección, pero ella dejó ir a Débora y se le fue encima a Daniel.

Débora estaba totalmente desmayada de la paliza que le dio su hermana y así también terminó su hermano Daniel.

Acto seguido, Leyla saca de su habitación a los hermanos Ortega, bajo el asombro de todos. Por la pelea de hace poco, la habitación quedó hecha un desastre.

Leyla al quedarse sola, curó la herida de su amiga.

—Esos infelices se metieron con la Omega equivocada, todos lamentarán todo el daño que me han hecho— dice ella enojada mientras termina de curar la herida de su amiga.

Al finalizar, ambas organizan la habitación, y después de eso, se turnan para bañarse.

Después de limpiar sus cuerpos y cambiarse con sus ropas viejas, salen de la habitación y fuera de ella ven a los aliados de sus hermanos.

—Tu infeliz Omega, ¿cómo te atreves a hacerle daño a mi señorita?—pregunta una doncella con enojo, esa es Wendy, la doncella personal de Débora

—¿Quieren también una paliza?—pregunta ella y los sirvientes se ponen pálidos.

—No sé de dónde sacas tanta arrogancia, una perra como tú, solo es una cara linda— la que habló era Lema, sirvienta personal de Daniel, ella también es su amante.

—Será mejor que se quiten de mi camino si no quieren terminar como sus amos— aconseja Leyla y los sirvientes no le hacen caso.

—Todos ustedes agarren a esta Omega mugrosa, si hoy no hacemos justicia por nuestros amos, nadie lo hará— dice Wendy y todos corren a agarrar a Leyla y también a su amiga.

Eso enojó a Leyla, quien con una fuerza descomunal se soltó de esos sirvientes, y fue a liberar a su amiga, quien tenía su cuerpo débil, en el proceso, tuvo que romperle la cara a algunos sirvientes.

Algunos de ellos salieron corriendo del susto, mientras los que se quedaron allí, recibieron una paliza épica.

Leyla era una Omega solo de olor, porque en cuanto a fuerza, velocidad y magia, era similar a un alfa.

Su madre se encargó antes de morir, de preparar bien a su hija menor.

Para que nadie le haga daño solo por ser Omega, pero la verdadera Leyla aunque era poderosa, nunca se defendió de sus agresores, y terminó muriendo.

Pero estos infelices sabrán que se metieron con la Omega equivocada.

Personajes principales

Leyla y Katia

Los mellizos Ortega

Álvaro Ortega

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Hola.

Sean todos bienvenidos a esta nueva historia, espero que estos capítulos sean de su agrado.

Me siento agradecida por el gran apoyo que cada día le dan a mis historias, y espero recibir de ustedes el mismo apoyo.

Aquí se van a diveya lo grande, eso se lo aseguro

Espero que estén bien.