¿Qué es lo primero que haces cuando encuentras a alguien herido frente tu puerta? Ver si sigue vivo?, llamar una ambulancia?.
No. Lo primero que Michael hizo fue pensar que era lindo.
NovelToon tiene autorización de Nath para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAP 5
Vampiros. Los monstruos de sangre probablemente eran vampiros, infirió Michael con temor. Apenas un día antes, pensaba que vivía en un mundo normal, tan normal como fuera posible.
Muchos pensamientos pasaron rápidamente por su mente. ¿Un ritual de mayoría de edad? ¿Había matado a uno de ellos? Nada tenía sentido. Quería negar las afirmaciones de Elysian, pero la duda ya estaba sembrada.
Si lo que decía era cierto, y la belleza no había perdido la razón por sus lesiones, ahora inexistentes. Entonces yo también era un objetivo. Como esos que usaba para practicar tiro. Y tenía la peor de las suertes.
Y aquí estoy yo, hablando con un cazador de vampiros okupa, discutiendo sobre unas "medidas necesarias".
—Espera... ¿vampiros? ¿De verdad me estás diciendo que los vampiros existen? —Michael intentó mantener la calma, pero su voz delataba incredulidad. —Y... ¿tú los cazas?
El hombre de cabellos plateados soltó un suspiro, claramente molesto. La paciencia no parecía ser uno de sus dones.
—¿Te parece una broma? Todo es verdad. Escucha, solo lo explicaré una vez. Los vampiros son tan persistentes como cuervos con su presa, y si no lo crees, no me molestaría que te maten —amenazó con frialdad, usando la ignorancia de Michael como arma.
La advertencia surtió efecto. El aura intimidante de Elysian redujo drásticamente la valentía recién recuperada de Michael.
Aún recordaba cuando la belleza, sin parpadear ni dudar, lo degolló. Había sobrevivido a su encuentro, y ahora tenía que sobrevivir a vampiros. Ah, ¿desde cuándo vivir se había vuelto tan difícil?, se lamentó el pelinegro.
—Escucha... Estos monstruos que llamas vampiros —comenzó Elysian con voz baja y fría—, son seres que se alimentan de sangre. No importa el tipo; si la consideran deliciosa, te dejarán seco.
Michael se tensó, su nerviosismo evidente, pero trató de parecer indiferente.
—Tienen habilidades oscuras: maldiciones, brujería. Mientras haya sangre y tengan cierto nivel, pueden usarla a su favor —continuó Elysian, sin dejar lugar a dudas—. Como cazadores, es contradictorio, pero esas bestias nos sirven para hacernos más fuertes. Hace unos días cacé a mi primer vampiro y consumí sus cenizas. Pensé que todo había terminado, pero ese bastardo me maldijo. He estado recibiendo constantes ataques desde entonces —dijo el peliplateado con rencor al recordarlo.
Aunque Michael había esperado emoción al rescatar a la belleza, no era este tipo de emoción lo que buscaba. Su codicia lo había llevado a un terreno peligroso. No, él no era realmente el objetivo... al menos, según lo que Elysian le contaba.
—Pero, ¿no te están persiguiendo solo a ti? —dijo Michael, sin pensar.
Tierra, trágame, había metido la pata, pensó el pelinegro inmediatamente.
—Sí... pero gracias a tus acciones impulsivas y a toquetear mi cruz —dijo Elysian mostrando su molestia—, tendrás una conexión conmigo cada vez que sienta dolor, un dolor que será eterno si muero.
—Y si consideramos que eso reforzó el vínculo... —murmuró Elysian pensativo, no del todo seguro de las consecuencias.
Elysian había pasado la mañana reflexionando sobre lo ocurrido la noche anterior y había llegado a una conjetura aún no confirmada sobre lo sucedido...
La respuesta del peliplateado, derrumbó la recién nacida esperanza del pelinegro.
—Entonces... ¿qué hacemos? —preguntó Michael, buscando respuestas en la única persona que sabía lo que ocurría.
La pregunta sacó a Elysian de su reflexión. Lo miró fijamente y respondió firme:
—Hacemos lo que se debe hacer. Medidas necesarias, como dije antes. Me quedaré por un tiempo.
Tras un silencio, Elysian continuó, —Hasta que nos descubran, deberías...
El peliplateado se calló repentinamente y miró a los lados alerta. Tal como lo había hecho la primera vez.
¿Debería que...?, estaba por preguntar Michael. El cual, quería evitar que su boca hablara e hiciera otra pregunta que enojara a su ahora... ¿aliado?
—¡Muévete! —exclamó Elysian, al tiempo que una sombra rompía la ventana. Sus ojos emitían fuerza y cambiaron de un azulado a un color miel.
Elysian, con rapidez y destreza, jaló a Michael con fuerza y lo protegió de los fragmentos que volaban como afiladas cuchillas.
La sombra había sido tan rápida que Michael no la había notado antes. Él tembló de miedo y dolor.
Las heridas de Elysian él también podía sentirlas; en ese momento entendió lo que Elysian había querido advertir.
En el lugar donde cayó la sombra, un hombre que sonreía macabramente, sobresaliendo sus colmillos y con ojos rojos, decía: —Cazador, tu tiempo ha expirado —mientras lamía la sangre que brotaba de sus manos debido a una herida autoinfligida, con satisfacción.
—Ah, este aroma... es simplemente irresistible—dijo como si estuviera oliendo uno de los más refinados platillos.