Asher De Leon joven de 25 años quien tras pasar de 5 años en prision por un delito que no cometio, demuestra su inocencia con ayuda de su hermano y sale dispuesto a vengarse de quien arruino su vida
Acompañenme en esta nueva aventura
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Cap 13: El viejo Pepito
Creían que todo se quedaría oculto, bueno fue lo que Saúl, Melisa y Tadeo pensaron y hasta este punto ninguno creía lo contrario.
Hasta este punto han vivido muy tranquilos sin imaginar que han dejado más de un cabo suelto y hay alguien uniendo las piezas como si armara un rompecabezas.
El jefe del penal ha estado investigando por su cuenta, cree fervientemente en la inocencia de Asher y se ha propuesto a ayudarlo.
El lugar donde ocurrió el atroz arrollamiento de la jovencita, no tenía cámaras aparentes y según los involucrados nadie había visto nada.
Unos cuantos metros del lugar un indigente al que todos conocen como el viejo Pepito presencio todo lo ocurrido.
Vio a la joven cruzar intencionalmente la calle aun cuando veía el auto acercarse peligrosamente.
Observó a la mujer bajar del vehículo llorando al constatar que había matado a la chica.
Varios hombres rodearon el auto, unos le quitaron los zapatos y los calcetines, le colocaron otros y lo pasaron al asiento del conductor.
El hermano de la víctima lloraba y le reclamaba a un sujeto con ropa fina que todo era su culpa y que nada había salido bien.
La chica lloraba fuera de sí sujetándose la cabeza, el hombre le dijo algo al hermano de la occisa, tomo a la mujer y se la llevo en un auto lujoso.
Pepito sabía que era peligroso acercarse, por eso se mantuvo oculto.
Uno de los hombres se dirigió a un bote de basura y arrojo los zapatos.
A los pocos minutos la policía se hizo presente al igual que varias personas, por lo que pepito aprovecho y tomo los zapatos y se marchó del lugar.
Desde entonces ha cuidado esos zapatos con vehemencia, en más de una ocasión se ha enfrentado con quienes intentaron robárselos, nunca se los ha puesto y los mantiene preservados en una bolsa con cierre siploc para que no se contamine la evidencia.
Una chica que también estaba en esa condición, fue defendida y cuidada por el viejo Pepito, siempre tenía curiosidad de porque no vendía los zapatos que se notaban eran caros y se daba una buena comida.
Esos zapatos son mi boleto de salida de esta miseria, sé que algún día alguien me pagara muy bien por lo que significa y solo a esa persona yo le venderé o le daré estos zapatos por una mejor calidad de vida.
El viejo Pepito estaba loco según mucha gente, pero para la jovencita era un hombre muy sabio que no tuvo suerte y las circunstancias lo hicieron ser quien es.
La jovencita continuó junto al viejo hasta ganarse su cariño, le decía a todos que era su hija y nadie tocaba a la hija del viejo Pepito.
El tiempo transcurrio y en una noche fria Pepito hervia de fiebre, la joven Susi no sabia que hacer.
Susi esos zapatos pertenecen a un jovencito que fue acusado de matar a una joven en la carretera principal muy cerca de la estación de combustible, ese joven es inocente y esos zapatos algo tienen por eso lo desecharon, busca quien pueda ayudarlo y ayudarte a salir de esta vida, mereces algo mucho mejor, ddecíacon la voz apagada y titiritando de frío.
Pepito, no me dejes por favor decía entre lágrimas, iré por ayuda.
Llévate los zapatos Susi alguien podría robármelos y no estoy en condiciones de defenderme.
Susi asintió tomo su mochila y metió el tesoro del viejo Pepito, corrió por ayuda.
Algunos la vieron pasar y se acercaron al lugar donde estaba el viejo para que no lo golpearan fingió dormir, su boleto estaba lejos.
Susi corrió por varias cuadras sin parar, miraba a todas direcciones y no sabía a quien pedir ayuda.
Se sentia entre la espada y la pared, conocia todas esas calles, pero el temor de perder a la unica persona que se ha preocupado verdaderamente por ella le aterra tanto qye bloquea sus pensamientos.
Ve las luces azules y rojas acercarse y por un momento puensa en ocultarse y huir, pero algo la impulsa a detener la patrulla.
--Necesito ayuda oficial-- le dice a un policia, este mira a su compañero.
--Mi nombre es Susi, mi padre de corazon esta enfermo y necesita ayuda.--
--No soy medico-- le dijo quien estaba al volante con intencion de quitarse a esa indigente de encima.
Yo tengo algo importante que pyede ayudar a un chico acusado de asesinato en la avenida principal cerca a la estacion de servicio y mi padre tiene detalles cruciales de lo ocurrido, dijo todo super rapido.
Ambos oficiales se miraron.
Cual es el nombre del acusado preguntaron esperando estar en lo correcto.
No tengo ni la más pálida idea, pero mi padre si sabe, está muy mal, si van a ayudarme o iré por alguien que lo haga dijo con la clara intención de alejarse.
Espera súbete, iremos por tu padre, era uno de los contactos que tenía el director del penal y que estaba colaborando con la investigación de Logan.
Susi subió y le indico por donde ir.
Los demás indigentes revolvieron todas las pertenencias del viejo, buscando los zapatos, cuando las luces de la patrulla ilumino el oscuro y frío callejón huyeron asustados.
El viejo Pepito sonreía, su pequeña había encontrado ayuda.
Susi se bajo corriendo a revisarlo.
Uno de los oficiales lo ayudo a subirlo a la patrulla y lo llevo a un centro de salud cercano.
Al llegar, llamo a su jefe para ponerlo al tanto de la situación.
Que sea bien atendido al igual que la chica, búscale ropa y comida les pidió.
En una hora estaré en ese lugar, colgó y se dispuso a llamar a Logan explicándole la situación.
El viejo Pepito recibió atención inmediata, la fiebre era alta y una enfermera lo desvistió para bañarlo con ayuda de Susi.
La ingresaron a la ducha tibia para bajarle la fiebre y asearlo bien.
Luego lo secaron y uno de los oficiales le paso ropa cómoda para ambos.
Lo ayudaron a vestir porque los temblores eran incontrolables, se notaba lo delgado y deshidratado que se encontraba.
Susi estaba mojada.
Debería tomar una ducha señorita no queremos que también se enferme le sugirió la enfermera con una sonrisa.
La enfermera le tomo la vía para hidratarlo con suero y le inyecto una dipirona para bajarle la temperatura.
El medicamento comenzó a hacer efecto y Pepito se quedó dormido.
Susi salió con el conjunto deportivo que aunque le quedaba grande la hacía lucir muy linda, hacía mucho no se ponía algo tan lindo y limpio.
La enfermera le comento lo que le administraron a su padre y le trajo un jugo y un emparedado.
Susi se sintió tan bien, estaba limpia y con el estómago lleno, se sentó en el cómodo sofá y se quedó profundamente dormida, abrazando la mochila.
El viejo Pepito.
Susi adolescente de 17 años, al cuido del viejo desde hace 2 años.