Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Falso Destino parte 1
-A los 23 años conseguí trabajo en una heladería, aún seguía en casa de mis padres y mi noviazgo con Diego continuaba.
-Un día Diego me pidió que fuera con él a lo de su abuela después del trabajo, era la primera vez que iría a conocerla.
Diego- Hanna vamos a casa de mi abuela después de tu trabajo hoy, ¿puede ser?
Hanna- Sí!
-Ese día estuvo lleno de sorpresas y una de ellas fue la visita de Mica la hermana mayor de Alex.
Mica- Buen día!, ¿cómo estás?, eres Hanna ¿verdad?
Hanna- Sí, ¿algún helado en especial?
Mica- Uno de menta granizado por favor
-Me miraba todo el tiempo con una sonrisa en el rostro.
Mica- Eres como me dijo mi hermano
Hanna- Cómo está, Alex?
Mica- Igual que vos!
Hanna- Bien entonces!
Mica- Vos lo estás?, Ja!, mejor me voy
-El sentimiento que me provocaba todo lo que se relacionaba con Alex era aveces incontenible para mi , por eso llegué hasta no querer seguir sintiendo tanto por él.
-Esa noche fuimos con Diego a la casa de su abuela Rosa.
Diego- Abuela!, ya llegamos
Rosa- Ya está aquí mi nieto!, veo que trajiste a tu novia Hanna esta vez
Hanna- Hola señora, mucho gusto!
Rosa- Igualmente, toma asiento! Diego trae un poco de jugo para la joven
Diego- Ya vengo
Rosa- Qué tal te estás llevando con mi hija Marta?
Hanna- Bien, a veces voy de visita a su casa
Rosa- Sí? Ella es muy mala, deberías tener cautela con ella
Hanna- Por qué lo dice?
Rosa- Soy su madre y la conozco bien
Diego- Abuela espero que estés hablando bien de mi madre
Rosa- Solo estoy diciendo la verdad!
Diego- No cambias!, el tío ¿está adentro?
Rosa- Sí ,está viendo tele
Diego- Voy a verlo un ratito!
Rosa- Hanna crees en el destino?
-Su pregunta me tomo por sorpresa y dudé en responder.
Hanna- S... claro!
Rosa- Yo también!
-Después de una hora volví a casa y mis padres habían salido, mis hermanos estaban, pero cada uno en su cuarto.
-Se acercaba la hora de la cena y como tenía hambre nos preparé algo para comer.
Pedro- Qué preparaste?, tengo hambre
Hanna- Milanesa con arroz
Pedro- Bueno!
Hanna- Sami ya está la comida!
Sami- Ya voy!
-Terminamos de cenar y de repente el ambiente entre nosotros cambió por completo.
-Sami le reclamo a mi hermano por tomar del pico de la botella de agua y Pedro le levantó la voz.
Pedro- Por qué no te dejas de joder!, ¡suficiente tengo con ver tu cara todos días!
Sami- No puedes ser tan puerco!, ¡no estás con esos vagos de tus amigos!
Pedro- Qué te pasa estúpida!
Sami- A quien le decís estúpida!, ¡no eres más que una vergüenza en esta casa!
-En ese momento mi hermano empujó con fuerza a Sami, ella se enojó aún más y le pegó una cachetada.
-Cuando mi hermano tomó el impulso para pegarle un puñetazo le grité interviniendo entre ellos.
Hanna- Basta!, ya fue suficiente
-Él detuvo su golpe al verme en el medio mirándolo fijamente, mientras que mi hermana seguía provocando con sus palabras, pero por suerte él decidió irse a su habitación ignorándola.
Hanna- Ya no sigas!
-En eso llegaron mis padres, mi madre lo reto a mi hermano por intentar golpear a mi hermana y mi padre le dijo que la próxima vez se tendría que ir de casa.
- Vivir ese tipo de situaciones era estresante de un momento a otro estar bajo el mismo techo que mis hermanos era algo difícil de soportar.
-Mis padres también discutían con frecuencia, se sentía que la familia Len se estaba destruyendo de a poco.