CUARTO LIBRO PRINCIPAL DE LA COLECCIÓN HURMAYA:
Majic, Lycka y Huimang aman profundamente, pero deberán decidir cuánto están dispuesto a sacrificar por proteger a quienes aman.
¿Podrán ser capaces de reconstruirse después de ser arrastradas al abismo de la desolación y la desesperanza?
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5. Los nuevos reyes de Susumira
Las trompetas suenan, y los príncipes hacen su ingreso, hacen una reverencia al rey Carpio, y él en señal de su abdicación deja su corona en aquella mesa delante de la silla de coronación y se retira a un costado, Majic y Josag avanzan hasta llegar a aquella silla, Majic se queda parada a un costado y Josag avanza hacia el trono, esperando abajo y volteando a ver a Majic.
De pie junto a la silla de la coronación, el gran monje de Susumira presenta a Majic a todos los presentes expresando “Nació como princesa Majic de la familia real de Maruzba de Susumira, hija del rey Carpio y la reina Karoly”, para luego decir “Honor a la heredera de sangre del reino de Susumira, primogénita del último soberano”, inmediatamente se escuchan las trompetas reales; después de lo cual el gran monje vuelve a hablar “Señores, les presento a la reina Majic, su reina indiscutible. Por tanto, todos los que han venido este día a presentarle vasallaje y servicio ¿están dispuestos a hacerlo? A ello, la multitud responde “Por la reina Majic, hasta la vida, por la reina Majic, hasta la vida”, luego uno por uno hacía una reverencia a la reina.
Ante todos y de pie Majic hace el juramento formal de defender a Susumira hasta con la vida y gobernar con sabiduría y determinación al reino; después Majic se sentó en la silla de coronación, para luego ser rodeada como una especie de carpa de telas doradas, el gran monje rodea de polvo mágico toda la cubierta y luego esta se desintegra dejando un círculo dorado alrededor de Majic; luego se le entregó el orbe real en una mano y el cetro soberano en la otra; entonces la corona que ha estado en una mesa delante de ella le fue colocada; era una hermosa corona hecha en oro macizo adornada con 400 piedras preciosas, ampliamente decorada con cuatro flores de lis; para que instantes después el gran monje expresara “Ante ustedes, nuevamente la soberana de Susumira, reina Majic de la familia real Maruzba de Susumira; legado de sangre real por más de 10 generaciones, honor y gloria”.
Después Majic bajó de la silla de la coronación y se dirigió a sentarse en el trono, una vez que ella lo hizo, Josag pudo subir al trono junto con ella y recibir la corona preparada para él y prestar el juramento de acompañar a la reina en la conducción del reino; nuevamente las trompetas sonaron y los grandes ventanales del palacio fueron abiertos, para que los soldados que estaban en el patio, se unieran también al sonido de las trompetas, para que finalmente el gran monje señalara “Para toda la comunidad de Hurmaya, hoy se presentan ante ustedes, sus majestades Majic y Josag, pareja real de Susumira”; ahora son ellos quienes se dirigen al balcón principal a saludar al cuerpo militar.
Majic y Josag hubiesen querido quedarse conversando con Fortem, Huimang, Khwan minutos más tarde, tuvieron que subirse al carruaje que los esperaba en la puerta del palacio para hacer el recorrido en la ciudad principal como los nuevos soberanos de Susumira.
El rey Carpio se quedó tranquilo, pensó que finalmente había cumplido con la última voluntad de la reina Karoly, la madre de Majic, su hija era reina por derecho propio de la nación que la vio nacer, se había convertido en una mujer inteligente, fuerte, decidida, bondadosa, amable y dedicada; y no estaba sola; la acompañaba alguien que jamás podría opacarla sino que la hacía brillar más, porque se complementaban de manera armoniosa; su niña podría seguir el resto del camino, como siempre lo había hecho con dignidad y sabiduría.
Los cancilleres de Justicia lo esperaban en el patio; los reyes les habían pedido que le den un tiempo para despedirse de su castillo; él no entendía aquel requerimiento, estaba listo para partir, estaba el despacho con el rey Fortem.
- “Voy a pagar mis culpas, Su Majestad. ¿Por qué me pide aguardar?”, preguntó Carpio, tenía que llegar a su destino; especialmente ahora con aquello que le había revelado el rey Chien.
- “Solo los reyes Khwan y Chien saben la verdadera razón por la que me encuentro en este lugar, hay alguien que necesita verlo, y tal vez las cosas no sean como usted las estuvo pensando, solo le pido que la decisión que tome, lo haga pensando en la seguridad de mi familia, ya me la arrebató una vez, el compromiso se dio, el matrimonio se concretó y con ello terminamos perteneciendo a la misma familia, está en deuda conmigo, no se atreva hacer algo que los lastime; cuando salga del despacho, la persona que quiere hablar con usted ingresará, aunque sea la sorpresa más grande de su vida, haga aplomo de todo lo que ha hecho estos años, esto recién está empezando”, manifestó Fortem, Carpio estaba tan confundido, no sabía ni cómo responder.
Cuando Fortem salió, ingresó Karoly con capa y capucha, Khwan la había regresado a su rostro real; Carpio observó a la persona de pies a cabeza, intentando reconocerla aún con el rostro a medio cubrir por la capucha; pero cuando ella se mostró, él retrocedió; los cabellos castaños, los ojos avellanas, aunque con la mirada más severa y casanda, parecía que el tiempo casi no había pasado por ella, era Karoly en persona y no podía creerlo.
...Karoly...
- “Ha pasado mucho tiempo, Georgeus intentó protegerme, pero creo que no contó que reviviría en el lugar de mi verdadera esencia, la tierra de los demonios de fuego; sin ti no pude escapar, terminé siendo capturada y llevada a la tierra de los Senmorta, no pude salir de aquel lugar hasta que el rey Khwan usó sus poderes para sacarme…”, Karoly hablaba, mientras Carpio se acercaba lentamente hacia ella.
Carpio por un momento pensó que era un espejismo de su mente, pero mientras más cerca más real se hacía, escuchaba lo agitado de su respiración, latir con fuerza su corazón; y no pudo evitar abrazarla, con la misma intensidad que abrazó su cuerpo inerte cuando murió en sus brazos.
Karoly quiso retroceder, pero él la sostenía tan fuerte que solo se quedó estática, con sus brazos pegados a su cuerpo, ella no podía responder aquel abrazo, su corazón lo había dejado de amar hace mucho tiempo atrás, era extraño experimentar el hecho de que alguna vez amó a ese hombre con todas sus fuerzas, y ahora se sentía como el abrazo de alguien que conoces, y hasta estimas, pero absolutamente nada más.
Luego, de la impresión inicial, notó la incomodidad de Karoly y se separó de ella, y tomó conciencia de lo que le dijo, captura, llevada a la tierra de los Senmorta, que fue lo que vivió estos casi once años, en la que la creyeron muerta.
- “Siento no saber que decirte, salvo el hecho de que estoy inmensamente feliz de que estes viva”, dijo Carpio con los ojos llorosos.
- “El día que la hechicera que metí en este castillo murió, fue el día en que abandoné esas tierras, y durante esos meses, me he puesto al día de algunas cosas que sucedieron en mi ausencia; vi a tus hijos en la boda de Majic, el príncipe Ghean se parece bastante a ti; también los vi ahora felicitando a su hermana; me alegra mucho saber que ellos no llenaron su corazón de odio; parece que la nueva generación resultó mucho mejor que nosotros. Dicho eso, vengo a decirte todo lo que sé de los Senmorta, porque vienen tras Majic, la quieren muerta, y esta vez no trataré de protegerla sola, debemos hacerlos juntos”, expresó Karoly.
- “Bien, hagámoslo juntos”, manifestó Carpio tomando las manos de Karoly, “déjame intentar ganar tu corazón”, continuó diciendo.
- “Lo siento, eso es imposible, hay alguien más en mi corazón ahora”, dijo Karoly.
La realidad volvió a golpear a Carpio, Karoly estaba ahí por su hija y para salvar a Hurmaya, no por él; la invitó a sentarse y empezaron a hablar, el panorama era desolador, el peligro era inmenso, y había que engañar a los Senmorta, de la misma manera en que habían engañado a todo Hurmaya.
no sé si ando se sensible o q
pero me hizo llorar
saber q tuvieron una segunda oportunidad después de tanto sacrificio y dolor es gratificante
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