Tatiana muere luego de una vida dura y revivió como la villana de una historia que leyó años atras junto con su madre.... a base de sus conocimientos sobre la historia va a involucrarse en varias aventuras para lograr sobrevivir a este nuevo mundo lleno de magia...
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Comienzo a estudiar...
Por fin ya era de mañana, me desperté bien temprano, le pedí a Sara preparar mi baño y que le coloque espuma, iba aprovechar y hacer todas las cosas tontas que no me podía permitir en mi otra vida, quería parecer una de esas niñas ricas que llenaban la bañera con espuma y tomaban una copa de champán, mientras divagaba, Sara me mira extrañada y me dice
- Ludmi, disculpe mi incompetencia, pero no sabría de qué hablaba-
se quedó esperando algún grito mío, sin embargo, lo que recibió fue una risa nerviosa
- no te preocupes Sara, ya que no sabes que es te enseñaré, trae algún jabón-
Sara se apresuró y le trajo lo que pedía sin cuestionar
-tome aquí tiene-
Acto seguido derramé parte, del jabón, que tenía un aroma a rosas bastante lindo, en la bañera, la cual estaba hecha de piedras e incrustada al suelo, parecía más un aljibe, pero no importa, sirve para lo que quería hacer.
Mientras me bañaba me reía sola y jugaba con la espuma que había hecho, haciendo poses raras, como de niña millonaria, me ponía la espuma como una vedette, hasta me hice peinados raros. Al tiempo que jugaba, pensaba que la cara de Sara era muy divertida, se contenía la risa de las tonterías que yo hacía, pero por momentos me miraba como si estuviera loca, cosa que me divertía más. Después de jugar un buen rato decidí salir, me había quedado, en el cuerpo, un rico aroma a rosas, al llegar a mi habitación elegí uno de los vestidos que había adquirido el día anterior, era sobrio, de color Violeta, con pocas capas de tela, entre capa y capa que iba en degrade se veía tonalidades lilas, nada muy pastel, ni muy tétrico, la dosis justa, para parecer una joven centrada. No me maquille, ni pedí joyas.
Bajé a desayunar con mi familia. Saludé como lo había hecho el día anterior, si bien mi hermano seguía con un deje de sospecha comenzó a solo asentir mis saludos sin más. Hablamos con mis padres de cosas triviales, mientras los empleados cada tanto se acercaban para servir diferentes cosas para el desayuno, apreciaba tanto estos desayunos, no solo me traían café, leche, jugos, sino también había frutas, tostadas, facturas, cada cosa que podías llegar a querer aquí el cocinero te lo preparaba… Cada empleado que se me acercaba lo hacía con mucha cautela, ya que la anterior usuaria al ser una niña tan malcriada, al mínimo detalle que a su parecer era incorrecto, hacía un berrinche enorme. Sin embargo, yo estaba tan concentrada comiendo que ignoraba a los empleados.
Llegó la hora en que vino el primer maestro. Lucero Velmonte, al verlo y escuchar su nombre me extrañé, él era uno de los chicos que durante toda la novela iba tras la protagonista, obviamente a mí no me soportaba yo le caía muy mal, sin embargo, todavía no nos conocíamos, él sabe de mí únicamente por los malos rumores, por eso su actitud tan soberbia, o tal vez ya era así de soberbio...
-Buenos día señorita, me informaron que buscaba un maestro-
- Buenos días señor, así es pero nunca me imaginé que traerían alguien de tan buena reputación como es usted, mi expectativa era mucho más baja-
- Espero que se tome de enserio estas clases y no me haga perder mi tiempo, por sus caprichos.
-No se preocupe señor que voy a hacer mi mayor esfuerzo, para no decepcionarlo.-
Lucero se sorprendió por mi respuesta pero siguió con la misma cara de amargado, hay que admitirlo era una hermosa vista, por más que se vea tan agrio, tenía su cabello blanco, sus ojos color violeta, sus facciones tan delicadas que parecía un elfo, era alto, con buena complexión. Hay que admitir que a la autora le gustaban los chicos guapos.
Lo más raro era que mis padres pidieron un maestro para que me instruya y el haya aceptado, pues es un mago de renombre, que pertenece al gremio de magos.
La primera lección fue sobre historia, me enseño la historia del imperio y como estaba dividida sus fuerzas, como toda buen estudiante saqué para tomar nota y fui haciendo anotaciones de muchas cosas, me parecía muy interesante y más como él contaba todo, además era una bella vista mientras te explican, eso ayuda mucho a mantener la concentración.
Cuando finalizamos la primera lección me retiré y saludé educadamente, mientras acomodaba algunos datos que me había proporcionado mi ahora maestro.
En este reino está el poder imperial manejado por monarcas: emperador y príncipes, entre los que está el príncipe heredero, su fuerza se basa en el ejército imperial, conformado por caballeros excelentes en el arte de la espada, el arco, lanza y pelea a puño y de magos de menor rango.
Después viene la fuerza del gremio de magos, allí se encuentran los magos más grandes del imperio, donde no importa tu estatus, pues si eres mago, lo que más le interesa es la intensidad de tu magia, no de donde proviene, tampoco tu raza, ya que en este reino no solo se ven humanos, también tenemos a hadas como mi madre, demonios y semihumanos que básicamente son mezclas entre razas.
Mi madre pertenece al gremio de magos, ahora instruye a los más jóvenes, pero dice que es mucho más divertido el gremio, que la guardia imperial, puesto que allí son muy serios y siempre andan compitiendo por quien tiene más sangre de noble, además el gremio de magos logró manejarse como una sede aparte del imperio, se respetan, pero nadie le obedece a nadie.
Y por último, pero no menos importa esta las fuerzas de los ducados, si bien son fuertes en su mayoría, todo depende de quien sea la cabeza, es decir, pareciera más una mafia que un grupo de personas organizadas para mantener La Paz y luchar por el bienestar del imperio, mi padre es visto como el mejor espadachín, es muy fuerte, por ello cada miembro mas joven de las familias más influyentes y fuertes quiere participar en este ducado, pues mi padre sería como una estrella pop en la cúspide de su carrera, para ellos, todos pelean para resaltar, como mi hermano no se interesa en el arte de la espada, el puesto de sucesor de semejante título sigue sin ser nombrado.
Ahora que estoy sentada en mi habitación y analizando la información que acabo de recibir, pues no había tanto detalle en el libro que leí, si bien hay tres fuerzas muy importantes, el gremio de magos y el ducado más sobresaliente, ambos puestos de mayor poder, están dominados por la misma familia, quien simpatice con mi familia simpatiza ya con un gran poder. No necesitamos de nadie que nos proteja, solo con nuestro nombre nos podemos proteger. Sin embargo, caigo en la conclusión que mi destino se vio sellado para mantener La Paz, y fue todo tan rápido incluso la llegada del duque demonio, mis padres no pudieron reaccionar, ya que al momento que decidieron mi ejecución mis padres no se presentaron, estaban tratando con el Duque Demonio, me ejecutaron antes que ellos logren llegar a mi. Después ellos abandonan el imperio y este va cayendo en desgracia poco que poco, hasta que los protagonistas con su súper poder de amor lo reconstruyen…. Todo sea porque ellos dos vivan felices se ve…. El libro no da muchas explicaciones de lo que pasaba, se centraba mucho en la historia romántica, pero estoy pensando que hay un trasfondo más profundo…
Relata Lucero Velmonte:
Estaba practicando una fórmula en la biblioteca, cuando escucho entrar a la Duquesa Luz Plater con dos magos ya mayores, les pedía consejos para hallar un tutor para su hija, necesitaba que le enseñen sobre historia, matemáticas, economía y literatura. Ya había probado contratar a muchos maestros, por todo el reino, pero nadie quiso ir, dicen que no querían soportar los insultos de una niña como ella, claro que la señora buscaba a los profesores de mayor renombre, pero la desventaja con ellos es que se podían dar el lujo de elegir a sus estudiantes. Escuché con gran interés la conversación, ya que era la primera vez que veía a esa mujer tan frustrada. Cuando, de pronto, una de los magos más ancianos le dice
-Señora podríamos recomendarle a un joven muy brillante, es un erudito, y sabe mucho no solo de magia sino de temas contables, ya que su familia es muy reconocida por sus buenos negocios, lo que hizo que sus padres los instruyeron a todos por igual en el arte de las matemáticas y economía, el joven es el señor Lucero Velmonte, quien justo está aquí y si no mal recuerdo fue su estudiante.-
Fue ahí cuando me di cuenta que no fue casualidad ese encuentro, además me estaban poniendo en el compromiso de aceptar si o si la propuesta de la Duquesa.
Veo que la señora se acerca con una sonrisa deslumbrante, quien pudiera negarse detrás de esa sonrisa, esta señora es una de las mujeres más fuertes de este reino, como pudo tener una hija tan incompetente.
-Joven ¿me daría unos minutos de su preciado tiempo?-
No se si sonó a petición o amenaza, pero sin duda ya sabía que no me podía negar, esta mujer me enseñó muchas cosas de las que hoy en día me siento muy orgulloso.
-Si Duquesa por favor dígame que desea.
-Bien, como verá necesito que alguien competente instruya a mi dulce niña en las artes teóricas. Antes que contestes, se muy bien los rumores que rodean a mi niña, sin embargo, te pido solo una clase para que vea que mi hija va de enserio con esto, no quiere hacerlo perder el tiempo.-
Me quedé pensando, a esa niña la había visto en una de las fiestas de té, cuando estaba arreglando unos asuntos con el Conde Litet. Me pareció odiosa, pero no podía negarme a una petición de la Duquesa, además solo sería una clase y luego no la vería mas, todos salíamos ganando y no le decía que no a la señora que estaba bastante preocupada.
Al día siguiente, me dirigí al Ducado para mi primer y última clase con esa chica odiosa. Al verla entrar, la miré indignado pensando en todo lo que podría estar haciendo en ese momento en vez de perder mi tiempo, pero para mi sorpresa entro una joven hermosa, con un semblante que impactaba, lo que me llamaba más atención, eran esos ojos rojos tan profundo que parecían que te absorbían, tenía un hermoso vestido muy sencillo, pero en ella quedaba precioso, no traía joyas, y su piel al natural tenía un brillo propio de las hadas. Quede impacto cuando hizo una reverencia. La saludé cortésmente.
-Buenos día señorita, me informaron que buscaba un maestro-
- Buenos días señor, así es pero nunca me imaginé que traerían alguien de tan buena reputación como es usted, mi expectativa era mucho más baja-
Ella sabía quién era yo, pero en ese momento no sabía si me estaba insultando o halagando, sus palabras no tenían nada de malo, pero lo decía de forma tan fría e imponente. Le respondí esperando ver como brillaba su mal temperamento.
- Espero que se tome de enserio estas clases y no me haga perder mi valioso tiempo, por sus caprichos.-
-No se preocupe señor que voy a hacer mi mayor esfuerzo, para no decepcionarlo.-
Pero nuevamente me dejo más confundido, ¿acaso maduro está señorita?
Me dediqué a darle una lección rápida de historia sobre cómo estaba distribuido nuestro poder en el reino. Parecía seguir la clase y prestar atención, incluso al finalizar le hice un breve cuestionario sobre todo lo que le enseñé y contestó todo de forma correcta.
Terminamos por el día de hoy me despedí, y le aconsejé que comience a estudiar un poco de matemáticas básicas. Mañana la pondría a prueba a ver qué tanto soporta mantener esa calma.
Cuando salí me crucé con la Duquesa quien estaba esperando con ansias el veredicto.
- Duquesa, hoy la señorita lo hizo muy bien, mañana volveré para seguir con este labor de instruirla, si la señorita sigue comportándose de esta forma, no tengo más nada que decir.-
- Le dije joven que está niña ya había madurado y se tomaba muy enserio estas cuestiones.-
Sin más que decir me despedí y salí para preparar ejercicios básicos de matemáticas para el día siguiente, ya que sabía que nunca había querido estudiar así que estará muy atrasada….