Me casé a la fuerza y al mismo tiempo enamorada. Hasta el día de hoy lo amó, pero mi matrimonio es un fracasó. Y no sé si es mi culpa o es de ambos.
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Tomé está decisión.
Lo pensé y pensé. No puedo imaginar un mundo donde Adriana no esté. Ella es mi vida. Mi hija. Si algo le pasa... No no le puede pasar nada.
Piénsalo de otra manera. Sólo será una noche. Muchas mujeres se embarazan a la primera. ¿Porqué yo no.?
Me bañé y me puse una bata. Luego fuí a la habitación de Tyler. Antes de entrar respiré profundo. No quiero hacer esto.
Tal vez si quiero. Llevó más de tres años sin hacer nada.
Apreté las manos y entré. El no me notó. Se estaba quitando la ropa.
Su cuerpo no ha cambiado mucho en estos tres años. ¿Pero qué tonterías estoy pensando.?, me dí un golpe en la cabeza.
...Tyler....
¿Será que su amor por Adriana será suficiente para que quiera hacer esto.? Yo si quiero otro hijo con ella pero no así.
Estaba muy estresado. Preferí darme un baño. Unos minutos después de entrar unas manos tocaron mi espalda. Me giré. Parece que su amor por Adriana si pudo más que su odió hacia mi.
— Tomé está decisión. — Después de decir eso unió sus labios a los míos. Yo le seguí el beso y la levanté en mis brazos, entré en ella y me sentí pleno, más de tres años sin esto. Escuchar sus gemidos, besar sus labios, tocar su cuerpo desnudo. Enserio era maravilloso
— Te extrañé tanto. — Cerré la regadera y la llevé hacía la cama sin salir de ella. La acosté quedando sobre ella y seguí entrando y saliendo de su cuerpo.
— Aaaa. Aaaa. — Gemía y eso me provocaba más más ganas de seguir. Estuvimos así hasta que tuvimos el orgasmo. Nuestros cuerpos quedaron totalmente agotados. Ambos teníamos la respiración agitada.
Pasaron unos minutos y ella se levantó de la cama.
— ¿A dónde vas.?
— A mi habitación.
— No te vayas. — La abracé por detrás. — Quédate conmigo.
— Ya hicimos lo que teníamos que hacer. — Se quitó mis brazos. — Ésto que acaba de pasar no cambia nada entre nosotros. — Se cubrió con una sábana y salió.
...Zuri....
Tyler, ¿Porqué tienes tanto poder sobre mi cuerpo.? Me haces sentir tan bien. Aunque pareciera que el que no ha tenido relaciones en 3 años es el y no yo.
Me acosté en mi cama. Por un momento deseé que el estuviera a mi lado. Pero me quité ese pensamiento.
El no merece que yo lo amé tanto.
— Ojalá que ya haya quedado embarazada.
Al día siguiente fui a ver a mi pequeña. Ella ya no se levanta de la cama. Gracias a Dios todavía no la veo llena de tubos o esas cosas.
— ¿Cómo amaneciste.?
— Me siento débil.
— No te preocupes mi amor. Ya pronto estarás bien.
— ¿De verdad.? ¿Podré volver a la escuela.?
— Claro que sí. — La abracé y después bajé por su desayuno. Su papá se unió a nosotras.
Esperé el tiempo prudente y me hice la prueba de embarazo. No me creía el resultado.
— ¿Ya estás embarazada.? — Preguntó Tyler. Le mostré la prueba. — Parece que debemos seguir intentando. — Había cierta felicidad en su voz.
Yo preferí no decir nada. En la noche fuí a su habitación. Estubimos juntos y un mes después me hice otra prueba. El resultado seguío siendo el mismo.
— Nunca te vas a embarazar si sólo estamos juntos una vez. — Reclamó el. Y entendía su enojo. Yo también estaba desesperada por quedar embarazada. Dos meses habían pasado y tuvimos que internar a mi hija. Odiaba verla en el hospital. Quería tenerla de nuevo en casa. Quería que está pesadilla terminará.
...Tyler....
Tenía miedo. Adoró a mi hija. Verla en esa cama me estaba desesperado. Y más la actitud de Zuri. Me odia lo entiendo. Pero ésto no se trata de ella o de mi. Se trata de salvar la vida de Adriana.
— Tienes razón. Está noche...
— Está noche nada. Dormiré contigo hasta que salgas embarazada. — Me fuí sin escuchar su respuesta. Le pedí a una empleada que cambiara mis cosas de habitación.
En la noche Zuri me estaba esperando sentada en la cama. Al verme se levantó y yo fui hacia ella. Le desate la bata y aprecié su cuerpo desnudo. La bese y mientras tanto Zuri desabotono mi camisa y la tiró al suelo. Mi ropa fue desapareciendo poco a poco. La acosté en la cama y le dí besos por todo su cuerpo. Llegué a su lugar secreto y lo lami.
— Aaaa. — Soltó un gemido y después reclamó. — No quedaré embarazada si haces eso.
Ignoré lo que ella dijo y seguí probandola. Ella se retorcía del placer. Después de jugar ahí me coloqué entré sus piernas y la en**sti cómo me gusta.
— Aaaa. AAAAA. — Sus gemidos me hacían saber que la estaba volviendo loca. La levanté de la cama dejándola sentada sobre mi. Ella se aferró a mi cuello mientras yo entraba más y más. Me acosté dejándola sobre mi y ella movía sus caderas de una forma que me estaba enloqueciendo.
Se cansó y la puse debajo de mi de nuevo.
...Zuri....
Me quedé profundamente dormida. En la mañana me sentí extraña. Hacía mucho tiempo que no despertaba desnuda en sus brazos. Me pegué a su pecho.
— Nuestro matrimonio sería tan diferente si tú. — No. Ya no puedo ilusionarme con su amor. Me niego a salir lastimada una tercera vez.
Me levante de la cama y fuí a darme un baño. Unos minutos después sus brazos estaban sobre mi.
— ¿Nos bañamos juntos.?
Me giré.
— ¿Seguro que sólo quieres bañarte.?
— No. — Me levantó en sus brazos y entró en mí.
— Aaaa.
— Me encanta cómo gimes. — Siguió moviéndose increíble dentro de mi. No me bajó hasta que estuvimos satisfechos. Por un momento sentí el impulso de decirle que lo amó. Pero no. Ésto es solo para que yo quedé embarazada. Después de eso volveremos a ser el matrimonio frío de siempre.
Si pude analizar que perjuicio es cuando no se aclaran las cosas.SE TORNAN TURBIAS.