James Jones, J.J es un hombre guapo, orgulloso y sexy, hijo único de la famila más rica y poderosa de la ciudad. Acostumbrado a tenerlo todo al precio que sea.
Casandra Howell una joven sencilla, tímida, y solitaria, enamorada desde niña en secreto del joven Jones quien era diez años mayor que ella. Pero Casandra creció con problemas de autoestima debido a que de niña fue obesa, y su hermana mayor Monique en cambio si era una auténtica belleza.
El destino de Casandra pondrá su voluntad a prueba cuando, un día se despierta en la habitación de un hospital y le informan que fue drogada y abusada sexualmente.
Alguien le había robado su virginidad y su inocencia. Y ella no recordaba nada.
Cómo pudo ese encuentro de una noche cambiarlo todo?.
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Capitulo V
_ De que hablas? A que te refieres?_ dijo ella casi inaudiblemente.
_ Por favor Casandra!. Si que eres buena actriz, te felicito, estoy realmente impresionado_ continuó sarcástico James_ gracias a tu treta de anoche, mi padre me obliga a casarme contigo.
James nunca se había hallado frente a una intrigante tan calculadora y, sin embargo, cuando la miraba a los ojos, veía miedo y vulnerabilidad.
Ella temblaba y respiraba entrecortadamente.
_ Eso no es cierto_ agregó Casandra agitada_ Mis padres jamás permitirían que me casará con un hombre tan asqueroso como tú, alguien que me drogó y me violó, sin importarle nada más. Te odio, lárgate, no quiero volver a verte_ gritó ella.
_ Excelente actuación Casandra, realmente me quitó el sombrero ante tú astucia_ se acercó James a ella y la agarró de los hombros con fuerza. Por un momento se le pasó por la cabeza estrecharla entre sus brazos y castigarla con sus besos hasta que suplicara perdón y le confesara todo _ Nunca me había enfrentado a un plan tan monstruoso y osado _ la soltó y se apartó de ella. Temía perder el dominio de sí mismo que tanto había cultivado, como respetado hombre de negocios.
_ De que estás hablando?_ dijo ella aturdida y mareada.
_ Tu padre, convenció al mío de que eras una joven pura y casta. Pero creías de verdad que me ibas a convencer a mi? Cuando tú misma te entregaste a mi, te la pasaste toda la noche coqueteando conmigo, hiciste que te fuera a buscar una copa y te me desapareciste, luego te encontré oculta en la oscuridad. Fui un imbécil por haber caído en tu trampa, en tú plan para forzarme a casarme contigo. Si lo que buscas es dinero, déjame decirte que te sentirás desilusionada porque apenas pueda me voy a deshacer de ti y te echaré a la calle sin un centavo.
_ Eso no es cierto, no me interesa tu dinero _ ella se tenso_ Yo no, no… _ Casandra se frotaba las sienes_ Solo recuerdo cuando llegue al baile, unos niños jugaban debajo de una de las mesas, y luego tú me abordaste y me diste la copa de vino, fue lo único que tomé, después de eso todo es sombra y oscuridad, no recuerdo nada más.
_ Si claro que conveniente para ti _ murmuró él.
_ O conveniente para ti _ se aventuró a decir ella con desafío.
Provocando la mirada de desprecio de James.
_ Si... ya entiendo_ dijo él con intención de herirla_ Entiendo que sigues metiéndome a la cara.
_ Lárgate de una vez, ya no quiero seguir hablando contigo_ gritó la joven.
_ Relájate, no soportó a las mujeres histérica. Insisto en que seas sincera_ la presionó James.
_ Escucha de una vez por todas para que entiendas. No me quiero casar contigo, y tendrán que arrastrarme al altar o amarrarme para que lo haga. Está claro que tú no quieres y yo tampoco. Este desagradable episodio quedará pronto olvidado_ dijo la joven esperanzada.
James se preguntaba por qué las lágrimas seguían empañando sus ojos.
_ Haré cualquier cosa, si te niegas a casarte conmigo_ le prometío Casandra a James.
_ Cualquier cosa?_ murmuró, casi triunfante, y levantando una ceja suspicaz.
_ Si lo que quieras_ dijo Casandra desesperada_ Si lo que quieres es que diga que te seduje, y te monte una trampa lo haré, no me importa. Pero no aceptes a casarte conmigo, por favor. Crees que es justo que me case con alguien como tú? No quiero casarme con alguien que tiene que drogar a las mujeres para luego abusar de ellas, eso es demasiado bajo y ruin.
_ Que cosas dices mocosa impertinente, no se a que juegas Casandra, pero lo descubriré, puedes mantener esa absurda historia todo lo que quieras, las personas que me odian te creerán, pero los que me conocen, saben perfectamente que no tengo que estar forzando a las mujeres para que vayan a la cama conmigo ellas mismas se me ofrecen, como lo hiciste tú anoche. Pero no dejaré que el apellido y el honor de mi familia quedé enlodado por la duda, pues no; seguiremos con los planes de boda. Pero ten por seguro que te haré pagar esta ofensa. Convertiré tu vida en una maldita pesadilla _ dijo James con desprecio y salió de la habitación.
Casandra lo observó marcharse abatida, aún no podía creer como ese encuentro de una noche con su amor platónico de juventud cambio toda su tranquila y sencilla vida.
Tenía planes de alejarse de aquella comunidad apenas hubiera ahorrado el dinero suficiente para costearse la carrera de literatura que tanta ilusión le hacía, tenía intención de viajar a Inglaterra y vivir allá un tiempo con su tía paterna la viuda Katherine Hiddleton, ya había trazado su plan, tenía esperanza de que con el tiempo se olvidaría de James Jones, y dejaría atrás esa obsesión que sentía por él.
Soñaba con conocer a un chico sencillo que la amara, que compartiera su amor por los libros y la naturaleza, pero ahora estaba en ese horrible predicamento y lo peor, era que aún estaba perdidamente enamorada de James Jones a pesar de que sabía que no debería. Necesitaba poder odiarlo realmente. Era el villano de la historia, y aún así, lo seguía amando.
Jamás se casaría obligada y menos con un hombre que la había ultrajado, por muy enamorada que estuviera de él.
Como podían sus padres permitir semejante aberración, como podían tan siquiera imaginar que ella lo permitiría. Que pretendían que ella hiciera, que caminara hasta el altar con un hermoso vestido blanco, una gran sonrisa en el rostro y esperar a que el sacerdote los hiciera profesar amor eterno frente a la gente del pueblo que creía que ella era la zorra que llevo a James Jones obligado hasta el altar. Haciéndole ver a él como la víctima. Cuando era ella la que habia sido vejada. De verdad la comunidad de Snowfiel podia ser tan ruin con ella, solo por ser la chica humilde y poco agraciada que era. La mujer invisible que buscaba ser visible ante una sociedad movida por los intereses lucrativos de una minoría. Pues nunca se casaría con James Jones. Pensó Casandra con resolución.