MATRIMONIO ARREGLADO.

'Sam'

El día había llegado y con ello la firma de aquella libreta matrimonial.

Luego de él procedimiento que dimos ante el juez, ambos salimos de allí tomados de la mano como una pareja normal. *Aunque bien sabíamos que esto era solo un acuerdo.*

Mi madre se apresuró a tomarnos fotos y voltee a verla molesto, ella sabía que no quería que hubiera si quiera un recuerdo de ello.

Decidí de llevar a Diana por una cena en la cual nuestra única invitada sería mi madre, pues no pienso invitar a mi grupo de amigos para que luego me reclamen el haber perdido a una buena mujer.

Si Mia llegaba a saber de esto, definitivamente la perdería para siempre, sin siquiera tener la oportunidad de explicarle.

- Es un restaurante muy bonito, hijo.- dijo mi madre mientras veía en todas las direcciones. - *Hay muchas parejas enamoradas y creo que un ambiente así pegaría a la perfección con ustedes.

- Madre por favor, ya hablamos de eso.- Dije viéndola con mi seño fruncido.- Bien sabes que esto es solo un contrato en el cual Diana y yo dejamos nuestra firma y por el cual nos llevaremos bien durante un año, luego de eso.. cada uno irá por su lado sin irrumpir en la vida del otro.- volteó mi mirada a Diana.- ¿*No es así?

- Si, ambos estuvimos de acuerdo en eso*.- *respondió y sonreí. *Agradezco a que este de mi lado*.*

- Pero.. Diana, tu tienes que ayudar a mi Sam.- habló mi madre mientras tomaba sus manos. intenté decir algo pero ella me lo prohibió con la mirada.- *La muchacha de la cual esta enamorado no es una buena mujer.

- ¡Madre ya basta*! - protesté.

- En cuanto supo que mi ex esposo nos privó del dinero que nos mandaba a diario.. ella quiso terminar la relación. - Contó y bufé viendo en otra dirección.

- *Yo realmente..

- Escucha*.- la interrumpió.- *Si no quieres hacerlo por nosotros que somos dos completos desconocidos, hazlo por tu padrino, él siempre estuvo de acuerdo conmigo y.. que Sam se arruine la vida con esa mujer, simplemente nos decepcionará a ambos.

- Madre, deja de decir sandeces*.- respondí viendo a Diana.- *Ella no va a intervenir por mucho que le digas, firmo un acuerdo conmigo.

- Así es*.- respondió Diana y vi la decepción en el rostro de mi madre.- *Pese a que lamento lo que estan pasando.. solo hago esto por el contrato, con la sola condición de ayudar a mi padrino, fuera de ello no existe nada que me vincule con su hijo.

- Pero*..- Suspira.- Muy bien, ambos estuvieron de acuerdo con el contrato ¿no es así? - Vi a Diana asentir y asentí de igual manera.- ¿*Leyeron las letras chicas del acuerdo?

- Jamás las he leído, me parecen una pérdida de tiempo*.- respondi.

- Pues la verdad.. no he puesto cuidado en ello.- respondió Diana y mi madre sonrió victoriosa.

- Entonces su contrato podrá romperse en un año con la condición de que cumplan con lo que había escrito en letras pequeñas.- ambos la miramos con confusión. Ella sacó el contrato de su bolsa y nos lo entregó.

No.. ¡No No No No! Esto no podía ser verdad.

- Como verán, la única forma en que ustedes pueden romper con su matrimonio será solo trayendo un hijo al mundo, de lo contrario.. seguirán casados hasta que decidan tenerlo.- Agregó satisfactoriamente mi madre y me puse de pie muy molesto.

- ¿¡Lo planearon todo verdad!? - hable molesto. - ¡Tu y mi padre siempre haciendo lo que se les venga en gana! - Voltee mi mirada a Diana.- ¡Y tu! seguro eres cómplice de todo, también formas parte de este estúpido espectáculo que mis padres crearon. - Esperaba a que se levantata y me insultara o si quiera me respondiera pero.. solo me vio fijamente.- ¡*VETE OLVIDANDO DE QUE SERÉ AMABLE CONTIGO! eres una maldita cualquiera que solo va por el dinero de mi familia.

- ¡Sam*! - escuché decir a mi madre con molestia.- ¡CIERRA TU MALDITA BOCA EN ESTE MOMENTO! - golpeo la mesa.- *Si ella está metida en esto fue porque tu padre y yo lo quisimos así, no tienes porque faltarle el respeto.

- Madre, ya no tengo 8 años, ya no pueden manejarme*.- giré para marcharme pero entonces sus palabras lograron detenerme.

- Anda, ve, refugite en los brazos de esa descarada interesada. Pero cuando el abogado sepa de esto, tu te quedaras sin un peso, deberás vivir como puedas porque incluso yo te negare mi ayuda.- dijo enfurecido y voltee a verla.

Diana solo tenia la mirada perdida en algún lugar, algo que hizo doler mi corazón, pues ella no tenía culpa de nada y acababa de desquitar mi enojo con ella.

Me acerqué para pedirle una disculpa pero ella se puso de pie viendo a mi madre, como si yo no estuviera allí.

- Señora Elena, le agradezco la velada y pese a que desearía quedarme un poco más.. mañana tengo que trabajar, con su permiso me retiro.- Dicho eso salió, sin darle tiempo a mi madre para despedirse y sin darme tiempo de disculparme.

- Esto es tu culpa. - escuche decir a mi madre.- *La trataste igual que aquellas personas con las que trabaja, la heriste de la misma forma.

- ¿También te lo contó a ti*? - pregunté sonriendo falsamente. No puedo creer que se haga la víctima con mi madre también.

- No, ella no me ha dicho nada de eso, yo lo he visto y oído todo.- respondió y me sorprendí para luego caminar a mi asiento y sentarme nuevamente mientras la miraba.- Al principio creí que tu padre me engañaba con alguien, motivo por el cual le pedí el divorcio. - contó mientras tomaba su copa de vino. - Pero sin embargo no me reservaria el derecho a la duda, iba a averiguar cual era el motivo de su distanciamiento y.. descubrí que él estaba haciéndose cargo de la hija de su mejor amigo fallecido.- suspira.- Al principio creí que era un descaro ya que dejo a su familia para ir a trabajar a otra ciudad pero.. no le importo cuidar de una niña que no fuera su hija.- bebé un poco de vino y me ve.- Al investigar más a fondo supe dos cosas, la primera.. tu padre se pasaba días desvelandose para poder cumplir con el trabajo y evitar que nuestra empresa familiar quebrara.- Me sorprendo. jamás supe que el viaje de mi padre fue para evitar que nos vallamos a la ruina.- Y la segunda.. esa pequeña niña a la cual estaba criando.. no tenía a nadie más en este mundo.

Las palabras de Diana pasaron por mi cabeza.

*Tienes que hacerlo padrino, eres todo lo que me queda en esta vida y.. si tu mueres.. yo moriré contigo.

- Por ello es que no pude jamás levantar el dedo acusador contra tu padre, él era un buen hombre que buscaba ayudar a los demás sin importar nada*.- añadió y la vi.- Decidí dejar que mi investigador siguiera por años detrás de ambos, pues si a tu padre se le complicaba algo con la niña.. vendría de inmediato a ofrecerle mi ayuda.- sonríe penosamente.- Él siempre había soñado con tener una hija y pues.. luego de que tu nacieras, mi cuerpo no pudo jamás darle otro hijo. - Suspira.- Fue por mi investigador que supe todo lo que pasaba con Diana, estaba decidida a venir y ponerle los puntos pero antes de que lo hiciera, tu padre cayó grabe y con la condición de este contrato me quedaría más tranquila, al saber que tu la cuidarias de todo lo que le dijeran, de todas las acusaciones que hicieran en su contra. - zollosa.- Si solo hubieras oído todas las barbaridades que ellos le decían. La han humillado de mil maneras pero ella jamás se defendió, jamás le hizo saber a tu padre de ello y.. Jamás lloro por ello, parecía una persona vacía, a la cual nada le podría afectar y.. creo que ahora esta de igual manera, completamente destruida por tus palabras.- No agregó más, se puso de pie y camino a la salida del lugar dejándome solo.

Tomé mi cabeza con ambas manos y suspire. Lo he arruinado todo, ni siquiera tenía la culpa de esto pero.. Él enojo del momento solo me hizo decir tonterías.

Me puse de pie, pagué la cuenta y salí para luego dirigirme a casa. Acabamos de casarnos y la he lastimado el primer día en que es mi esposa.

*¡Soy un Imbecil!*