¿Qué sucede cuando la mafia y el romance se juntan? Bastian es un bravucón de corazón frío que esconde un deseo particular: quiere amar de verdad. La vida le sonríe cuando Nadir aparece en la preparatoria como el estudiante nuevo y ambos se embarcarán en una relación bastante curiosa.
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¡Lo he dejado impactado! Suelto el cuello de su camisa, comienzo a desamarrar mis tobillos.
—¿Golpeaste un muro o te peleaste con alguien? —Me animo a preguntarle. Sus nudillos de la mano izquierda estaban llenos de sangre fresca seca.
—¿De verdad no tienes miedo?
Me pongo de pie, su estatura es mayor que la mía y su mirada sigue siendo fría.
—¿Me secuestraste solo para saber si te tengo miedo? —Le quito el cigarrillo de la mano y lo pongo en mis labios, muevo mis cejas—. No te tengo miedo y es evidente que tendremos que conocernos mejor si tanto interés tienes en mí.
—¿Tú...?
—Soy Nadir Vázquez —le ofrezco mis mano como muestra de saludo—. Yo tengo que irme, debo ir a clase de historia.
Quito el cigarrillo de mi boca y lo tiro al suelo. Me doy la vuelta en dirección a la puerta.
—¡Espera!
—¿Sí?
—No vayas a clase. ¡Quédate conmigo!
...💘💘💘...
El timbre anuncia el final del día escolar. ¡Hora de salir de aquí! Guardo mis cosas en mi totebag, me levanto de mi pupitre y me dirijo a la salida del salón.
—¿Y esa cara? —Le pregunto a Julia.
Ella está al lado de Armando, se ve un poco estresada.
—Es que no sé a qué club debería inscribirme.
—¿Club? —Estoy desinformado al respecto, por eso me atrevo a preguntar.
—Sí. ¿Tú ya sabes a qué club unirte? —Julia me mira con atención.
—La verdad no. Ni siquiera sabía que...
—¡Nadir! —Su voz me hace voltear a verlo.
Es Bastian, está a unos cuantos pasos de mí.
—He venido por ti —dice al detenerse a mi lado.
—No es necesario, te dije que...
Pero no me hace caso y me toma de la mano. Siento su tacto sobre mi mano.
—Vamos, te llevaré a casa —Bastian tiene los ojos fijos en mí.
—¿Lo llevarás a su casa? —Armando se anima a cuestionarlo.
—Así es. Tengo que platicar con Nadir.
¿Qué rayos pretende este gánster? Chamarra de cuero, pantalón del uniforme y zapatos de cuero. ¿Por qué insiste en hablar conmigo?
—Les escribo mas tarde —me atrevo a decirles a mis amigos.
—¿Estarás bien? —Armando está preocupado por mí, yo lo sé.
—Sí. Estaré bien.
...💘💘💘...
—Y bien, ¿de qué quieres hablar? —Me dirijo a él.
Sus manos están aferradas al volante, sus venas se marcan y su vista está fija al frente.
—¿Tienes hambre?
—No. ¿Y tú?
—Se me antoja un filete de res.
—¿En tu casa te esperan para comer?
—No.
—Escuché que hay una carnicería donde te fríen la carne si así lo deseas, podrías ir a buscar tu filete.
—No. Será otro día. Hoy llevo prisa.
¿Prisa? ¿De qué o por qué? ¡No logro entender nada de lo que hace este tipo!
—Sé que eras el mejor estudiante de tu clase en tu anterior escuela —se anima a decir.
—Bueno, yo no diría que el mejor, pero sí me esforcé mucho para tener un buen promedio.
—¿Y seguirás esforzándote por ser el mejor?
—Claro. Mamá estaría orgullosa, además, tengo beca y eso es muy importante para mantener un buen promedio.
—¿Ya decidiste a qué club te unirás?
—La verdad no, ni siquiera sé qué clubes hay y no...
—Únete a Mafia Gris. ¡Es una invitación!