mia es una chica normal con un cuerpo anormal es decir ( gordito ) a diferencia a las otras chicas que la rodean. todas delgadas y con figura esbelta .
toda su vida se sintió invisible y criticada por su apariencia, hasta que un día gracia a un terrible accidente el cual la llevo a estar una semana en como y sin poder mover las piernas por un tiempo, conoce a un hombre que se hará cargo de ella, la amara y la aceptará tal y como es.
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yo no soy un objeto!!
cuando salí del hospital, vi que una camioneta negra estacionada justo enfrente
La enfermera con una sonrisa triste me dijo - señorita hasta aquí la acompaño -
Asentí sin emoción en mi rostro, pues no sabía que me esperaba y estar cerca de ese hombre me daba un poco de miedo
*Alejandro Montenegro *
- Óscar, dije haciéndole seña con la mano a mi chofer para que se acercara
- si señor dígame.
-ayúdala a subir al auto.-
Si señor enseguida, respondió Óscar
- señorita me permite- le pregunto a la chica
- no te estoy diciendo que le preguntes nada, súbela al auto ahora mismo-
Ella me quedó viendo con cara de pánico y asombro al mismo tiempo.
Sin decir palabra alguna Pero con la cara con mil emociones a la vez, Óscar subió a la chica a la camioneta.
Yo me subí después y ella me quedó viendo con expectación. Como si la fuera a regañar o a agredir
Pero no pronuncie palabra alguna.
de camino a casa ella que aún estaba débil, se dejó vencer del sueño
Poco a poco se fue recostando en los asientos de la camioneta hasta que su cabeza quedará sobre mis piernas
Yo estaba pensando en como termine involucrado en una situación así, quien era esa chica, por qué corría tan descontroladamente como huyendo de algo.
Mientras más y más preguntas se forman en mi cabeza, la voz de Óscar me saco de mis pensamientos.
-señor, ya llegamos.
- Bien dije - con el ceño fruncido, por favor ayúdame abriendo la puerta del carro. Y ayúdame a llevarla a una de las habitaciones.
- Enseguida señor, me respondió
Después de unos minutos deje a la chica en lo que sería su habitación.
*mia solís*
cuando desperté del sueño tan profundo que me había vencido en el camino,estaba en una habitación blanca totalmente desconocida, un pánico tremendo me invadio.
No sabía dónde estaba ni con quién estaba.
Unos minutos después escuché la puerta abrirse y el hombre entro y se posó justo a un lado de la cama
-¿como te sientes? Pregunto
Bien señor, respondí
asintió, está será tu habitación, dijo Hiba a responder Pero me interrumpió, no tendrás permitido salir de esta habitación sin mi autorización.
Me quedé helada, y no supe cómo reaccionar solo me quedé ahí estática mirando hacia el piso y con las lágrimas a punto de salir
Mientras estaba ahí como perrito regañado mil pensamientos cruzaron por mi mente
-¿y ahora que se supone que haré? ¿Me quedaré encerrada para siempre? ¿ quién es ese hombre y por qué me quiere tener prisionera?
tendrás una empleada que te traiga las 3 comidas del día- dijo sacándome de mis pensamientos, Pero por nada del mundo tienes permitido salir de esta habitación.
Y por qué - pregunté con la voz quebrada
Por qué si respondió arrogante, estás en mi casa y son mis reglas
Pero yo no soy un objeto, que puedes decidir cuando y para donde mover, dije con voz suave casi como un susurro.
Suspiro dramáticamente y me dijo, bueno si no te gusta puedes lárgarte, antes de dar un portazo que retumbó toda la habitación.
Me sentía tan frustrada que lo único que pude hacer fue undir mi cabeza en la almohada y soltar un grito de desesperación
Unas horas más tarde entro una mujer de unos 50 años, - buenas noches señorita, aquí le traigo su cena- me dijo con voz amable y una mirada comprensiva
Gracias Pero no tengo hambre, respondí
Señorita tiene que comer algo, recuerde usted estaba hospitalizada y duró una semana inconsciente y su cuerpo se debilitó al punto de no poder mover las piernas.
No quiero! Dije con voz firme, no puedes obligarme ni tu ni nadie grite
La señora asíntio apenada, de inmediato me sentí mal por tratarla de esa manera pues ella solo cumplía con su trabajo
Cuando estaba a punto de salir le dije espera, ella freno en seco y se giro para verme
si señorita dígame en qué puedo servirle me dijo con una sonrisa aún en su rostro
Si quiero la comida admití con cara de arrepentimiento, perdóneme por gritarla es que toda esta situación me tiene como loca
No sé preocupe señorita dijo con una sonrisa comprensiva, por cierto me llamo Maria dijo mientras estiraba su mano para saludarme. - y yo mia- mucho gusto señora María. Mientras le estrechaba su mano.
me puede acompañar mientras como? pregunté , no quiero estar sola
Si respondió al instante, mientras comía las señora María me platico de cómo terminó trabajando con el señor Alejandro, de como su familia la traicionó y el señor la ayudo, hablaba de el como si fuera un Dios.
Como es el ? pregunté
Como?
Si, como es él?
Bueno dijo la señora María mientras soltaba un suspiro, el es buena persona es bondadoso, educado, respetuoso.
claro hasta que... Se quedó callada dudando en seguir hablando
Hasta que? pregunté
Hasta que se enoja, por qué si se enoja se transforma en una persona totalmente diferente, se vuelve un demonio...
En eso se abre la puerta de la habitación y entra el señor Alejandro, con una mirada que mataria si pudiera
Señora María fuera de aquí- dijo con voz frustrada
y llévese todo esto, si señor enseguida respondió la señora María
Como pudo recogió todos los platos y prácticamente salio corriendo de la habitación..
dejándome encerrada con el señor, aterrorizada pues tenía cara de pocos amigos y según lo que me dijo la señora María, eso se significaba que se convertiría en un mismo demonio, y no sabía que me esperaba.
