Victoria Entre La Justicia Y El Amor

Esto es una amenaza.

Una mujer que no se podía quedar callada y menos cuando sabía que este caso podría llevarla por fin a los culpables de la muerte de sus padres.

- Mira. - el fiscal se levantó de su silla y rodeo la mesa acercándose a la hermosa Victoria, desde que había empezado a trabajar con él, ella se había vuelto en su fantasía. - No es una amenaza, solamente quiero protegerte.

- Porque motivo me quiere proteger, o de quien es que me quiere proteger.

La mano de Patrick rozaba el brazo de Victoria, a ella no le molestaba aquel toque, aunque le pareciera algo impertinente, dado el lugar donde se encontraban.

En su pensamiento deseaba que ese toque continuará y que si podría pasar a algo más no se opondría.

"Maldita sea, despierta este no es el lugar ni el momento".

Se decía mentalmente, pero ella no era la única que estaba en ese estado Patrick estaba en la misma situación que ella, él estaba loco por sus curvas, por su forma de ser, por su belleza natural.

El aliento de Patrick comenzó a causar estragos en el cuerpo de Victoria, y ninguno de los dos pudo aguantar, sus labios se unieron en un profundo beso. Necesitado por ambos, era como si dos mitades de algo se unieran y encajaran a la perfección.

Él era el Ying y ella el Yang, sus cuerpos hablaban por si solos, no paso mucho tiempo para que Patrick sentará a Victoria sobre su escritorio.

- No quiero que te hagan daño, aunque no lo creas, desde que entraste en esta oficina me enamoré de ti, me vuelves loco, te he deseado desde el primer momento.

Victoria veía a Patrick como su superior, nunca pensó que podría tener una oportunidad con él y más, sabiendo que ella tiene un pequeño hijo, son de las únicas personas que lo saben. Pero como ella, él tampoco sabe quién es el padre.

- Que piensas de lo que te acabo de decir. - sus frentes se unieron respirando agitadamente.

- Es algo que no esperaba.

- Si quieres que me detenga lo haré, ahora mismo sin repercusiones de nada.

Su mente y su cuerpo deseaban a aquel hombre, llevaba muchos años sin sentirse deseada por alguien, ansiaba volver a tener una oportunidad de una relación, quería probar de nuevo el estar con alguien.

- ¿Lo que dices es en serio?

- Cada palabra.

Ella no dudo y dio el primer paso, volviendo a unir sus labios con los de él, la ropa era un estorbo para ambos y una a una las prendas fueron cayendo y desnudos en la oficina se entregaron al deseo que ambos tenían.

Victoria quería sentir de nuevo él placer que sintió hace cinco años, pero no fue así, hace cinco años con la persona que había estado la había llevado del infierno al cielo en solo un segundo, aunque con Patrick no lo logro, si disfruto el momento.

Podía esperar que está relación avanzará, pero no la iba a forzar a ser. Iba a esperar a dónde la llevarían sin que esto afectará su trabajo, su forma de pensar, su forma de ver el mundo y sin perder su enfoque hacia lo que era la verdadera justicia.

- Eso fue.

Patrick se vestía mientras hablaba, en sus ojos se podía ver todavía el deseo que sentía por Victoria. Había logrado su objetivo, y puede que esto sea la perdición de el o de ella.

Los días pasaban y ambos trabajaban codo a codo para sacar los casos que tenían pendientes, el tema del caso en el que ella no debía trabajar. Pero como si fuera obra del destino, dos cuerpos volvieron a aparecer dos jóvenes de las mismas características de las anteriores. Y Paxton fue el que la llamo, no se reunieron en la estación, sino que habían decidido verse en un pequeño bar.

- Quisiera decirte que me alegra verte fuera del trabajo, pero sé que está reunión es de trabajo.

- Sabes que no podemos hablar en la estación, y tampoco estoy muy segura de hablar por teléfono.

- Estás más paranoica que siempre.

- Solo estoy siendo más cuidadosa que antes, necesito que me digas los que ha pasado con el caso de los Orlov y de las jóvenes de hace poco.

- Mira, te lo voy a decir por qué eres una excelente abogada y asistente de fiscal, sé que has conseguido muchas condenas, y necesito que me ayudes a mí también.

- Que es lo que pasa Paxton.

- Nadie quiere hacerle frente a lo que está pasando, estos dos homicidios los están manejando como algo normal, dos jóvenes que se escaparon de casa y encontraron la muerte.

- Se que Ronald está en ese caso.

- Te voy a ser sincero ese man no sabe dónde está parado, no sé cómo ha llegado tan lejos.

- La plata compra títulos.

- En fin, él sospechoso de las primeras víctimas, lo encontraron muerto en la celda días después de que tú hablar con el, las chicas de ahora también tenían reportes de desaparición y no solo eso, ahí una empresa de modelos que está involucrada.

- Dame todo por escrito yo veré qué puedo averiguar y si tienes algo más me avisas.

Había muchas agencias de modelos, que estaban siendo investigadas por la policía y el FBI, años de intervenciones, de revisiones y nada había salido.

Incluso habían mandado a agentes encubiertos pero como por arte de magia desaparecían y si volvían a aparecer pero no con vida.

Los pensamientos de Victoria iban y volvían, tratando de conectar toda la información que tenía, tanto los informes dados por Paxton como lo que tenía de la USB. Al parecer nadie sabía de que ella tenía esa información, o eso pensaba ella.

Pues seguía sintiendo que alguien la seguía y la vigilaba y no fue hasta que salió del bar que se dio cuenta de que sus sospechas eran ciertas.

Cinco hombres se acercaban a ella, llevaban trajes negros, del mismo susto que tenía, se imagino a los hombres de negro.

- Señorita por favor acompáñenos.

No lo decían como una opción, si no como una orden y ella sabía que si los seguía su vida estaba acabada y no tenía ningún seguro de que no fuera a terminar bien.