Alexa Stronghold había vivido su vida en una completa calma, nunca se había exigido o esperado nada de ella, vivió su niñez feliz, rodeada de hermanos y primos con quien jugar. Cuando el tiempo paso cada uno tomo su lugar, todos tenían algo a lo que estaban amarrados, un destino asegurado, un lugar seguro que ocupar. Pero cual era su lugar?
Ella tenía la oportunidad de elegir su camino, de labrar su propio destino... pero no había nada, no existía nada en el mundo que despertara su curiosidad o su interés. Hasta que llegó el.
El Beso del Nigromante despertó su oscuridad, una batalla entre el deber y el querer se libraba en su interior, un amor que perdió y que parecía nunca poder volver a encontrar. Por mucho tiempo Alexa se había creído la escritora de su vida, la dueña de su destino, pero un día la verdad sale a la luz, entonces se dará cuenta que su destino nunca le había pertenecido, siempre le había pertenecido a él.
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13. Estúpida
Estaba en completo shock, mi boca abierta de sorpresa, y aunque en mi cabeza mis dos queridas amigas parecían no querer callarse, yo estaba completamente blanco, mientras observaba la sonrisa nerviosa en los labios de Damián solo deseaba poder volver el tiempo atras y no haber escuchado esas palabras salir de sus labios...
.- Entonces que dices, Alexa?.- Damian tomo mis manos y un gruñido furioso vibro en mi pecho y salio de mis labios, sus ojos se abrieron en sorpresa y solto mis manos moviéndose hacia atras, me sentí avergonzada de la reacción que evidentemente no venia de mi, si no de bless.
Dile que no, Jamas aceptaremos!!
El es exactamente mi tipo, yo digo que acepte
No!!!
Dile que si, Alexa, has visto sus manos? Y esos brazos, yo moriría en esos brazos gustosa.
El no es nuestro compañero, dile que no, si lo aceptas, le destrozare la maldita garganta.
Y crees que voy a dejarte? Yo lo quiero para mi!!
No!!! No eres tu sola, yo no lo quiero, quiero a mi compañero.
Y dale con lo del compañero...
- Lo siento... No queria molestarte.- Damian se levanto de su silla y una lucha Interna comenzo dentro de mi, mi cuerpo se movió hacia adelante, me levante de la silla con tanta rapidez que la silla se tambaleo y cayo hacia atras, mi mano se encajo en su muñeca y volteo su rostro hacia mi, sus ojos se abrieron en sorpresa al mirarme.- Alexa... Tus ojos.
.- No te vayas.- las palabras salieron de mis labios, Darkness haciéndose presente, sus feromonas haciéndose presenté, Damian me veia dudoso.- Yo Lo pensaré...
Bless gritaba en mi cabeza desesperada y yo solo queria arrancarmela, solte su mano y empuje a mis lobas hacia atras, cerre los ojos y suspire.- Lo siento, Damian... No puedo... No puedo aceptar tus sentimientos.
Yaay!!!
Pff... Patética!!
Abri los ojos y lo mire, su sonrisa siempre brillante se torció.- Lo sabia... Seguro estás esperando a tu compañero, verdad... Lo siento, solo... Necesitaba intentarlo.- damian dio dos paso hacia atras alejándose de mi.- No volvere a molestarte...- volteo su rostro hacia otro lado, este era uno de los momentos más incómodos de mi vida.- Bueno, yo... Tengo que irme.- Damian me dedico una ultima mirada y salio del comedor dejándome con un vacio en el pecho.
Damian era tan agradable, sincero, simpatico, cariñoso, hablador, era todo lo que cualquiera pudiera querer, pero el no era Dereck... Y me odiaba por lastimarlo, por haber borrado aquella sonrisa que tanto me gustaba de su rostro.
Era lo correcto Alexa
Eres estupida... Las dos lo son, aquel compañero al que tanto esperan nunca va a llegar, han pasado 15 años, creen que siquiera se acuerda de nosotras, mientras ustedes estan aqui suspirando de amor por el, el ni siquiera debe estar pensando en nosotras... Estoy cansada de esta mierda.
El gruñido molesto de Darkness fue lo último que escuche antes de que desapareciera en la profundidad de mi mente.
Yo tambien lo creía... Era estupida.
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El sonido de mi telefono me despertó esa mañana, me levante de la cama buscando el sonido de mi teléfono
Por la diosa apaga esa porquería, quiero dormir.
Consegui el telefono en los bolsillos de la ropa que me quite anoche, mire en la pantalla el nombre de Jaxon, atendí la llamada y lleve el teléfono a mi oido.
- Buenos dias, Jaxon.
- Alexa, necesito que vengas, encontraron un cuerpo sin vida en el bosque.
Las alarmas se encendieron en mi interior, eso no era normal, no aquí y porque tan de repente
- Enviame la direccion, voy hacia alla.
Colgué la llamada y comencé a vestirme rápidamente, me puse mis botas y corri al baño
Al fin algo de acción en este lugar.
Que?... Como te puedes alegrar, alguien murio Darkness.
Mientras no sea alguien de la familia, entonces no me interesa.
Y como sabes que no es alguien de la familia?
Lo hubiera sentido.
Salí de la habitación ignorando la charla que había en mi cabeza, salí por la puerta trasera del palacio y camine hacia el bosque, un olor extraño se filtró en mis fosas nasales, un olor putrefacto que me hizo arrugar la nariz.
Que es ese Olor? Diosa es horrible
Siguelo
Que? Asco, no sigas ese olor.
Es alla, síguelo.
Camine siguiendo el olor, definitivamente para alla era para donde íbamos, observe a Jaxon desde lejos, volteo hacia mi y levanto la mano haciéndome seña, camine hacia ellos, todos estaban ahi rodeando lo que parecía ser el cuerpo sin vida, se abrieron paso cuando llegue y lo que mire en el suelo me dejo de piedra, Un cuerpo casi irreconocible yacía en el suelo, sus ojos habían sido arrancados, al igual que sus manos y en su pecho habia un hueco inmenso que casi desprendía su torso de sus extremidades, su cuerpo estaba quemado, casi completamente negro, era casi imposible de reconocer... Pero yo lo reconocía, caí en en el suelo de rodillas incapaz de poder mantenerme de pie, las lagrimas se acumularon en mis ojos, me mordi los labios aguantando las ganas de gritar, no podia ser cierto.
.- Que?... Que paso, Alexa?.- Jaxon me tomo del hombro preocupado, suspire incapaz de decir las palabras.- Quien es? Que pasa, Alexa?.
.- Es... Damián.- el suspiro de sorpresa colectivo no se hizo esperar.
.- Que? No no, no, no puede ser él, como... ¿Como lo sabes? Es imposible.- me acerqué a su cuerpo, tomé su cabeza chamuscada entre mis manos y la puse en mis piernas, sabía que era el por qué podía sentir su olor todavía fresco en lo que quedaba de su cuerpo, pero también había otro olor, un olor que no esperaba volver a oler y menos en estas circunstancias.
Hierbas y Azufre
