Ojos Súper Asombrosos

La llamada telefónica era de Kalisa. Kalisa tenía algo importante que hablar con Samuel.

"Hola Samuel, soy yo Kalisa," dijo Kalisa al teléfono.

"¿Qué sucede?" respondió Samuel.

"Mi abuelo te ha invitado a almorzar esta tarde, como agradecimiento por tu ayuda de ayer," contestó Kalisa.

"Está bien, iré."

"No olvides prepararte, después de eso iremos a reservar una habitación," añadió Samuel.

Samuel pensó en aprovechar la ocasión para tratar la rara enfermedad que tenía Kalisa. Sin embargo, Kalisa tenía una idea diferente.

"Maldita sea, pareces tan impaciente," pensó Kalisa, sonrojándose en otro lugar.

Lo que había prometido finalmente fue reclamado por Samuel. Con reluctancia, Kalisa solo pudo cumplir.

"Está bien, te enviaré la dirección del restaurante," agregó Kalisa.

Después de eso, la llamada terminó. Samuel aún tenía dos horas antes de asistir a la invitación del abuelo de Kalisa.

Al otro lado de la calle, Samuel vio una peluquería y una tienda de ropa. Pensó en verse presentable para el encuentro con el abuelo de Kalisa.

Antes, no tenía dinero, así que su apariencia era desaliñada. Pero ahora todo había cambiado; era hora de lucir mejor, pensó.

Samuel se dirigió primero a la peluquería. Inmediatamente pidió que le cortaran y arreglaran el cabello.

Una vez que terminó, Samuel se dirigió a la tienda de ropa que estaba al lado.

Comenzó a elegir algunas prendas para él y no olvidó comprar algunas para su hermana.

Tras unos momentos, Samuel había adquirido varias prendas. Ahora solo le quedaba media hora para llegar a la invitación del abuelo de Kalisa.

Samuel comenzó a cambiarse de ropa con las nuevas prendas que acababa de comprar. Se puso una camisa de manga larga y unos pantalones Levis negros.

Se miró en el espejo, observando su rostro y su aspecto.

"Resulta que soy bastante atractivo," se dijo a sí mismo.

Después de finalizar, Samuel tomó un taxi hacia la dirección del restaurante que le había proporcionado Kalisa.

Al llegar, se dirigió directamente a la habitación donde se encontraban Kalisa y su abuelo. Samuel, que caminaba con su nueva apariencia, llamó la atención de muchas mujeres allí. Ellas veían a Samuel tan atractivo que algunas incluso pensaban que era un artista.

"Perdón por llegar un poco tarde," dijo Samuel al abrir la puerta.

Cuando Samuel entró, vio a Kalisa y a su abuelo sentados esperándolo.

Kalisa y su abuelo parecieron sorprendidos al ver la nueva apariencia de Samuel. Samuel era muy diferente de antes, esta vez lucía muy ordenado y atractivo.

"Samuel, siéntate," dijo el abuelo.

Samuel se sentó y miró a Kalisa. Kalisa, al darse cuenta de que la estaba observando, comenzó a sonrojarse. Sobre todo, recordó la conversación que habían tenido por teléfono.

"Samuel, tu abuelo te invita como agradecimiento por tu ayuda; si no fuera por ti, tal vez mi abuelo ya no estaría aquí."

"Ya, abuelo, eso es nuestro deber, ayudarnos mutuamente."

"Eres un joven realmente extraordinario, estoy seguro de que tu futuro será brillante," el abuelo veía el gran potencial en Samuel.

"El abuelo está exagerando," pensó Samuel entre risas en su interior; con los impresionantes ojos que tenía, era fácil para él.

Luego comenzaron a comer mientras charlaban. Samuel tuvo que admitir que la comida en este restaurante era deliciosa, lo que lo llevó a devorarla.

"Kalisa, estás comiendo muy poco; si sigues así, no tendrás suficiente energía," dijo Samuel viendo la poca comida en el plato de Kalisa.

Las palabras de Samuel sorprendieron a Kalisa, y sin querer, su mano golpeó un vaso de agua. El agua se derramó un poco sobre su ropa.

"Maldita sea, incluso te atreves a bromearme en un momento como este," pensó Kalisa con frustración.

Kalisa pensó que Samuel le pedía que comiera mucho para tener energía y poder acompañarlo más tarde.

"Realmente es un hombre ansioso y problemático," dijo Kalisa de nuevo en su interior.

"Voy al baño un momento," dijo Kalisa, visiblemente avergonzada, y comenzó a levantarse para salir de la habitación.

Kalisa caminó hacia el baño, y al llegar allí, empezó a arreglarse. Mientras se miraba en el espejo, también se hablaba a sí misma.

"Ten cuidado, si te atreves a coquetear conmigo, te estrangularé," dijo Kalisa, refiriéndose a Samuel.

Después de terminar, Kalisa salió del baño para regresar a la habitación donde estaba su abuelo. Sin embargo, de repente se encontró con un joven en el pasillo.

"Kalisa, qué casualidad encontrarnos aquí," dijo el joven.

Ese joven se llamaba Nando, quien estaba muy interesado en Kalisa y la había estado persiguiendo durante mucho tiempo. Sin embargo, Kalisa no sentía nada por Nando, por lo que siempre lo evitaba.

Mientras tanto, Samuel, que ya había terminado de comer, comenzó a sentir que necesitaba ir al baño. Se despidió de su abuelo para ir al baño un momento.

Samuel comenzó a caminar hacia el baño y se sorprendió al ver a Kalisa apoyada contra la pared, mientras que frente a ella había un hombre hablando.

"Querida, hoy estás muy hermosa," dijo Nando a Kalisa.

No se puede negar que Kalisa lucía increíble esa noche con un vestido hasta la rodilla. Su cabello lacio y largo hasta los hombros la hacía ver encantadora. No es ошибка que Kalisa sea una de las mujeres más bellas de esta ciudad.

"Nando, eres muy molesto, ya te he dicho que tengo novio," respondió Kalisa, enojada.

Kalisa siempre mentía diciendo que tenía novio para que Nando dejara de perseguirla.

"Kalisa, no me mientas más, he mandado a alguien a investigarlo, ¡no tienes novio en absoluto!"

Al oír esto, Kalisa se mostró sorprendida y no podía creer que, durante todo este tiempo, Nando la había estado espiando.

Nando comenzó a mirarla con una mirada lujuriosa.

"Maldita sea, el cuerpo de Kalisa es tan tentador, si logro conquistarla, debo jugar mis cartas bien," pensó Nando mientras lo imaginaba.

"Te amo con todo mi corazón, Kalisa, ¿qué te parece si me aceptas?" dijo Nando mientras se acercaba a ella.

Samuel, al ver todo eso, no pudo soportar la situación. ¿Cómo podía un hombre forzar sus sentimientos de esa manera?

"¡Alto!" gritó Samuel mientras agarraba la muñeca de Nando y lo alejaba de Kalisa.

"¿Quién eres tú para interferir?" Nando, sorprendido, se enfureció.

"¿Qué dijiste?" Samuel se enojó y apretó con fuerza la muñeca de Nando.

"¡Ay, duele mucho, suéltame!" gritó Nando al sentir el dolor en su muñeca.

"Está bien," dijo Samuel, y de un movimiento, lanzó a Nando al suelo con fuerza.

Nando cayó al suelo con un golpe contundente.

"¡Imbécil!" gritó Nando desde el suelo, sosteniendo su muñeca adolorida.

La aparición repentina de Samuel también sorprendió a Kalisa. No esperaba que Samuel viniera a ayudarla.

Luego, a Kalisa se le ocurrió una idea para alejar a Nando para siempre.

"¿Por qué llegas tan tarde, cariño?" dijo Kalisa, abrazando suavemente a Samuel.

Samuel parecía sorprendido por lo que Kalisa estaba haciendo.

"Querido, tu novia está siendo molestada por otra persona," continuó Kalisa con un tono muy coqueto hacia Samuel.

"¿Eh? ¿Qué significa esto?" pensó Samuel.

"¿Qué?" Nando, que ya estaba de pie nuevamente, se sorprendió. Pensó que Kalisa aún estaba soltera, así que no entendía por qué ahora se veía tan cariñosa.

"Samuel, guapo, por favor ayúdame," Kalisa miró a Samuel con una expresión muy tierna.

Después de pensar un momento, Samuel comenzó a darse cuenta de que Kalisa estaba usándolo para ahuyentar a Nando.