Emma con 18 años llega a trabajar a la empresa Lamborghini, cuyo dueño es Osvaldo un CEO prepotente, que no cree en el amor. Los años pasan y ella se vuelve una profesional, que por cosas de la vida, se vuelve su secretaria, las cuales se convierten en sus amantes. ¿Ella aceptara ser su amante?.
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Amante del CEO
Emma- Sí acepto ser su secretaria_ dijo con determinación.
Andrés abrió los ojos hasta mas no poder, conocía a Emma sabía que era una muchacha de bien, si estaba aceptando, era por qué tal vez tenía muchos problemas de dinero, estudiar dos carreras y realizar cursos se necesita mucho dinero, talvez está en deuda, pues es la única explicación que encontraba en su cabeza en ese momento.
Osvaldo- bien firma_ desinteresado- es como todas pensó.
Emma- pero tengo algunas dudas, aquí dice que debo serle fiel, esto se refiere a que en el momento que yo firme el contrato no puede involucrarme con otra persona.
Osvaldo la quedó mirando, era la segunda vez que le cuestionaba algo del contrato, ninguna de sus secretarias anteriores lo hacía, simplemente firmaba y listo.
Él se quedó pensando y por fin en todo el transcurso del momento que estaban allí, pudo detallarla, con un hermoso rostro, ojos azules penetrantes, ese cabello castaño en ondas que caía sobre sus hombros, unos labios rojos que lo están invitando a pecar, ya que están semi abiertos.
Así que sin pensar dijo
Osvaldo- si es verdad_ serio
Emma- esto también se aplicará para usted, me será fiel_ sería.
Hay otra vez increpando el contrato y le estaba pidiendo fidelidad, algo que no conocía, no sabe por que le había pedido eso a ella, si tampoco le importaba que le fueran fiel.
Osvaldo- no
Emma solo asintió con la cabeza, sin ninguna expresión, algo que le incómodo a Osvaldo, aunque no entiende por qué.
Emma- también dice que debo realizar exámenes de enfermedades venerias, como también usar un tratamiento para cuidarme,
Osvaldo- no sé, con cuántos hombres has estado y no te juzgó por eso, pero quisiera estar seguro de que no tienes ninguna enfermedad por transmisión sexual y así mismo para que te pongas un método anticonceptivo, con la doctora que vas, es de mi sumo confianza, cuando termines de firmar el contrato, te voy a pasar el número de ella para que te contactes y hagas una cita_ desinteresado.
Emma- entiendo, pero los exámenes usted tambien se los realizará, para yo tener una constancia de que no tiene ninguna enfermedad.
Ahí va otra vez, haciéndole unas preguntas que nunca nadie le ha hecho, esto tenía muy estresado a Osvaldo.
Osvaldo - para que estés más segura, me realizaré unos exámenes_ ya cansado
Emma- gracias
Andrés sabía lo inteligente y decidida que era Emma, no le extrañó ninguna de las preguntas que le hacía, pero sí él extrañaba la decisión que estaba tomando.
Emma tomo un bolígrafo del escritorio y firmó todas las hojas donde el contrato lo mencionaba.
Osvaldo- perfecto, este es el número de la obstetra, para que realices una cita, los gastos correspondientes corren por mi cuenta, bueno es hora que comiences a trabajar de inmediato_ sin ninguna expresión.
Emma- me contactare con ella para que me dé un método anticonceptivo- recibiendo el papel del número de la doctora- aunque los exámenes no serán necesarios, ya que nunca he estado con un nombre, no debe preocuparse de que tenga una enfermedad de transmisión sexual.
Emma dijo esto, con la más tranquilidad del mundo, guardó el papel en su cartera y salió de la oficina, para sentarse en su puesto, pero Andrés y Osvaldo se habían quedado estáticos, no se habían movido en todo ese tiempo y ahora no podían ni pestañas, ellos se conocían hace mucho, pero nunca había escuchado o habían hablado con una persona que fuera virgen y viendo el currículo de Emma ella tenía 23 años, era una persona adulta, preparada, hermosa, como esto era posible.
Esto desconcertó mucho a Osvaldo, nunca había estado con alguien que guardara su pureza.
El ambiente en la oficina era sacado de onda, pero Andrés se levantó y tocó el hombro de su amigo y dijo.
Andrés- ella no es cualquier mujer, es una mujer preparada, hermosa con decisiones propias y ahora te das cuenta de que no es una regalada como tus antiguas secretarias, deberás tratarla con respeto, te pidió fidelidad, aunque le dijiste que no, te recomiendo que lo hagas, solo hasta el tiempo que la piensas tener como secretaria o hasta que te aburres de ella.
Andrés salió de la oficina sin mirar atrás, pero Osvaldo todavía seguía estático, pensaba que Emma era como todas las mujeres, solo firmaban el contrato por interesadas en el dinero, tanta era su ambición que está dispuesta a entregar su pureza por unas monedas.
Andrés llevó el contrato a la área de contabilidad, Don Paco tampoco podía creer que había aceptado, pero iba a respetar su decisión.