Me Casé Con El CEO Enmascarado Y Discapacitado

DUSTIN MONDRAGÓN

— Joven tiene que comer— Joss insistía.

Yo miré a un lado.

— Joss en serio quiero morir.

— Usted ama a la señorita Elena. Recupérese primero y le prometo que voy a investigar dónde está.

— Elena, seguro que no quiere saber de mí. Ella se fue.

— Anthony está buscándola. Usted tiene que ser fuerte para ella. Le prometo que no voy a permitir que nadie más le haga daño. Se lo juro por mi vida.

— Gracias Joss. Te haré caso. Solo no me lleves a la mansión.

— Está bien Joven.

Tenía depresión. Es difícil aceptarlo pero todo lo que he vivido me ha traído aquí.

Tuve un accidente que me dejó paralítico y con una horrenda cicatriz en la cara, me dejó con mi autoestima por el suelo y con mis sueños rotos. Aparece Elena, y me enamore de ella al instante, aunque ella me despreció al inicio, después me aceptó como estaba. Apareció de una manera forzada Fátima, ella una mujer sin ética, fue sometido a sus violaciones a mis derechos humanos, violación sexual, casi me mata con una sobredosis de sildenafilo.

Estuve meses en terapia psicológica. Me sometí a una cirugía en mis piernas para poder caminar y una segunda cirugía plástica facial.

Después de varios meses, creo que mi rostro se ve casi igual al rostro de antes del accidente. He mejorado mi autoestima y estoy empezando a caminar con ayuda de un andarivel. Soy torpe cuando camino, pero hago mi mejor esfuerzo.

— Joven Dustin, le tengo una buena noticia. Elena está en la ciudad x.

— En serio está ahí. ¿Ya sabes dónde?

— Exactamente no sabe dónde, Pero ella estuvo alquilando un cuarto por varios meses en esa ciudad.

— Entonces no sabes dónde está — me sentí alegre por un momento.

— No cree que sea una buena señal. Además, hay algo más que le contó el casero a Anthony. Espero este preparado para esta noticia.

— ¿Qué noticia?

— Ella estaba embarazada, cuando dejó el cuarto una mujer mayor se llevó sus cosas y entregó la llave del cuarto. La señorita Elena ya debe tener al bebé en sus brazos. Puede que ese hijo sea suyo.

— Investiga donde está. Tengo que dónde está— repetí.

Elena tuvo un hijo, estoy seguro de que es mío. Tiene que ser mío. Te fuiste embarazada, creyendo que yo te había engañado. Mi niña bella, no sabes cómo yo te amo y como te he extrañado.

Pasó un mes y no tenía noticias de Elena. Me he esforzado aún más de lo que yo puedo, quiero ser alguien útil para ella, poder defenderla y defenderme. Ya camino con ayuda de un bastón.

— Joven — Joss tenía una cara triste — Anthony encontró a Elena, Pero ella está en un hospital en un coma de un mes. Ella dio a luz a una niña quien la cuida una señora que era la jefa de ella.

— Llévame donde ella. Quiero verla y comprobar que esa beba es mía.

Viajé con Joss y su esposa. Esas horas fueron eternas. Llegamos al hospital. Ahí estaba Anthony con una señora que cargaba a un bebé.

Me acerqué a ellos.

— Usted es el hombre que embarazó a Elena y la dejo por irse con otra— la señora estaba molesta.

— Bueno, soy ese hombre. Pero no la dejé por otra.

— Le daré a la niña cuando compruebe que usted es el padre. Mientras tanto, la niña la seguiré cuidando hasta que ella despierte.

— ¿Puedo cargarla por favor? — Ella me la puso en los brazos.

Miré a la bebé y mis lágrimas salieron. No dudo que ella sea mi hija.

— Eres hermosa hijita mía. Vamos a esperar a que mamá se despierte.

Regresé al bebé a la señora.

— No hay necesidad del examen de ADN, yo estoy seguro de que es mi hija. Pero lo haremos porque si no, no me la va a entregar.

Joss se encargó con la señora de todo eso.

Entré a la habitación donde estaba Elena. parecía que tenía una pesadilla, tenía su entrecejo fruncido.

— Mi bella dama, por fin te encontré. Gracias por esa hija tan bella que me diste. Perdóname por qué no estuve contigo en este momento tan importante. ¿Por cuántas dificultades pasaste? Despiértate para que me veas sin esa fea máscara y veas que camino aunque el bastón sea mi compañero eterno.

Los resultados del ADN salieron días después. La bebita es mi hija. La señora me la entregó. Doña Ana estuvo hablando con ella todos estos días y ahora su trato es diferente. Ella sabe la verdad.

Le agradecí por toda la ayuda que le había dado a Elena. Doña Ana me ayuda con mi hija.

Decidí trasladar a Elena a Canadá en el mismo hospital donde realizó mis fisioterapias.