El Eterno Amor Del Fénix

Isael comenzó a salir con Vania decidió darse una nueva oportunidad en el amor, Vania por su parte estaba feliz sabía que está oportunidad sería beneficiosa en muchos sentidos saldría de la miseria que la a quejaba y tendría un esposo y mucho dinero al fin libre de los estorbos que consideraba a sus padres.

Siempre los detesto no la dejaban ser libre, se habían encargado de asustar a todos los chicos que ella quería incluso aquel joven guapo y rico que le había costado meses conquistar. Esta vez no sucedería lo mismo y ella se encargaría de eso.

Sus ambiciones serían cumplidas, nadie interfiere en ello, el era guapo y rico que más pedir, solo ella sería la señora de la casa y eso nadie se lo quitaría.

Mientras tanto en otro lugar Mónica planeaba como hacer para volver a tener como suyo a Isael, se dijo así misma el volverá a mis brazos cueste lo que cueste.

No dejaría que esa mujer tan básica le quitará el amor de su vida, ella se sentía fuerte ante una persona tan poco agraciada.

Isael era no solo un gran ser humano era un excelente profesor que le encantaba su trabajo, convivir con los jóvenes y que aplicaran lo aprendido. todos los profesores lo elogiaban y le aplaudían sus métodos de enseñanza el sabía que su mayor defecto era ser un tanto ególatra, pero a diario trabajaba en ello.

Una noche mientras dormía escucho una voz, le decía, Isael dame el control necesitó hablarte, es importante que sepas que estoy contigo y cuál es mi función.

El asustado se levantó de la cama y comenzó a buscar de dónde provenía la voz se quedó en silencio y fue más claro que la voz venía de su cabeza.

El comenzó a reír creía que se había vuelto loco era increíble no sabía cómo procesar la situación, se relajó un poco y respiro con calma y escucho.

Israel: al fin me das el control se que no me recuerdas después del accidente olvidaste todo de mi y no, no soy tu amigo imaginario soy tu otra mitad tu yo interior.

Isael: sabía que no estaba loco mi hermana dijo que tenía un amigo imaginario, pero sabía que no era así. Dime cuál es tu función?.

Israel: mi función es completar tu personalidad y sacar lo mejor de ti y así mismo que sepas quiénes somos al unirnos en uno solo.

Isael: y quiénes somos?

Israel: ya lo descubrirás. Solo espera y lo sabrás, todo a su tiempo.

Isael contaba con maestría y especialidad daba clases particulares a niños que lo necesitaban, y esto Mónica lo sabía así que envío a su hermana Mirella a contratar los servicios de este.

El no sabía que Mónica tramaba un plan siniestro para quedarse con su fortuna y prestigio, estába dispuesta a todo para obtener sus ambiciones.

Al día siguiente Mónica llevo a su pequeño Samuel a sus clases particulares, el al verla la miro con recelo y desdén ella hizo todo por qué la notará, aún así el permaneció inalterable y hablo profesionalmente.

Isael: Buenas tardes, señora venga a las 3 por su hijo le dejaré unos ejercicios para su casa, que tenga un buen día.

Mónica: acaso no vas a hablarme tanto me odias pensé que ya me habías perdonado, no puedo creer tu rencor espero en tu corazón encuentres el perdón y me des la oportunidad de estar en tu vida .

Él solo la miro y se dio media vuelta y entro con él. Niño al salón de clase.

Él sospechó de Mónica, algo que tramaba no sabía que era, pero de que algo ocultaba era un hecho. Ella no hacía nada sin antes tener un motivo, la conocía lo suficientemente bien, como para tener esas sospechas.

Decidió, dar tiempo y esperar a ver qué pasaba, eso si, se mantendría alerta a cualquier cosa que ella pudiera tramar.

Mónica no era una mujer confiable, solo le quedaba esperar.

No quería poner en peligro a nadie, así que estaría atento a cada paso que ella diera.

Se volvería un centinela en esa cuestión, conocía bien a Mónica, aunque no sabía que tan mala podía llegar a ser, supuso que quizás, ni ella misma sabía hasta donde podría tener un límite, una persona así tendría alcances descomunales de maldad.

Solo esperaba saber distinguir entre una cosa y otra, ya que no tenía mi idea de sus alcances, solo esperaba, reaccionar a tiempo, antes de que ella pudiera sacar las garras, confiaba en su instinto y no bajaría la guardia tan fácilmente.

Esperaba que no hubiera daños colaterales, o irreparables, el era un hombre cuidadoso, pero ella que era o en que se convirtió no lo sabe solo espera que lo que sea que ella tenga en el corazón, no dañe a más personas.