La Villana Protegerá Su Esposo

Killian había llegado en el marquesado y ahí se encontraba el marqués enfrente de la puerta junto a algunas doncellas.

— Donde está ella. — Mira el marqués quien frunce el ceño.

— ¿Qué le trae aquí su majestad? — Pregunta cruzándose de brazos.

— Donde está Charlotte. — Pregunta desesperado, mientras que el marqués duda en hablar algo que desesperaba más a Killian.

— Ella acaba de partir. — Suspira. — Llegó tarde su majestad, mi hija ya se fue.

Al escuchar aquello killian sube al cabello.

— Pero si la sigues, ahora puede que la alcance. — Es lo único que escucho por parte de marqués ante de irse siguiendo en la dirección donde fue el carruaje de Charlotte.

Mientras, por otro lado, Charlotte se encontraba en el carruaje hacia al rumbo de su nueva vida, no podía negar que estaba triste y cada se alejaba, sentía que estaba dejando una parte de ella; Sin embargo, sabía que debía hacerlo, no solo por ella, sino también por su bebé. Debía alejarse.

El repentino ruido de los caballos la devolvieron la realidad, el carruaje se detuvo bruscamente y ella tuvo que agarrarse para no ir hacia adelante.

— ¿Qué está pasando? — Cuestiona, molesta la repentina detenida.

— Señorita, alguien ha bloqueado nuestro camino. — Confundida Charlotte mira en la ventana del carruaje tratando de ver lo que estaba pasando; sin embargo, no podía ver nada por el ángulo que se encontraba, la puerta de esta se abre alertándola.

— Pero mira quién nos venimos encontrar. — Eran un grupo de hombres; Sin duda eran bandidos que atacaban a los viajeros. Poco después escucho como las espadas empezaron a chocarse entre sí, sus guardias se encontraban enfrentándose si grupo de bandidos.

Charlotte frunce el ceño al ver como el hombre intenta en el carruaje para capturarla; sin embargo, una patada de parte de ella mando este fuera del carruaje.

Salió del carruaje con su daga en la mano, venía preparada, había escuchado rumores que grupo de bandidos atacaban los viajeros para robarle e incluso matarlo, por eso ella había decido hacer su viaje en la tarde y no en la noche, pero no esperaba que estos, también la atacarán en plana lusa del día.

— Maldita. — El hombre se levantó furioso con intensión de atacar a Charlotte; Sin embargo, una flecha rápidamente se vio clavado en su cabeza cayendo hacia atrás, muriendo al instante. Charlotte mira donde vino la mesa para encontrar a killian que se encontraba acercándose con su caballo y el arco en sus manos mientras disparaba a los otros bandidos.

— Killian. — Sisea sorprendida cuando este bajo del cabello.

— Cariño. — Este se acerca a Charlotte abrazándola.

El resto de los bandidos había sido sometidos por los guardias de Charlotte.

— ¿Qué haces aquí?

— Pensé que no te alcanzaría. — Este se aleja tomando la chica del rostro con suavidad. — Perdóname. — Sisea en hilo de voz sin dejar de mirarla. — Perdóname, cariño, realmente fue un idiota. — Nuevamente, abraza a la chica. — Pensé que realmente te perdería, lo siento mucho, dejé que los recuerdos del pasado ceguera mi mente y nublaran mi mente y casi te pierdo. — Restriega su nariz con la de Charlotte tras alejarse. — Perdóname.

— Pensé… Creí que me odiabas. — Musito conteniendo sus lágrimas.

—Nunca podría odiarte Charlotte, eres el amor de mi vida, siempre lo has sido. Sabes desde qué tengo ocho años he estado enamorado de ti. — Ríe levemente.

— Lo siento. — Sollozo la chica. — Lo siento mucho Killian. — Y Sin más, las lágrimas inundaron su rostro. Siendo abrazada por killian.

Los guardias que estaban viendo esto sabía que aquel viaje se había cancelado.

Melisa, que había recibido la noticia de que Charlotte había vuelto, se dirige de inmediato donde está la chica.

— Madre.

— Querida. — Sin que Charlotte pudiera decir algo, esta la interrumpió abrazándola. — ¿Cómo te encuentras? — Se aleja mirándola.

— gracias por la preocupación madre, estoy bien. —Sonríe al ver la preocupación de Melisa por ella.

—Me alegro de que por fin haya vuelto. — Esta suspira de felicidad mirando a Killian. — Sabía que tomarías la decisión correcta.

— Lo sé madre. — Este abraza la chica hundiendo su rostro en su cuello.

Melisa sonríe al ver que esos dos por fin han arreglado sus diferencias.

— Príncipe ten cuidado. — Sus ojos se dirigen donde proviene la voz y era una doncella que corría atrás de Eydan que corría hacia ellos.

— Eydan te puedes lastimar. — El niño se detiene enfrente de ellos, tomando la ropa de Charlotte para jalarlo.

— Hola pequeño. — Esta se agacha a su altura. — ¿Tiempo sin vernos, no? — Sonríe ordenando el cabello desordenado del niño.

— B… Bienvenida. — Se notaba la dificultad del habla del pequeño. Melisa jadea sorprendida tras escuchar el pequeño decir una palabra por fin.

— Has hablado. — Charlotte mira Melisa, quien niega con la cabeza. — Gracias, pequeño.

— ¿Te...te vas a ir de nuevo? — La chica sonríe negando con la cabeza.

—No… No me iré de nuevo.

— ¿Nunca más?

— Nunca más. — Confirma levantándolo en sus brazos. — ¿Cómo le ha ido? — Mira Melisa.

—Poco a poco está mejorando, está empezando a mostrar sus emociones y hoy por fin ha dicho una palabra

Charlotte sonríe, sabiendo que Eydan estaba mejorando, era algo buen después de todo lo que pasó en las manos de la maldita Eloíse.

— Bueno, llevaré el pequeño a dar un paseo. — Mira a ambos. — Estoy segura de que ustedes dos tienen mucho de que hablar. — Toma a Eydan mientras se retira, dejando la pareja sola.

Charlotte sonríe mirando como Melisa se aleja junto a Eydan y siente como Killian nuevamente la abraza.

— Killian tengo algo que decirte.

— Lo sé. — Este acaricia el vientre de Charlotte recordando las palabras de las pequeñas hadas. — Estás embarazada.

Charlotte se da vuelta mirándolo.

— ¿Cómo lo sabes? — Pregunta sorprendida.

— Un pajarito por ahí me lo dijo.

— Killian. — Lo regaña mientras él la toma del rostro besando su frente. — Estoy tan feliz sabiendo que seremos padres, un hijo de tú y yo. — Sonríe levemente. — Una pequeña vida del amor de mi vida.

La chica sonríe.

— Me haces muy feliz cariño, estar a tu lado es el mejor regalo que el cielo pudo darme, te amo, te amo tanto Charlotte que no sabría qué hacer, si no te tengo a tu lado.

— Killian.

— Por favor perdóname por querer alejarte, y quédate a mi lado por siempre. — La abraza en la cintura pegando su cuerpo con el de Charlotte. — Quédate conmigo cariño.

— Lo haré. — Sonríe. — La haré porque te amo Killian y no soportaría estar alejada de ti nuevamente, yo me quedaré a tu lado, por favor no vuelvas alejarme.

— Eso jamás, tenlo por seguro cariño. — Acaricia el rostro de Charlotte.

— Te amo. — Enrolla sus brazos alrededor del cuello de Killan.

— Yo también te amo cariño. — esté, alza Charlotte en sus brazos y la chica aprovecha aquello para enrollar sus alrededor de este. — Tengo muchas cosas que hacerte cariño.

— ¿Cómo por ejemplo? — Cuestiona sonriente besándolo en la mejilla.

— Recorrer cada lugar de piel. — Acaricia la espalda de Charlotte mientras camina hacia dirección de la habitación. — Dejar mi marca en cada lugar.

— Ya estoy ansiosa de ver eso. — Ríe.

— Y lo harás cariño. — Entra en la habitación cerrando, la puerta detrás de él.

...≈≈≈≈≈≈≈...

...Próximo capítulo, el final 😖...