¿Ahora Soy La Villana?

“Ahora, sobre su castigo por el intento de asesinato”.

El príncipe dijo como dando a entender que no me escaparía de la muerte.

“Ella será ira de la capital”.

El que respondió fue el emperador mientras el marqués solo se quedó a un lado en silencio.

"Padre".

“¿En serio ese es su castigo?”.

"Ella debe ser juzgada por todo".

El emperador suspiró y miró al príncipe con ojos fríos.

"Es así como lo he decidido".

El príncipe dijo como no creyera en sus palabras.

"Además nadie murió”.

El emperador respondió como diciendo todo está bien.

“Incluso la señorita pudo haber muerto pero no fue así”.

“...”

“Es todo, es lo que se hará por ella”.

“Señorita Ximena, te deseo suerte y espero que no me defraudes".

“...”

El emperador me observo, no supe a lo que se refería y después dio la señal de retirarse.

¿Qué fue eso?.

También con una mirada me bastó para decir que el príncipe no era de fiar, ¿como le gusto?.

Bueno, dicen que el amor es ciego y Ximena estaba ciega totalmente o simplemente muy desesperada.

“Fue un placer su majestad, espero que el príncipe sea feliz”.

Realmente no me interesaba su felicidad, pero al menos debo de actuar como si fuera una mujer que acepto su futuro.

Me despedí del emperador con tranquilidad y del príncipe que tenía el ceño fruncido.

“Con su permiso su majestad”.

El marqués también se despidió acorde a la etiqueta.

Caminé tranquilamente mientras observaba el palacio y salí con el marqués para tomar de nuevo el carruaje.

“Eso fue todo, entonces prepararas tus maletas para irte”.

Mire al marqués que tenía una expresión igual con la que ha estado todo el día.

Asentí con mi cabeza mientras volvíamos de nuevo al carruaje.

“Antes de irme, ¿puedes decirme como es el lugar donde iré?”.

“¿Es peligroso?”.

Pregunté al marqués que una vez más me observó fijamente, tenía que prepararme para cualquier cosa ahora que sabía que en este lugar no me querían..

“Es una villa a un lado del mar, no se mucho del tema ya que es una villa que te dejó tu madre”.

Una villa que dejó la madre de Ximena, supe de la familia del marqués por la niñera pero ¿y su familia materna?.

“¿Tengo familia materna?”.

El nego dando a entender que ya no había nadie más.

“Tu madre murió cuando tenías un año y tu abuelo falleció hace un año, pero dejó algo de su testamento a tu nombre”.

"Solo tú puedes cobrarlo y al menos será lo que te llevarás".

No pude evitar mirar al marqués con extrañeza mientras hablaba.

Tu hija es exiliada a un lugar que no conoce que ni siquiera es tuyo, eso también me daba a entender que no obtendría nada de ese hombre.

¿No es injusto?.

No pude evitar suspirar internamente y mire al hombre que subía al carruaje después de mi.

“Entonces solo te tengo a ti de familia”.

El se sentó frente a mí y escuchó por un instante se quedo congelado.

“¿Me quisiste padre?”.

“...”

Las preguntas cayeron como alfileres al marqués.

“¿Le importe a padre?”.

“Te di todo”.

Respondió como diciendo no te falto nada.

¿Todo?.

“Eso quiere decir que fui hija de padre, ¿pasamos mucho tiempo juntos?”.

El abrió los ojos de sorpresa, suspire pesado intentando ser lo más lamentable posible.

Pero su reacción solo era negativa, él parecía que jamás quiso a su hija, sin embargo continue esperando ver si podía hacer que mostrara algo más que ese rostro congelado y sin emociones.

“...”

“Me imagino que sonreía en tus brazos al verte o que siempre me saludabas al llegar a casa”.

“Si mi padre me dio todo así que me imagino que yo fui la que le falló a padre”.

El marqués le temblaron brevemente los ojos pero no duró mucho.

Sabía que decía incoherencias, pero ¿por qué no decirle esto?.

Tengo el derecho de decirle lo que tal vez Ximena escondió en su interior.

Su abandono.

Para el marqués es normal que pregunte por el pasado, soy una chica sin memoria que esta a punto de ser exiliada.

“¿Cómo era cuando era niña?”.

“...”

El marqués cerró los ojos con pesar y después suspiro.

“Solo espero que vivas bien donde quiera que estés”.

Al final dijo lo primero que se le ocurrió.

Me da tan mala espina eso.

¿Realmente me llevará donde dijo?.

Solo ha de esperar que me vaya sin hacer más escandalos.

“Por supuesto aún tengo una gran vida por delante”.

Con una sonrisa amarga le dije al marqués que no dijo nada más.

Una vez más bajamos del carruaje y le volví a preguntar al marqués.

“Lo que me dejó el padre de mi madre....”.

Con pesadez asintió.

“Prepara todo y ve a la oficina para darte lo que dejó tu abuelo”.

“Bien”.

Con eso entré a la mansión después de él.

Los dos nos separamos y vi a Sofi con dos maletas vacías para empezar a empacar mis cosas, al parecer fue informada que hoy también me iría.

“Esta es la maleta, tampoco hay muchas cosas que tenga señorita”.

Sofi miró a todos lados buscando si había olvidado algo.

“Gracias Sofi, ¿qué harás ahora?”.

Hasta ahora Sofi no mostró mala cara sin mencionar que es la única que ha estado conmigo desde que desperté en este mundo.

“Lo siento mi señorita, quisiera ir con usted pero no puedo”.

“Tengo a mi familia cerca y estoy vieja”.

Dijo con un rostro triste.

“No te preocupes, vive bien niñera”.

“Gracias por todo”.

Esta niñera había estado a lado de Ximena desde bebé.

Tal vez ella pudo considerarla como una madre.

Aunque me gustaría que fuera conmigo se que es posible que eso no pase.

Sonreí al verla mientras tomaba la primera maleta y mire por la habitación para ver si quedaba algo o si Ximena hubiera dejado algo, la niñera que pensó que estaba triste me dio un tiempo a solas en la habitación.

‘Piensa, si fuera ella ¿habría dejado algo?’.

Incluso empecé a revisar detrás de los cuadros donde no había revisado antes y fue cuando vi un compartimiento.

Dentro del compartimiento se encontraba una bolsa.

“...”

La tome y la metí en la segunda maleta que llevaba, después vería que es lo que había.

También llevaba la espada de Ximena, sería bueno entrenar para poder defenderme.

Me sentí conforme y salí de la habitación para caminar hasta la oficina del marqués con la compañía de Sofi.

“Adelante”.

El marqués que estaba solo en la oficina, esta vez no había nada de la esposa o su otra hija.

“Aquí está, es todo”.

“Si”.

Me dio las pertenencias de la herencia que dejó el abuelo de Ximena, lo tome y lo revise.

Hasta ahora había dicho todo en nombre de la madre y del abuelo, pero nada de él.

Ximena fue expulsada sin tener derecho a nada por parte de su única familia.

Todas las preguntas fueron para saber si él quería a su hija, pero no mostró muchos sentimientos.

¿No es demasiado triste?.

¿Merece este trato?.

“Ten un buen viaje”.

El marqués habló mirándome como si fuera la última vez que me viera en su vida.

“¿Regresaré a casa algun dia?”.

Pregunte aun sabiendo la respuesta por las señales que me había dado hasta ahora.

“...No, con lo anterior has perdido el apellido Sullivan”.

“¿Entonces perdí a mi única familia?”.

Ximena se había quedado sin familia era la confirmación de lo que había supuesto, al menos según lo dicho tenía donde quedarme o eso esperaba.

“...”

"Si, aunque no recuerdes los demás recuerdan perfectamente lo que has hecho".

Mire al hombre ya no mostrando ninguna reacción.

“De acuerdo, señor marqués”.

El hombre me observó en shock pero una vez rota la relación ya no tenía ni siquiera que parecer lamentable.

Tal vez tu hija haya hecho cosas malas pero un padre nunca abandona a sus hijos, bueno ni siquiera es mi padre pero me hace sentir mal por quien era dueña de este cuerpo.