La Noble Esposa Del Presidente

Cuando Susan salió de la habitación de baño se había encontrado con la impotente figura de Arturo sentado en el sofá tecleando algo en su móvil con su cara de fastidio, cuándo la mujer paso por el lado de él, Arturo ni siquiera la había mirado, Susan aprovechó para meterse a la cama, puesto que ya tenía claro que huir del hombre era prácticamente imposible.

— Mañana se tendrá una reunión Empresarial y para mi condena debes de asistir conmigo - Lo expresado por Arturo no le había parecido nada agradable a la joven, teniendo en cuenta que aquellas cenas en primer lugar le aburren y en segundo son eventos muy sofisticados y ella es consciente de que no cuenta ni siquiera con un vestido presentable.

— Yo - Susan estuvo cerca de expresar algunas palabras, pero nuevamente la voz de su marido la había interrumpido.

— Enviaré un vehículo por ti a las 8 de la noche, no quiero impuntualidades - Sentenció con aquellas palabras Arturo salió de la habitación y a estas alturas Susan agradece aquello, Susan se había quedado dormida de manera inmediata, su cuerpo estaba cansado después de todo había perdido la virginidad y Arturo había mantenido intimidad con ella más de una vez.

A la mañana siguiente eran exactamente las 7 de la mañana cuando Susan abrió sus ojos, lo primero que había captado y que había llamado su atención fueron 3 cajas puestas por encima del sofá, aquello hizo que la joven de ojos verdes frunciera el ceño, lentamente se había quitado la colcha de encima acercándose al Sofá, abrió la primera caja, Susan se había sorprendido, puesto que la primera caja contenía un vestido, la mujer de manera temerosa había sacado la prenda solamente para sentir la suave textura de la prenda, era un diseño del Diseñador más cotizado de Inglaterra, era de color Bordo, cuando abrió las 3 cajas se percató de que los tres contenían vestidos, uno era Beige y el otro era verde.

— ¿De dónde salieron estos vestidos? - Preguntó ella en un Susurró, pero como si aquella pregunta fuera un imán que atrae la respuesta, su teléfono celular había sonado y por supuesto que ella lo contesto, de hecho tampoco sabe quién estaba marcando en su teléfono, no era muy sociable nada más Daniela y sus familiares tenían su número.

— ¿Te ha llegado el vestido de repuesto? - la voz áspera y demandante de Arturo había llegado a su oído - no acostumbro a ser muy caritativo, pero recuerdo haber roto varias prendas de muy mala calidad, por ende es mi deber recompensar lo destruido por mí, los demás son ofrendas por los buenos gemidos que me has regalado - luego de expresar aquellas palabras Arturo termino con la llamada dejando a Susan bastante furiosa por las palabras dichas.

— Maldito Arturo - Susan se mordió los labios, pero no puede negar que los vestidos son hermosos, por supuesto que ella podría darle uso al Dinero de la Familia Morgan, pero aquello no estaba en su lista, ella era alguien que gozaba de ahorrar y quizás ni siquiera en 7 vidas más podría darse el lujo de comprarse vestidos tan caros.

El día había pasado rápidamente, Susan había hecho ejercicios, Andrea Lacronte no se había cruzado en su camino, el día era normal como todos los que habían pasado durante estos 3 meses, cuando la noche había caído una notificación también había llegado al celular de Susan y la única que se tomaba la molestia de escribirle era Daniela.

— ¿Estás Lista? Conmigo puntualidad será tu segundo nombre - Para sorpresa de Susan quién le había mandado un SMS de texto fue Arturo Lacronte, su marido, por supuesto que ella optó por ignorar al hombre, pero si le mando un mensaje de texto a Daniela, dicho texto su amiga lo respondió con una videollamada.

— Debes de llevarte el Bordo, y el cabello recogido y échate un poco de maquillaje, mírate, no pensé que nos encontraríamos en una cena de negocios, quizá encuentre a un viejo y me haga más millonaria porque rica ya soy.

— Deja de decir barbaridades - Susan había sonreído ante lo dicho por su amiga.

— Ya no te arrebato tu preciado tiempo, nos vemos en la noche - Daniela había terminado con la llamada.

30 minutos después Susan se había posicionado por delante del espejo, su figura se amolda para el vestido, es como si este ha sido diseñado especialmente para ella, destacando su pequeña cintura, los aretes y la cadena que han sido un obsequio justamente de Daniela también salen a relucir en ella, la joven había suspirado tomando la decisión de bajar por las escaleras, por supuesto que un poco de nervios habita en ella, pero sin importar había empezado a avanzar, para su sorpresa el Vehículo de Arturo ya esperaba por ella, y una vez colocada en el interior del mismo este empieza a avanzar.

Cuando su llegada se produjo en el Salón Empresarial del Grupo FoxPro, una de las Empresas Inglesa más Prestigiosas, el único que le da Competencia a las Empresas Fontaine, Susan se mordió los labios, pero decidió continuar con la frente en alto, de hecho no sabe como vino a parar allí, pero al pensar en Arturo supo que no había manera de negarse del hombre.

— ¿Qué estás haciendo tú aquí? - Andrea Fontaine la agarró del brazo de manera muy brusca, logrando que Susan realice una mueca.

— Yo he - Susan, dudo en decir que Arturo le había dicho para venir - Daniela me ha invitado a venir con ella.

— Te quiero lejos de mi hijo, y mañana te irás conmigo a iniciar una demanda de divorcio, además tu hermana también vendrá esta noche, no molestes a mi hijo, no lo hagas pasar vergüenza, porque supongo que recuerdas que solamente Eres una sustituta que se aprovechó de la situación para sacar las garras ocultas.

— Yo no he hecho eso señora - Susan no estaba dispuesta a soportar que su suegra la trate de esa manera - Usted también conoce de las verdaderas razones del matrimonio forzado con su hijo - Mientras Susan Fontaine hablaba, el agarre de Andrea Lacronte se intensifica ocasionando un poco de dolor en la mujer.