Mi nombre es Rosalie Montana, fui comprometida con el hombre que creí sería mi gran amor, pero todo ha sido un gran error, después de la muerte de mi padre todo mi mundo se vino a bajo hasta el punto de tener que desaparecer.
ahora tres años más tardes he regresado para reclamar lo que por derecho me pertenece y hacer sufrir al asesino de mi padre.
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CAPITULO 4
Hablaron por horas sobre el nuevo proyecto en el que tendrían colaboración, lamentablemente para Hugo el presidente de corporativo Villasmil no pudo asistir, así que solo se reunió con sus asesores; lo que hizo molestar mucho a Hugo.
-esto es inaudito, habíamos acordado la cita con el señor presidente, no con un grupo de ineptos.- dijo súper molesto
-lo sentimos mucho señor Herrera, el Señor tuvo un inconveniente con uno de sus negocios, ha tenido que ir a resolverlo personalmente, por eso nos encargó la tarea de presentarle el proyecto y revisar la idea de ustedes.-dijo con calma uno de los chicos que representaba al corporativo.
-me sabe a madres, lo que diga si jefe, habíamos acordado una cita el día de hoy, tengo esperando la maldita cita desde hace más de un mes... cuando esté dispuesto a atenderme que me lo haga saber.- y diciendo esto se marchó como alma que lleva el diablo.
Tuve que correr para alcanzarlo, al final del pasillo.
-señor, ya que nos han mostrado el proyecto tenemos más oportunidades de mejorar las ideas y así...
-quien te ha pedido una opinión a ti?- dijo con repulsión- ustedes están para servirnos no para pensar.
Se subió al auto y ni siquiera espero que yo entrara, arranco y me dejó tirada ahí en la calle.
-MALDITO INFELIZ!- le grité aunque no pudiera escucharme- me pagarás esto y más.
-Señorita, su novio la ha dejado aquí.?- dijo un señor de traje negro muy musculoso, por mi experiencia, estaba segura de que era un guardaespaldas.
-no es mi novio es mi jefe.- dije con amargura.
él tocó un auricular que llevaba en el oído y luego procedió a ofrecer llevarme.
-no es necesario, puedo tomar un taxi.- le dije mientras le sonreía con amabilidad.
-señorita, es una orden del señor villasmil.- dijo el guardaespaldas con cautela.
así que el señor Villasmil acababa de llegar, o quizás nunca estuvo ausente.-pensé.
-muchas gracias, pero yo puedo resolverlo sola.- camine lejos de la entrada del edificio buscando un taxi, espere horas, pero no pasaba ni un alma
-maldita sea, porque no me vine en mi coche - pensé molesta conmigo misma.
Mordiendo mi orgullo, regrese y le pedí amablemente al guardaespaldas que me llamara un taxi.
-lo siento señorita el señor Villasmil prohibió la entrada de ese tipo de vehículos a sus instalaciones.- dijo el apenado.
-pudo haberme dicho eso hace un par de horas no cree?- le reproche.
-perdone, usted solo dijo que podía resolverlo sola.- respondió en su defensa.
-perderé mi trabajo - dije preocupada, sabiendo el temperamento de Hugo, podía jurar que estaba echando humo, aunque él haya Sido el que me dejó.
-si quiere puedo llevarla.- se ofreció nuevamente.
-está bien.- acepté a regañadientes.
-pero está vez hay una condición.-dijo el guardaespaldas mientras volvía a tocar su auricular.
-el señor quiere que en una semana venga con construcciones Herrera y presente una idea nueva del proyecto, pero que sea suya y no del señor Herrera.
Me quedé perpleja al escuchar las palabras, si pasaba por encima de Hugo, estaría muerta, perdería la única oportunidad que tenía de estar cerca del enemigo.
-lo siento, pero no puedo pasar por encima del señor Herrera, necesito mucho ese trabajo.-dije tratando de derramar unas pocas lágrimas.
-muy bien señorita, el señor luego verá como se cobra este favor, así que puede subir al auto.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, con las palabras del guardaespaldas, pero que más podía hacer, tenía que regresar a la empresa antes de que perdiera mi única oportunidad.
Al llegar como era de esperarse, Hugo se abalanzó hacia mí.
-donde estabas metida?- me dijo con enojo evidente.
-señor... usted me dejó en la entrada de esa empresa y no había taxis.
-como me vas a decir que no había un maldito taxi, si ahí van y vienen a cada rato?
-pues es la verdad en todo este rato, no llego ningún taxi, por eso llegué tarde, si usted no me hubiera dejado...
Él me miró con ganas de arrancarme la cabeza así que preferí guardar silencio.
-eres muy atrevida para mí, gusto... Puedes recoger tus cosas y lárgate de mi empresa, aquí no necesito mujeres que se crean indispensables ni superiores.
Justo en ese momento que estaba siendo despedida, llegó Roberto.
-señor acaba de llamar corporativo Villasmil, para concertar cita la semana próxima, y además quieren que asista la señorita Lascuráin.- dijo Roberto mientras entraba a la oficina.
-dijeron el nombre de la chica?- dijo él mirándome con disgusto.
-no, pero dijeron que solo atenderían a las mismas personas que atendieron el día de hoy.- dijo él restando importancia
-puedes continuar con tu puesto por ahora- respondio Hugo, mientras me miraba con más desprecio que hace unos pocos minutos.
Así que necesitaba de corporativo Villasmil, y por eso me había dado otra oportunidad, ahora tenía que averiguar porque era tan importante tener una colaboración con dicho corporativo y arruinarlo.
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Villasmil
-señor, no cree usted que ha Sido muy severo al mandar a desviar los taxis?.- dijo mi guardaespaldas y mano derecha Andrés.
-se le ofreció ser llevada, ya que su novio la dejó tirada en las puertas de mi empresa, y la señorita fue tan descortés en rechazar mi ayuda. Pues nadie va a rechazarme, menos en mi territorio.
Andrés me miró confundido, pero no dijo absolutamente nada.
-ella ha dicho que ese no era su novio, era su jefe y que iba a perder el trabajo.-dijo luego de un largo silencio.
-mmm....- no quería que perdiera el trabajo, pero tampoco podía permitir que me ofendiera de esa manera.
-llama a Daniela, dile que se comunique inmediatamente con construcciones Herrera, que concerté una cita para la semana próxima, y que pida que vengan las mismas personas que asistieron el día de hoy.
Andrés volvió a mirarme con curiosidad.
-no quiero que despidan a la chica solo por una pequeña broma es todo.- dije restándole importancia.
Aunque la verdad era que desde que la Vi salir por esas puertas, algo llamo mi atención, se me hacía muy familiar, y eso no me gustaba, quería saber quién era, de dónde venía, y porque sentía este deseo de volverla a ver.
Te digo sinceramente que esperaba un mejor desarrollo al final.
De paso no se hizo visible que la Diana fué la de los anuncios en el periódico y del teatro que montó en la fiesta y de todas las trampas para casarse con él, tampoco dejaste veg si en verdad se habían casado y si consumaron ese matrimonio.A y mejor no sigo porque Natalie no pagó tampoco y él papá de ella las traiciones y barbaridades que hicieron.