¿Hasta dónde llegarías por amor?
¿Hasta dónde soportarías por amor?
Lian es un joven de 20 años, independiente y esforzado, que trabaja desde los trece, cuando perdió a sus padres en un accidente de coche. Es un muchacho dulce, amable, tierno y alegre; pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a cierto senador de la República, un hombre controlador, manipulador y seductor.
¿Será que la dulzura de Lian podrá cambiar a un hombre tan frío?
Ven y embarca en esta historia para descubrir las muchas formas del amor. 🌹
NovelToon tiene autorización de Sra Park para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 10
"Álvaro"
Estaba esperando frente al edificio del pequeño cuando lo veo venir. Me quedé fascinado mirándolo caminar en mi dirección con un pantalón que dejaba las piernas y el trasero bien marcados. Él llega, y enseguida lo abrazo sintiendo su perfume suave, tenía el pelo húmedo, estaba delicioso.
Álvaro _ Estás precioso, cerecita.
Lian _ Hola, gracias, tú también... Entonces, ¿vamos?
Álvaro _ Sí, vamos, pequeño.
Hago una señal discreta a los guardaespaldas del otro lado de la calle, entramos en el coche y luego arranco. Al parecer, aún no se ha dado cuenta de que ando con varios guardaespaldas y que he puesto a dos guardaespaldas para que lo vigilen, mejor así, esa inocencia suya me vuelve aún más loco por esta cerecita.
Vamos a un restaurante de un amigo mío.
"Lian"
Llegué a la portería del edificio y enseguida vi a Álvaro, estaba con un traje negro sin corbata con algunos botones abiertos, estaba apoyado en el coche con las manos en el bolsillo, cuando me vio abrió una sonrisa tan bonita que automáticamente le devolví la sonrisa, nos saludamos y él me atrajo hacia un abrazo, me apretó la cintura, me dio un escalofrío en la espalda que me hizo perder el rumbo.
Llegamos a un restaurante lindo, muy elegante, que seguro que un plato de estos aquí sería la mitad de mi sueldo. Cuando entré pude ver que estaba vacío, confieso que me puse aún más nervioso, no es que no sepa defenderme, pero es que el tipo me saca dos cabezas y yo no sé luchar, así que es complicado, pero entonces me tranquilicé cuando pude ver que había unos camareros y en la esquina había un hombre tocando el piano, el restaurante era simplemente maravilloso, muy agradable. Enseguida vino un hombre a atendernos dándole un abrazo a Álvaro y guiándonos hasta una mesa, entonces Álvaro eligió un vino y estuvimos conversando, madre mía, el ambiente era tan agradable.
Lian_ Entonces, ¿aquí estamos, no? (siento que se me calienta la cara, ¡caramba! debo estar todo rojo 😑)
Álvaro _ Sí, mi cerecita, entonces, ¿te ha gustado el lugar?
Lian _ Sí, aquí es precioso y muy agradable, me ha gustado mucho.
Álvaro _ Sí, aquí es muy agradable, me gusta mucho venir aquí, la comida es buena y el vino es genial. Y también el dueño es un gran amigo mío.
Lian _ ¿Ah, sí? ¿Lo conoces desde hace mucho tiempo?
Se queda mirándome serio, pienso que he preguntado demasiado.
Álvaro _ Entonces, mi cerecita es curiosa.
Lian _ Lo siento.
Álvaro _ No tienes que disculparte, pequeño, te respondo lo que quieras. Entonces, respondiendo a tu pregunta, sí, lo conozco desde hace mucho tiempo, desde la época de la facultad éramos un cuarteto, yo, Diego, él y Breno.
Lian _ ¿Breno? ¿Mi jefe? ¿Él también estudió contigo? Vaya, no lo sabía.
Álvaro _ Pues sí, nos criamos juntos, nuestras familias son muy amigas. Hicimos la facultad de Administración.
Lian _ Administración, ¡vaya! ¿Y cómo fuiste a parar a la vida política?
Álvaro _ Mi padre era senador, le encantaba hacer reuniones con políticos allí en casa, yo me quedaba solo observando, me encantaba y acabé cogiendo gusto por la cosa.
Lian _ Entiendo.
Álvaro _ Y tú, mi cerecita, habla un poco de ti.
Lian _ Bueno, yo hacía cursos, estaba intentando perfeccionarme en mi pasión y estaba pensando en hacer una facultad de gastronomía, pero no pudo ser.
Álvaro _ ¿Y por qué no pudo ser?
Lian _ Bueno, primero no tenía cómo pagar la facultad y después ocurrieron cosas que me hicieron venir a vivir aquí a España.
Álvaro _, ¿Y cuáles fueron los motivos que te hicieron venir a España?
Lian _ Mira que el senador también es curioso.
Lo digo riendo y él se pone serio mirándome dentro de los ojos. Tiene el don de dejarme desconcertado.
Continuamos conversando hasta que llegó nuestra cena.