En un mundo donde los dioses caminan entre mortales, un pequeño de siete años, que es mucho más de lo que parece, ha encontrado su propósito. Con un corazón puro y un amor inquebrantable, este dios cuida de su amigo, un joven alfa de 18 años marcado por el dolor y el desprecio de su propia madre. A pesar de las sombras que lo persiguen, el joven anhela la felicidad y la libertad que solo el amor puede ofrecer.
El pequeño dios, con su apariencia inocente, es un faro de luz en la vida del alfa, ayudándolo a enfrentar sus traumas y a encontrar la valentía dentro de sí mismo. Juntos, desafían las expectativas del mundo que los rodea, creando un vínculo que trasciende el tiempo y la edad.
NovelToon tiene autorización de Aiyareth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 4: La academia
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Después que hicieron todo el papeleo en la academia, Dmitry volvió a su reino y los chicos fueron dirigidos cada uno a los dormitorios correspondientes.
— ((A partir de hoy comienza una nueva etapa en mi vida, espero que ese gamma no vuelva a aparecer frente a mí.))— pensaba mientras acomodaba sus pertenencias en la habitación.
Haim acababa de llegar a la academia en compañía de sus padres, al igual que Sergei, hizo el papeleo correspondiente en la academia. Después de presentar un examen para quedar en la misma clase que Sergei, se despidió de sus padres.
— padres, los visitaré cada vez que tenga tiempo y en vacaciones.
— Está bien, por favor ten cuidado y no olvides lo que te dijimos — le recordó Eros a su hijo.
— Sé paciente con el joven y ayudalo.
— Así lo haré padres, no los decepcionaré.
Los dioses se despidieron del joven para irse de allí, en tanto el niño fue dirigido a los dormitorios.
— (( ¿Dónde estará? Ojalá lo pueda ver hoy ))
El niño fue sacado de sus pensamientos cuando llegaron a la habitación.
— Joven príncipe, esta será su habitación a partir de hoy.
— gracias, ¿Tengo compañeros de habitación?— Viendo al hombre hacia arriba.
— Sí, su compañero de habitación es un joven marqués de 9 años.
— gracias.
El hombre hizo una reverencia para irse de allí, y Haim entró a la habitación dejando sus cosas a un lado.
— Hola, mi nombre es Liorán, soy tu compañero de habitación—dijo con una sonrisa el niño de 9 años.
— Hola, Liorán, soy Haim Windsor, príncipe de Elysium.
— P-Príncipe, disculpe mi falta de educación—haciendo varias reverencias preocupado de haber ofendido al niño.
— No te preocupes, aún estás aprendiendo.
— ¿Puedo ser su amigo? Aquí no conozco a nadie y me da un poco de nervios estar solo.
— Claro que sí, puedes ser mi amigo. ¿Pero qué haces aquí siendo tan pequeño?
— B-Bueno también es usted pequeño— respondió lleno de nervios.
— Yo vine por voluntad propia.
— entiendo, a mí, mi padre me envió para “reformarme”
— ¿Qué tan grave pudo hacer un niño de 9 años para necesitar que lo reformen?— preguntó mientras veía lo que había vivido el niño en tan corto tiempo
— Mi padre se volvió a casar y ahora su vida gira entorno a su nueva esposa y ese hijo bastardo que tuvo fuera del matrimonio.
— Así que ese hermano tuyo fue quien hizo que te enviaran tan lejos.
— Así es, aunque el hijo mayor de esa mujer me trata bien, pero no pudo impedir que me enviaran aquí.
— Está bien, seré tu amigo y te enseñaré a defenderte muy bien, cuando vuelvas al reino podrás recuperar lo que te quieren quitar.
— Hablas como un gran adulto.
— Bueno, saldré a buscar a alguien importante.
El niño salió de la habitación para ir en busca de su joven alfa, mientras que Liorán quedó en la habitación un poco perdido por las palabras del niño.
— Habla como un adulto, pero tiene razón, debo aprender mucho para defenderme de todos.
Haim recorría la academia, observando los imponentes edificios de piedra adornados con esculturas de dioses y héroes.
—(( dónde estará mi joven duque))
Mientras avanzaba por el lugar, podía ver a los jóvenes nobles, vestidos con elegantes ropas, caminando por los amplios pasillos de mármol, sus risas y conversaciones animadas resonaban en el aire, pero no veía a Sergei. El sol brillaba a través de los grandes ventanales, iluminando el polvo que flotaba suavemente, en los jardines observaba flores exóticas florecer, y grupos de estudiantes que estaban reunidos bajo la sombra de árboles centenarios, intercambiando ideas y sueños. Al paso del niño se podía escuchar uno que otro murmullos de burla.
“ Ese niño estoy seguro que saldrá llorando la primera semana”
“ Aún es un niño que necesita que su madre lo limpie”
“ Si lo han enviado a una academia tan estricta es porque no debe ser un niño tan bueno”
“ Sus padres lo deben odiar mucho para enviarlo aquí siendo tan pequeño”
Ignorando los comentarios, el niño se concentró en buscar a Sergei, cansado de no poder verlo usó sus habilidades haciendo que la naturaleza misma le dijera dónde estaba.
— Así que está en el campo de entrenamiento— se dijo con una sonrisa.
Sabiendo dónde buscar, se dirigió a prisa al lugar, al llegar se sentó bajo un árbol observando al joven practicar la espada con Aitana.
— Se ha vuelto un joven muy atractivo— observando cada movimiento de Sergei.
El niño no consideró prudente acercarse todavía al joven por lo que se quedó allí sentado observando. Tiempo después, su pequeño amigo llegó junto a él sentándose a su lado.
— pensé que se había escapado de la academia.
— No lo haré, aquí hay alguien muy importante para mí, así que no dejaré la academia tan pronto, además te había prometido ser tu amigo y ayudarte.
— ¿Esa persona importante es la joven que practica la espada?— preguntó mientras observaba dónde observaba Haim.
— No, es el joven, que practica con ella.
— ¿Es su hermano o familiar?
— No, es mi futuro amigo.
— mmm, es un joven bastante hábil con la espada, también tiene un rostro bastante atractivo.
— No lo mires de esa forma, él es quien he escogido— levantándose del suelo.
— ¿Escogido? ¿Ya no será mi amigo cuando sea su amigo?—preguntaba mientras caminaba tras el niño.
— Aún eres un niño inocente, concéntrate en los estudios.
— ¿Por qué escogió a alguien mayor para ser su amigo?
— No preguntes demasiado.
Haim siendo seguido por su amigo se dirigió de regreso a su habitación, quería descansar un poco para el día siguiente asistir a clases. Sergei por su parte, luego de terminar el entrenamiento se sentó bajo el árbol dónde anteriormente estaba Haim.
— Este árbol es mucho más grande que los demás y tiene mucha sombra— comentó Aitana observando el lugar.
— Lo es, debe tener mucho tiempo aquí plantado.
— ¿Estás preparado para el inicio de las clases?
— Lo estoy, no me retractaré de la meta que me he puesto. Seré un gran general para defender nuestro reino.
— Sé que lo haces más que todo para fortalecer tu carácter y defenderte de ese gamma.
— En un principio lo había pensado así, Pero debo seguir adelante y olvidar que ese sujeto existe.
— tienes razón, perdón por recordártelo.
— no te preocupes….. ya es hora de ir al comedor, vamos.
— vamos, luego de comer debo volver a mi dormitorio, tu no salgas solo y no salgas de la academia.
— Lo sé, no haré nada que arriesgue mi vida.
.
.
HAIM👇👇👇
creo que me perdí