Se conocieron una noche, la vida de ella estaba destruida y él no pudo sacarla de su mente. Le ofreció un contrato...
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Capítulo 4
Lisa
Fui a trabajar todos estos días y poco dinero pude recaudar, intenté conseguir otro trabajo con mejor paga pero no tuve suerte. Sueño con poder irme de casa pero jamás lo conseguiré a éste paso.
Mi madre se ha burlado día tras día y en una caja de regalo me dió la sábana con aquella libreta. Me arrepiento de entregarme a aquel imbécil y de haber nacido.
Los recuerdos de esa maldita noche se reproducen en mi mente y cada día que tomo una ducha detesto ver mi cuerpo desnudo, siento asco de mi misma.
Veo a mi madre con rabia, siempre bien vestida y con un lindo maquillaje y pienso que se habrá comprado con el dinero de la apuesta del cual no gané nada, ni una comida decente he tenido en casa, ni pastel de cumpleaños, ni una simple prenda bonita puedo tener.
Sólo vivo por mi trabajo de camarera porque de lo contrario no comería más que unos pocos bocados aveces. Cuando iba a la escuela era feliz porque tenían servicio de comedor y ahí al menos podía alimentarme. Recuerdo cuando fui a buscar trabajo, estaba muerta de hambre, débil y había perdido mucho peso. Los golpes que mi madre me había dado eran tan visibles que debí colocarme prendas de manga larga en pleno verano y todo por usar su caro shampoo.
Jamás pude comprar nada de calidad pero aún mi cabello puede verse bastante lindo. Había días que lo lavaba con jabón de ropa y otras veces con detergente de platos. Un día le quité a mi madre un poquito de shampoo y lo puse en un pequeño frasquito pero ella lo notó porque marcaba el recipiente luego de cada lavado. Me pego tan fuerte que ese día dormí en el suelo porque no pude levantarme.
He recibido tantas golpizas desde tan temprana edad que creía que nada peor podría pasarme pero me equivoqué, mi madre siempre busca la manera de destruirme un poco más pero ahora se que nada peor podría sucederme.
No creo en Dios porque se que él podría haberme salvado, jamás hice nada para merecer esto, el amor lastima, solo es un invento comercial para San Valentín, el sexo está sobrevalorado, humilla, duele y lastima física y emocionalmente. No sueño con un hombre perfecto, solo quiero un buen trabajo para poder irme de aquí e intentar ser un poquito feliz o normal al menos.
Hoy fui a trabajar como cada día, no quería estar en casa y me ofrecí para trabajar más horas aunque no me paguen por ello. Cruzar la puerta de dónde vivo y entrar al infierno debe ser exactamente igual.
Atendí algunos clientes y uno de ellos fue demasiado generoso, me dió cien dólares de propina, jamás había tenido tanto dinero y casi lloro de emoción. Hay veces que gano dos dólares en un día, aveces cinco, un buen día diez pero cien jamás.
Él mismo hombre vino a cenar y volví a atenderlo yo. Estaba demasiado cansada pero aún así no quería irme. Fui al baño luego de tomar la orden de aquel generoso hombre, mojé mi rostro para ver si así ganaba un poco de energía.
La señora María, mi jefa, me esperaba al salir
-Lisa el caballero de allí te invita a comer, ve con él por favor
-Pero estoy trabajando
-Niña tu turno acabó hace tiempo ya, se que no quieres ir a casa pero él te está invitando amablemente, no puedes rechazarlo y no quiero perderlo como cliente
-Esta bien
Fui a la mesa de aquel hombre que me veía fijamente
-Lisa siéntate por favor, cena conmigo
-Esta bien señor, es usted muy amable
-Dime Máximo por favor, no se si esto sea de tu agrado pero puedes pedir lo que desees sin problemas
-Esto está muy bien, no deseo molestar ni abusar de su generosidad
Comencé a comer luego de él, hasta postre pidió. Jamás había comido tanto, ya no sentía hambre por primera vez en mucho tiempo
-Tomemos un café, me gustaría hablar contigo ¿Tienes tiempo?
-Si señor Máximo, ¿Que desea hablar conmigo?
-Escuchame primero luego podrás decirme lo que quieras
-Me está asustando
-Tengo una empresa, mí abuelo falleció hace unos pocos días y par seguir a cargo de la compañía necesito casarme antes de cumplir veintiséis años y eso es en menos de un mes
-Vaya, espero que pueda solucionarlo y lamento mucho su pérdida
-Gracias pero te preguntarás por qué te cuento todo esto- asenti- me gustaría ofrecerte un contrato
-Justo necesito un trabajo, ¿De qué se trata?
mil felicitaciones 👏👏👏 querida autora 👏👏👏