BAJO LA PROTECCIÓN DEL MAGNATE

... ACEPTO LA PROPUESTA ...

El amanecer se filtraba entre los árboles, tiñendo de oro las paredes de la cabaña. Parecía una mañana tranquila, pero en el interior, el ambiente era cualquier cosa menos pacífico.

Emma observaba desde la ventana la expansión del hermoso bosque, las aves revolotear, no había dormido, cada palabra que le dijo al español se repetía en su cabeza como un mantra envenenado.

Aquel trato no tenía vuelta atrás, y aunque la intención era noble, sabía que el precio podía ser altísimo.

Adrián entró con dos tazas de café caliente, se acercó con paso firme y se sentó a su lado en la alfombra.

—¿Dormiste algo? — preguntó, ofreciéndole una taza.

—¿Tú dormiste? — replicó ella, aceptándola.

Él negó con una sonrisa torcida.

— No puedo dejar de pensar en lo que hiciste, en lo que dijiste.

Emma bajó la mirada.

—¿Me odias?

—No, pero me molesta que creas que tenías que hacerlo sola, si me lo hubieses comentado, tal vez hubiésemos armado un buen plan, pero él hubiera no existe.

Hubo un silencio largo.

— Pensé que, si al menos lo intentaba, podríamos tener una oportunidad —susurró ella.

Adrián tomó su mano.

— La única oportunidad que tenemos es si los enfrentamos juntos.

Ella levantó la vista y encontró en él una promesa, una que no necesitaba palabras.

...****************...

En el otro extremo de la cabaña, Ethan cambiaba los vendajes de April. Sus movimientos eran precisos, pero su expresión, cada vez que veía una herida, se endurecía.

—¿Todavía molesto conmigo? — preguntó April en voz baja, observando su perfil.

—¿Crees que todo se arregla con una sonrisa? — replicó sin mirarla.

— Con esta sonrisa, muchas cosas — bromeó inocentemente.

Ethan dejó escapar un suspiro.

— Me enoja que hayas arriesgado tu vida, que hayas salido sin avisar, que te pusieras en peligro con esa herida... — Su voz se quebró un segundo —. Pero más me enoja que no confíes en que yo estaría ahí para ti.

April se quedó callada. Luego, lentamente, tomó su mano.

— Estoy aprendiendo a confiar, Ethan. Pero no es fácil.

— No te vayas sin mí la próxima vez — pidió él, bajando la guardia por un instante.

Ella asintió.

—Lo prometo.

El teléfono satelital sonó en el despacho. Adrián lo atendió al instante, del otro lado, la voz del español retumbó con frialdad calculada.

— Interesante jugada, señor Blackwood...

— Adrián no respondió, dejó que hablara.

— Mi Emma tiene agallas, está dispuesta a entregarse por la paz, eso es muy admirable.

—¿Qué quieres?

—Lo que siempre quise, tener a Emma en mi gran mansión, a mi lado, en mi cama, siendo dominada por mí.

Adrián apretó el puño.

—Si le haces daño...

—No me amenace, solo llamo para informarle que Giovanni ha dejado de serme útil y pronto… dejará de respirar; así que he tomado en cuenta la propuesta de mi Emma, quiero que la vayas preparando soy un hombre de palabra, ja, ja, ja, ja, ja.

La línea se cortó.

Adrián se quedó inmóvil, luego levantó la mirada hacia Ethan, que acababa de entrar.

— Va a matarlo — dijo.

Ethan parpadeó.

— Eso es bueno, ¿no?

— Sí, pero no así, no sin saber qué planea después. Ahora más que nunca debemos proteger a Emma.

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Horas después, en la ciudad, la tensión se podía respirar en las calles, los negocios cerraban más temprano, la gente caminaba más rápido, las noticias hablaban de “ajustes de cuentas” en barrios controlados por Giovanni.

Un camión explotó cerca del puerto, otro fue interceptado por fuerzas desconocidas, en uno de los callejones, los cuerpos de tres hombres leales a Giovanni yacían con disparos limpios en la cabeza.

El caos se extendía, y nadie sabía quién estaba realmente detrás, solo unos pocos sabían la verdad: el español había comenzado su jugada y no se detendría.

En la cabaña, Emma no dejaba de mirar el teléfono, cada segundo sin noticias era una tortura.

—¿Crees que lo hará? — preguntó a Adrián.

—Sí y no lo hará por gusto o por su estúpida excusa de que ya no le sirve. Lo hará por lo que representas para él, no va a dejar pasar la oportunidad.

Emma cerró los ojos, lo que había comenzado como una estrategia desesperada se convertía, lentamente, en una trampa para todos.

— Tenemos que adelantarnos — dijo Adrián —. Si Giovanni muere, obviamente nos quitamos un peso de encima, pero una de las redes de mafia más grande nos estará respirando en la nuca y sobre todo en estos momentos que la empresa ha tenido problema.

—¿Cómo nos adelantaremos? — preguntó Emma, sin mucha esperanza.

— Con ayuda.

Ethan entró cargando una pequeña caja de madera.

— Encontré esto en uno de los almacenes de Giovanni cuando destruíamos su último cargamento. Es una caja fuerte portátil. Aún no sé cómo abrirla, pero huele a secretos sucios.

Adrián lo miró con sorpresa.

—¿Y por qué no dijiste nada antes?

— Porque pensé que ibas a ponerte histérico, sabes que lo haces cuando me pongo a perder el tiempo según tú esculcando el área.

April se río desde la cocina.

— Bienvenido al club.

Emma sonrió por primera vez en días. Adrián tomó la caja y la colocó sobre la mesa.

—Entonces es hora de intentar abrir esa cosa, tal vez haya algo que nos pueda ayudar.

...****************...

Esa noche, mientras el frío viento cobijaba los árboles, Emma salió de la cabaña y a pesar de sentir el aire frío, eso le trajo un poco de paz. Adrián apareció detrás de ella sin hacer ruido.

—¿No puedes dormir?

— No dejo de pensar en todo lo que viene.

Adrián se colocó a su lado, mirándola de reojo.

— Vendrán cosas duras, sí. Pero estaremos juntos.

Ella se giró hacia él.

—¿Lo dices en serio?

— Con todo lo que soy. — Le tomó la mano —. No te entregaré a ningún monstruo, ni al español, ni a tu pasado, ni a tus miedos; pelearemos y ganaremos.

Emma se inclinó elevando sus pies y quedando de puntilla y sin ningún atisbo de dudas en sus ojos, lo besó, no fue un beso de despedida ni de desesperación, fue un pacto.

La noche los envolvió, Adrián paso sus manos por la cintura de Emma, tenía miedo, miedo de que fuese arrebatada de su lado, ya no podía más, amaba esa mujer con locura y prendería el mundo en fuego, lo volvería el mismo infierno con tal de que ella siempre permanezca a su lado.

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Bueno mis amores, este arroz ya se coció, el primer beso y lo dio Emma... Claro si la embarro hasta el fondo.

Pero igual el amor está en el aire, se imaginan como será el primer beso de Ethan y April 😂😂😂.... esperemos a ver ...

espero les esté gustando...

No sé olviden de apoyar la novela con sus 👍, sus 🎁, votos y comentarios.