Catalina : El Infierno Vive En Mí

Punto de vista de Arturo

Sabía que Amanda estaba en algo turbio, yo amaba a mi hermana, pero estaba consciente que su pequeña cabeza desquiciada y retorcida no paraba de trabajar en hacer daño, así que decidí mandar a investigar en que andaba.

"Aquí tiene la información que pidió", tome el sobre que me estaba entregando mi investigador, saque la información que contenía y empecé a leer.

"¿Esto es cierto?", pregunté incrédulo.

"Si, señor. La señorita Amanda ha estado muy activa últimamente, como puede ver masacro a toda una familia, torturó a varias personas y anda con Leonardo, nuestro mayor enemigo", respondió el investigador pausadamente.

"Esa hermana mía tiene una mente muy retorcida, lo que no entiendo es lo de la familia, que le hicieron esas personas", comente intrigado.

"Cuando lo sepa se va a sorprender señor, no quise meter esa información en un sobre porque se podía perder, así que la envíe a su correo de forma codificada para que nadie más la vea", abrí mi correo sin perder tiempo, busque el archivo que me había enviado Ivan, en este aparecía la foto de Amanda y a su lado estaba Gabriel Lombardo, lo que no entendía era por qué ella estaba vestida de novia.

"¿Qué significa esto?, ¿quién hizo este montaje?", pregunté confundido, ya que no le veía la lógica a nada.

"No es un montaje señor, esa muchacha de la foto se llama Catalina Miranda, la actual esposa de Gabriel Lombardo". Respondió Ivan con seguridad.

"Es imposible, esta mujer es mi hermana Amanda. No estoy entendiendo nada, explícate mejor antes de que pierda la paciencia", dije con irritación.

"Señor, ella es Catalina Miranda y al parecer es la hermana gemela de Amanda, según nuestros informantes su hermana está haciendo todo lo posible para sacar de su camino a su otra hermana", explicó Iván detalladamente.

"Esta vez Amanda se pasó, no le voy a permitir que le haga daño a nuestra hermana, quiero saber que paso con ella y porque no creció junto a nosotros. Hay que buscar la manera de traerla de vuelta a casa", dije con seguridad, Catalina era una Bustamante y no iba a permitir que ni Amanda ni nadie la lastimara.

Iván salió de mi oficina a seguir con lo que le había pedido, no podía creer que Amanda fuera tan retorcida, pero sabía por qué hacía tal cosa, ella era ambiciosa y seguramente estaba viendo a Catalina como una intrusa que venía a quitarle su imperio.

Ahora tenía que buscar la manera de atraer a mi otra hermana, sé que Gabriel Lombardo es un hombre despiadado, no me gustaría que Catalina estuviera sufriendo bajo su poder.

"Aquí estoy, ¿para qué soy buena?", pregunto Amanda entrando a mi oficina.

"Estuve pensando después de ver esa foto tuya con Gabriel Lombardo y me gustaría hacer negó ios con él, por eso lo he invitado a la empresa para que podamos hablar", vi que Amanda se puso pálida al escuchar mis palabras, ella no se esperaba algo así.

"Explícate mejor, ya que si mal no recuerdo tú no querías hacer negocios con nadie y menos con los Lombardo", expresó Amanda con nerviosismo.

"Cambie de opinión, esa familia es muy poderosa y quien quita y terminemos emparentados con ellos", sonreí mientras expresaba mis pensamientos.

"Si tú piensas que es buena idea, yo no tengo ningún problema, pero recuerda que ese hombre es casado y que según se ama a su esposa", Amanda intento disuadirme; sin embargo estaba preparado para todo esto.

"Existe el divorcio o es que no te crees lo suficientemente lista para atrapar a un Lombardo", dije mirándola fijamente.

"Está bien hermano, te voy a demostrar lo inteligente que soy, Gabriel Lombardo terminara siendo mi esposo", respondió con frialdad y un brillo maquiavélico en sus ojos.

Amanda era tremenda, si no fuese porque es mi hermana la hubiera eliminado desde hace rato de la familia, pero contra ella no podía hacer nada yo la amaba así tal cual era.

Pedi a mi secretaria que me comunicara con Gabriel, debía actuar antes de que Amanda hiciera algo peor de lo que ya había hecho.

"Señor Bustamante ¿a qué debo su llamada?", pregunto Gabriel con un tono de voz distante.

"Tengo algo que proponerle, me gustaría que nos viéramos en persona", respondí con frialdad.

"Está bien, lo espero en mi oficina", continuo sin más nada.

Quedamos en reunirnos en una hora en su oficina, tiempo suficiente para ajustar algunos asuntos.

Una hora más tarde me encontraba en las empresas Lombardo, no podía negar que este imperio era asombroso, no estaría nada mal hacer negocio con los Lombardo.

"Señor Bustamante, ya anuncio su llegada", me recibió la recepcionista que, la cual era una mujer hermosa, a decir verdad todas las mujeres en este lugar eran preciosas.

"Hola Adela, vengo a ver a mi esposo. Le avisas por favor que estoy aquí".

Una suave, pero conocida voz llamo mi atención, voltee a ver de quién se trataba y me sorprendí al ver a mi hermana a mi lado, era increíble el parecido con Amanda.

"Buenas tardes, señora, ya informo que va subiendo, aunque el señor está ocupado en este momento", respondió la recepcionista con respeto.

"Sabes lo que pienso que el señor esté ocupado, mejor no le avises nada de igual manera soy su esposa y no necesito que me estén anunciando". Para este momento su impotencia era digna de una Bustamante, cuando adopto esa actitud su parecido con Amanda aumento.

"¿Qué tanto me mira, se le perdió una igual?", pregunto volteando a verme.

"Lo siento señora, es solo que me recordó a alguien", exprese con cortesía.

"Como sea", vi que Catalina camino con firmeza por los brillantes pisos del recibidor, ella era digna de nuestro apellido y estoy seguro de que podrá encargarse del negocio familiar.

"Lo siento señor Bustamante, al parecer la señora está de mal humor", la recepcionista estaba apenada por como me trato Catalina.

"No se preocupe, mejor indiquemos por donde ir", dije con una sonrisa de medio lado.

Adela me indico por donde ir, era obvio que lo único que tenia que hacer era seguir a mi hermana; sin embargo, no podía ser tan obvio, camine rápido para poder alcanzarla, quería poder hablar un poco más con ella.