Tu Amor Es Mi Vida

Había pasado una semana que Kai estaba con Ada, hoy era el último día del secuestro.

— dónde puede estar ~ he contratado a los mejores hombres para que la encuentren y nada — decía enojado el padre de Ada, pero también estaba intranquilo.

— por suerte no sabe ~ nada ~ cariño — tranquila.

— por lo menos ~ pero quién la secuestraria.

— hay que seguir con nuestra vida normal hasta que la encuentren ~ nadie tiene que sospechar.

— tienes razón.

En el bosque

— no quiero irme ~ puedes tenerme más tiempo secuestrada — triste.

— eso no será posible — acariciando su rostro — mi padre va a regresar.

Hoy sería el último día que ellos estarían juntos sin nadie a su alrededor, Kai no podía tener a Ada más tiempo cerca de él porque su padre regresaría pronto.

— te llevaré a tu casa en la noche.

— acaso eres tonto ~ como piensas dejarme en casa.

— si me dejas en casa sin ningún golpe o algo mis padres creerán que me escape de casa.

— que quieres que haga entonces.

— para que ninguno de nuestros padres sospeche tendrás que dispararme.

— jamás.

— es eso o golpearme en todo el cuerpo ~ tu padre podría dudar de ti cuando me dejes ir.

— no me pidas eso por favor.

— tendrás que hacerlo para que sigas teniendo la confianza de tu padre ~ puedes decirle a tu padre que te dije todo lo que quería saber y luego como ya no te era útil me disparaste y me dejaste tirada.

— estás loca ~ como se te ocurren esas ideas.

— fácil ~ leyendo ~ hay muchas historias que tratan de secuestros — riendo.

— crees que es fácil para mí lastimarte.

— sé que no será fácil ~ pero tenemos que hacerlo si queremos vivir.

— hazlo ~ estaré bien ~ confío en tí — viendo sus hermosos ojos azules.

— está bien ~ lo haré — desanimado.

— tenemos una cosa resuelta, pero no sabemos cómo mi padre consiguió todo ese dinero.

— no te preocupes por eso ~ mandé a alguien a averiguar.

— solo nos quedan unas horas para estar juntos.

En esas horas ninguno dijo algo solo se quedaron abrazados en la cama.

— joven Kai~ llegamos tan rápido como dijo.

— trajeron lo que le pedí.

— si ~ aqui tiene la bolsa, pero para que la va a usar.

— ya tengo la información necesaria ~ significa que esa niña ya no nos sirve.

— quiere matarla.

— no, tan rápido es mejor hacer que tanto ella como sus padres sufran ~ no creen.

— si ~ joven Kai.

— dejaremos tirada a la niña mientras agoniza de dolor cerca de una comisaría.

— una comisaría — sin entender.

— si ~ por lo que me dijo a su padre no le gusta encontrarse con algún oficial ~ así que ahora con su hija el tendrá que ir.

— buena idea.

— preparen el auto.

Kai entro a la casa donde Ada ya estaba lista para lo que venía.

— primero me amarras las manos y luego los pies.

— Ada ~ te amo.

— que... — Ada estaba muy feliz y emocionada por lo que escucho pero se pregunto por qué ahora le dice eso.

— quiero decirte que desde que vi tus ojos y tu bella sonrisa ~ tanto mi mente como mi corazón sabían que tú eras la persona que estaba destinada a mi ~ tú eres la luz en la oscuridad de mi vida ~ eres el sol que ilumina mis días ~ tú eres mi todo.

— yo también te amo — abrazándolo.

En esos minutos Kai le dio un tierno beso que también le brindaba una enorme seguridad de que todo saldría bien.

Saliendo de la casa Ada tenía puesta la bolsa en la que cubría todo su rostro.

Con una voz que no demostraba ningún sentimiento Kai aventó a Ada al suelo para luego apartarle con el arma.

Ada también tenía que actuar — estás loco ~ que piensas hacerme no fue suficiente los golpes que me dabas y dejarme morir de hambre ~ acoso eso no bastó.

— guau joven Kai esa niña debe haber sufrido mucho — no estaban tan sorprendidos porque sabían que el joven Kai era una persona muy cruel.

Ada seguía quejándose para que no sospechen nada y estaba funcionando.

— cállate — grita.

— joven Kai creo que fastidia mucho ~ ya disparé.

— haz silencio ~ si no quieres que también te dispare a ti — lo fulmina con la mirada.

Kai en lo único en que pensaba cuando levantó su arma, pensó en su padre y creyó que sería como él cuándo mató a su esposa ~ pero nunca sere como él porque Ada confía en mí.

...!Bang! !Bang!...

— Auch — gritaba de dolor.

— duele ~ duele mucho — agonizando.

Kai le había disparado en la parte baja del pecho busco un lugar que no afectará sus signos vitales.

— vamonos.

En el transcurso del camino, Ada no dejaba de quejarse del dolor y estaba desangrándose mucho.

— si sigue así morirá — dijo uno de los hombres.

— eso sería bueno — aunque Kai tenía que actuar como siempre ahora estaba sufriendo pensando que podría perder a la única persona que le daba color a su vida.

Cuando llegaron cerca de una comisaría, dejaron tirada a Ada en la vereda y se fueron.