Los Hijos Que Me Dió La Vida

-¿Estás segura de lo que quieres hacer, te vas a poner en riesgo?-- preguntó Fernando.

- claro que sí, él me está buscando a mí, y el que busca encuentra además quiero acabar con esto-

El guardaespaldas avisó por el intercomunicador que llamarán a la policía y que estuvieran listos.

Decidieron coger un camino de terracería, ya que era la ruta más larga para llegar al sitio de la emboscada y dar tiempo para que la policía llegara.

Mientras tanto Fernando y yo íbamos tomados de la mano, por mi mente pasaron los niños y nunca antes me había sentido tan feliz de que no estuvieran conmigo, agradecí mucho haberle hecho caso a la corazonada que tuve, pero ahora quien estaba en riesgo era Fernando, él no merece ser víctima de mis batallas, soy yo quien debo enfrentarlas sin que alguien más se lastime por mi culpa.

-Fernando lo siento mucho, yo te metí en esto -

- no digas eso, yo decidí que no te iba a dejar sola en esto, estamos juntos y así va a ser - dijo decidido.

Le regalé una sonrisa y me acerqué a dejarle un casto beso en los labios, él se sorprendió, pero me devolvió esa sonrisa que últimamente me está volviendo loca.

Seguimos en el camino con el ojo puesto en el auto atrás de nosotros cuando vimos que llevaba a alguien de copiloto, esa persona sacó medio cuerpo por la ventanilla y comenzó a disparar en dirección a nosotros, escuchamos cuatro detonaciones Pero solo uno logró impactar en el auto, favorablemente es blindado, aun así decidimos agacharnos en las sillas.

Después escuché al guardaespaldas hablar.

-¡¡¿ME COPIAN, ME COPIAN? NOS ESTÁN DISPARANDO, LA POLICÍA YA ESTÁ ALLÁ?!!-

No sé que le respondieron.

-DÍGALES QUE SE DEN PRISA, SOLO TENEMOS DOS ARMAS Y NO HAY MUNICIONES, NECESITAMOS LLEGAR CON USTEDES-

Él volvió a fijar su mirada en el retrovisor y susurro.

-Cada vez se acercan más, necesitamos llegar con los demás-

Entonces pregunté.

- ¿Está todo en orden?-

- señora la policía no ha llegado al lugar de la emboscada, y no podemos estar en esta persecución para siempre, debemos llegar ya con los demás, no queremos arriesgarlos -

Aunque yo quería que la policía estuviese presente, tengo que pensar en los demás.

- vamos con ellos-

Él asintió y el que iba conduciendo hundió el pie en el acelerador dejando una nube de polvo detrás de nosotros, Pero aun así Antuan no nos perdió de vista, mientras su copiloto seguía disparando en nuestra dirección.

Salimos de la carretera destapada y volvimos a la pavimentada, allí cogimos rumbo al punto de encuentro.

Después de veinte minutos el auto comenzó a detenerse con pequeños apagones.

- ¿qué está pasando?-

- señorita creo que nos quedamos sin combustible - respondió el guardaespaldas.

- y ahora que vamos a hacer, ahí viene Antuan - respondí.

- tranquila ya envié un mensaje al equipo, ellos están a solo 100 metros, vienen en camino.

Quedé un poco más tranquila Pero en ese momento nos alcanzó Antuan, de inmediato se bajó del auto, mis guardaespaldas estaban alertas y ya estaban afuera apuntando con sus armas, listos para cualquier eventualidad, Fernando y yo nos quedamos en el auto.

El cada vez se acercaba más a nosotros.

- Aléjese del auto señor, no tiene permitido acercarse a la señora - dijo mi guardaespaldas.

- tu no me vas a venir a decir que puedo y que no hacer con MI ESPOSA-

Esa palabra me produjo un fuerte dolor de estómago, entonces decidí voltear a verlo a través del cristal, él se dio cuenta y posó una mirada intensa sobre mí, pero en ese momento Fernando me atrajo a su lado.

- No hagas contacto con ese tipo, solo quiere sacarte de tus casillas -

Pero entonces si no lo enfrentaba de una vez esto no iba a parar, y necesitaba distraerlo mientras el equipo de seguridad se acomodaba en sus lugares, entonces me safe del agarre de Fernando y lo mire a los ojos.

- déjame hacer esto, lo necesito -

- entonces ten mucho cuidado pero yo saldré contigo- me dijo.

Asentí, nos quitamos los cinturones de seguridad y salimos del auto

- vaya vaya, mi querida esposa tiene un amante, siempre supe que eras una prostituta-

yo solo lo observé y le sonreí.

- que pasó querido esposo, ¿ya no tienes una esposa que te mantenga y por eso te ves así tan deplorable?---le dije mientras lo señalaba, era evidente lo mal que la estaba pasando-- lástima que te gastaste el poco dinero que te quedaba en gasolina para el auto y lo peor aún, para nada, pero cuéntame, ¿qué querías lograr montando todo este teatro?-

- uy ya has mejorado, tienes agallas, así me gustas más-

- no seas ridículo, te gusta mi dinero, Pero ese no lo vas a volver ni a oler, vas a volver a la ratonera de dónde te saqué..... O no, ¿sabes qué?, de pronto hasta cambies de locación, detrás de las rejas es donde debes de estar-

- jajajajajajaja yo no he hecho nada, porque tendría que ir a la cárcel, aún eres mi esposa y tu obligación es estar a mi lado-

- Ay Antuan, pensé que eras más inteligente, Pero por lo visto solo eras un pendejo dándoselas de millonario, Pero con tu mente empobrecida, de nada sirven los millones si no educas tu cerebro, no supiste aprovechar tu momento, ahora vas a pagar todo lo que me hiciste, mordiste la mano de quien te dió de comer-

vi como tragó grueso.

- no tienes ninguna prueba en contra mía para poder hacer que me arresten-

- ¿entonces por qué estás huyendo?....¿a qué le temes?, no eres más que un asesino, un delincuente, o ya se te olvidó todo lo que has hecho, yo te lo puedo recordar con gusto -

Él solo se quedó con los ojos abiertos y con su mano apretando fuertemente el arma que reposaba en su cinturón, se veía la furia en sus ojos.

- me golpeaste, mataste a mi hijo, no tuviste ninguna piedad, además dejaste a unos niños sin sus padres, eres un asesino - él quedó aún más sorprendido.

- no hay pruebas que demuestren nada de eso, solo están diciendo estupideces- me respondió.

- ay Dios, en estos momentos siento lástima por ti, eres un pobre idiota -

Uno de mis guardaespaldas se acercó al acompañante de Antuan y lo redujo de inmediato, el y yo solo estábamos a unos cuantos pasos de distancia, ahí el decidió que ya era suficiente y se abalanzó sobre mi intentando derribarme, pero no pudo, mis reflejos habian mejorado con el entrenamiento, el cayó al piso, entonces yo le di una fuerte patada en su abdomen, el como pudo se giro y agarró mi pie y lo jaló haciendome caer sobre mis glúteos, reaccione rápido y le propicie una fuerte patada en su rostro pero no soltaba mi otro pie y con su otra mano cogió su pistola y sin esperar más disparó directo hacia mi, yo solo escuché un pitido fuerte haciéndome sentir mareada y un poco aturdida, cai sobre el pavimento con Antuan de panorama, alli podia ver como Fernando se abalanzó sobre el quitándole el arma y dandole golpes, al instante llegaron los demas guardaespaldas y lo redujeron, Fernando corrió a mi dirección y me tomó en sus brazos.

-Alejandra, respira profundo, vas a estar bien-

escuché el sonido del velcro despegandose Fernando estaba intentando quitar el chaleco antibalas, yo aún no podía moverme, me sentía desorientada.

Escuché como respiro de alivió.

- vas a estar bien, la bala no logro traspasar el chaleco, vas a estar bien, ¿me oyes? Vas a estar bien-

Me cargó en sus brazos y me llevó al auto.