AMOR Y MAFIA

-Señora… debemos irnos de acá, ¡La policía no debe tardar!

 -¡Jairo! ¡No despierta jairoo! Mi alfa… ¡mi alfa no despierta!

-Señora debemos salir de acá, el señor Lavisky debemos llevarlo al médico… está bien solo inconciente.

-Medico… nooo, médico no, no es posible, harán preguntas, sabrán que fuimos nosotros quienes destrozaron esto…

-Debemos salir de acá señora…

Jairo era su fiel compañero de guerra, la seguía a todos lados siempre fiel a su señora, miro a Nayla temblar mientras sostenía las mejillas de Julián y se le estremecío el corazón.

-Deme permiso señora, debo llevarlo, debemos largarnos ya de acá…

Nayla dio la pauta al alfa que de un solo movimiento cargo a Julián en brazos, Julián estaba inconciente, los labios secos y las muñecas y tobillos lastimados daban la señal de su encierro en aquella bodega, había estado allí solo 2 días, 2 días que le bastaron para conocer el infierno, Nayla miro las muñecas y el rostro lastimado del alfa, la boca rota causa de la bofetada que Juan Carlo había dado antes y apretó los puños de irá.

-¿En dónde está el hijo de puta del italiano?

-En la cajuela del auto señora, justo como lo ordeno, señora, ¿A dónde iremos ahora? El señor Lavisky no será capaz de viajar en este estado.

-No, vamos a la mansión Lavisky, estando allí debo avisar a sus padres, y también busca un lugar solitario, quiero deshacerme del italiano.

-Señora si usted gusta yo puedo hacerlo, usted ya ha pasado por mucho y el la necesita.

-Jairo, yo jamás rompo mis promesas ni mis tratos, le dije a Juan Carlo que si mi alfa tenía un solo rasguño lo mataria de la manera más lenta posible, quiero verlo sufrir al hijo de puta.

Jairo no dijo nada más, solo metió a Julián a la parte de atrás del auto, después ambos subieron y se dirigieron a la mansión Lavisky.

En la mansión el guardia de seguridad se alertó al mirar el auto ageno que quería entrar, salio con el rifle en la mano , miro a la omega, sabía quién era puesto que ya había estado allí antes, en el asiento trasero miro a Julián y se alertó dando la orden de abrir el paso al automóvil, en la mansión un mayordomo les indico cuál era el camino a la habitación del alfa y de inmediato llamo al médico de la familia, Jairo cargo a Julián y lo recostó sobre su cama, miro a Nayla e inmediatamente se acercó a ella.

-¡Señora! ¡Está sangrando! Tiene una herida en el hombro.

-Es solo un rasguño, estoy bien Jairo, tu ¿Estás herido?

-No señora, debemos atenderle el hombro.

-Jairo, yo estoy bien, quiero que el médico vea primero a mi alfa.

-Señora, ¿Qué pasará con el italiano?

-Pensandolo bien, cambie de opinión, guardalo, viajará con nosotros a Nueva York, allá lo entraras en la bodega hasta que yo te diga, atiende su herida, todavía no se puede morir.

Jairo asintio y salió de la recamara, hablo con los guardias de seguridad que sorprendentemente no se inmutaron cuando supieron que llevaba a un tipo en la cajuela, no era sorpresa pues sabían a lo que se dedicaba Rushiel, así que sin preguntas ni crítica alguna le dieron a Jairo la llave de un cuarto en el jardín donde podía encerrarlo y cosas de curación para lavar su herida y curarla, Jairo agradeció y salió al mismo tiempo que entraba el médico a revisar a Julián.

En la habitación Nayla estaba sentada junto a su alfa, miraba a Julián dormir, aunque se veía tan herido el respiraba tranquilo y sereno, estaba estable y cómodo, Nayla abrió la sucia camisa para encontrarse con el parche y la sutura que la puñalada había hecho en el abdomen del alfa, apretó los puños y una lágrima salio.

Si tan solo hubiese llegado antes, el no habría estado allí tanto tiempo y no habría sufrido tanto, una mucama entro con una tina llena de agua limpia y tibia.

-Disculpe señora debo limpiar al joven amo.

Nayla miro a la chica, pellirroja, ojos verdes, guapa y esbelta, tenía la inocencia marcada en su rostro pero era una belleza única, no olía a nada, era beta seguro, en la mano llevaba una esponja y un cambio de ropa limpia, incluida ropa interior, Nayla apretó los dientes.

-¿Qué se supone que harás?

-Limpiar al joven amo señora…

-¿Tu? ¿No lo hace el mayordomo?

-Liuka está ocupado señora, en este momento está avisando a el amo Rushiel, es mi deber señora debo atenderlo.

-Damela…

-¿Disculpe?

-Dame la tina y la ropa, yo lo limpiare…

-Señora…. Usted ¿Quién es?...

-Yo… yo soy… soy su Omega, dame la ropa y por favor vete, a mi alfa lo limpiare yo misma.

Entonces la chica entendió esa actitud tan a la defensiva de la chica y sin más que decir dejo el carrito con el agua, la ropa limpia y salió de la habitación.

Nayla desnudo poco a poco a Julián con mucho cuidado, delicadamente tratando de no lastimarlo de ninguna manera, paso la mano por el pecho del alfa con ese creciente bello fino en el, su abdomen marcado, el pelirrojo cabello y la barba, la última vez que lo vio el llevaba la barba recortada y estetica, ahora mismo era un desastre y estaba un poco larga, pero seguía siendo muy guapo, seguia teniendo las mismas cejas perfectamente delineadas y perfiladas, las pestañas risadas y tupidas que le encantaban a Nayla, los labios lastimados pero rojos, el cuello, la manzana de Adán que era su mayor atractivo masculino, Nayla se acercó a su alfa y olió con ganas.

-No sabes cuánto te extrañe, no sabes cómo deseaba tenerte cerca…

Se separó un momento al sentir a su luna removerse buscando la cercanía del alfa de otra manera, humedecio la esponja y limpio cada parte del cuerpo del alfa, con cuidado, siempre procurando no lastimarlo, bajo por el abdomen y después más abajo, miro las contorneadas piernas y lo que el alfa guardaba bajo el boxer, Julián era grande, Nayla se remordio un labio y suspiro recordando cuando el alfa estuvo dentro de ella la ultima vez, ella no había tenido sexo desde que estuvo con Julián hacía casi 3 años y procrearon a julio.

-¿Qué mierda estás pensando Nayla Colens? ¿Cómo puedes tener deseo con una persona enferma?... Dios soy de lo peor, Nayla lo vistió como pudo y respiro profundo, cuando la puerta fue tocada ella salió de inmediato para mirar al alfa rubio y alto que entraba para revisar a Julián.

-Disculpe señora, necesito revisar al joven..

-Adelante yo debo limpiarme también.

-Puede usar el baño de la habitación del joven amo, si gusta en su cajón hay algunos pijamas pequeños que dejó el joven Peter… (dijo el mayordomo que entró tras el médico)

Nayla sintió el alma salirse cuando lo recordó, Julián tenía una pareja, esa pareja era Peter Restronk, incluso vivían juntos pues había ropa suya en esa habitación, dolió, dolió como no había dolido nada antes, el mayordomo pareció entender su indiscreción y repuso de inmediato.

-Perdon crei que le quedarían, es más o menos la talla del señor Peter, no creo que el los use de nuevo, lleva un año que el no viene y dudo que regrese, no creo que le molestará que usted ocupe un pijama de el..

-¿Cómo te llamas?

-Liuka señora, soy el mayordomo a servicio del joven amo y el señor Rushiel..

-Liuka, el… Peter… ¿Sigue siendo su pareja?..

-No señora, el joven Peter hace un año se marchó y el amo está solo ahora, señora disculpe que me meta pero yo quiero al amo como un hijo, dígame ¿Quién es usted, que busca con el?

La Omega repiro un poco cuando escucho aquello, apretó el vestido nerviosa.

-Nayla Colens, soy… su Omega, yo... solo quiero que el este bien, curarlo y sanar sus heridas...

-Bien señora Colens, puede ducharse en el baño del joven amo y de la ropa, buscaré algo de dama, con su permiso.

Nayla entro al baño y suspiro aliviada, por primera vez nadie la rechazo al escuchar su apellido, el baño estaba lleno de la escencia de Julián, era inevitable Nayla estaba excitada, todo ese deseo que no se presentó en 2 años ahora se hacía presente, su luna reclamaba al alfa en la cama, sin hacerle caso se baño rápido y salio cuando el mayordomo le aviso que dejaba una bata y un pijama fuera del baño, se vistió y salió al cuarto, el joven médico ya había curado a Julián y la estaba esperando.

-¿Cómo está el? Está bien ¿Verdad?

-El se encuentra bien, dormirá por al menos 10 horas más, es un alfa súper Dominante por lo que sus heridas sanarán muy rápido, incluso la del abdomen ya ha comenzado a sanar, pero no sé que secuelas psicológicas tenga de esto, por ahora sus feromonas están muy estables lo cual es bueno, en estos últimos años siempre estaba ansioso y nervioso, pero ahora está estable… se que usted es su Omega, podría quedarse a su lado hoy, liberar sus feromonas para el..

-S.. si… si está bien, gracias doctor…

-Nada que agradecer… con su permiso.

El médico salio y Nayla se recostó a un lado del alfa, cobijo su cuerpo, puso almohadas y cobijas al rededor de Julián y se frotó en todo dejando su aroma, miro al alfa dormido y frotó sus ojos con las llemas de sus dedos.

-Ansioso y nervioso… ahora se que no era la única, Julián, yo siempre cumplo mis promesas y prometí que te dejaría libre, pero justo ahora… necesito y quiero ser egoísta, no quiero dejarte libre… necesito tanto tu aroma y tú tacto, te extrañe tanto… Julián ¿Puedo ser codiciosa? ¿Puedo ser egoísta? Julián… ¿Puedo amarte de nuevo?... Ahora soy legal, estoy limpia… Julián… ¿Podría quedarme contigo para siempre?... Mi príncipe azul…

Beso sus labios y se quedó profundamente dormida en medio del nido que había creado.