Lea es una universitaria que se suicida pero reencarna en Tanea, una joven aristocrática qué tiene que vengarse por su hermana, teniendo que confrontarse con personas importantes e incluso con su prometido. Muchos secretos, traiciones y mentiras ¿su venganza saldrá bien o su vida se verá destruida?
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9
Salí con una sonrisa de el salón de té, me había reunido después de unos días con la reina para decirle mis requisitos para la boda. Hablamos del vestido y otros detalles, finalmente pusimos fecha para casarnos y será dentro de dos semanas.
Estos días que pasaron fueron tranquilos y lindos, las interacciones con Neyén son agradables, me roba sonrisas. Sonará raro, pero estoy un poco apurada para casarnos, ¿cómo será nuestra relación una vez que seamos marido y mujer? En mi mente será mejor de lo que es ahora, nos abriremos más.
Doblé en uno de los tantos pasillos, pero me detuve al escuchar dos voces conocidas. Sé que está mal escuchar conversaciones ajenas, pero mi lado chusma puede más, no le hace daño a nadie creo.
Las voces eran de Marc y Neyén, mi curiosidad aumentó porque sentía su relación algo extraña así que quiero saber de qué hablan y en que tono.
-Nuestro padre me ha pedido que verifique el estado de las tierras de Caussen, ¿quieres ir tú?- habló Marc
¿Tierras en Caussen? por lo que tengo entendido los únicos que tienen tierras allí es mi familia ni siquiera la familia real tiene. Son tierras codiciadas por todos, ya que Caussen en un pueblo que limita con Tragut, el país vecino y mayor competidor de nuestro reino. Son tierras estratégicas y fértiles.
-No digas tonterías- contestó de forma brusca Neyén
-Lo decía porque tienes mayor conexión con ellas, tu querida futura esposa era dueña de ese lugar ¿No?- dijo el mayor con un tono de inocencia falso
-Lo sigue siendo-
No lo puedo creer.
Froté mi pecho con suavidad, sentía un leve dolor a la vez que mi vista se volvía borrosa por las lágrimas. ¿Mis padres entregaron las tierras?
-No puede ser- murmuré apurando mis pasos para llegar a mi habitación.
No pueden haber hecho algo así, las tierras son algo muy importante. Son parte de nuestro estatus y ¿las dejaron ir así de fácil? Cuando les pregunté que querían los Reyes a cambio del matrimonio me respondieron que no me preocupara, que no era nada raro.
-Todo es mi culpa- dije al cerrar la puerta de mi habitación, me recosté en ella y dejé caer las lágrimas.
Estuve emocionada por un matrimonio que en realidad hizo que mi familia perdiera lo más importante, soy un ser despreciable.
Seque las lágrimas con apuro y salí de la habitación.
-Innia, Innia, ven aquí- llamé en medio del pasillo buscándola
Unos minutos más tarde apareció la pelinegra, su respiración era agitada y su rostro lleno de preocupación.
-Señorita, ¿se encuentra bien? Mi compañera me avisó que me buscaba con apuro-
- Que preparen un carruaje rápido, tengo que ir a ver a mi familia ya- ordené
-Oh, ¿lo olvidó señorita? Ayer me contó que su familia todos el séptimo día de cada mes viaja al templo, hoy es ese día- recordó
Mierda, lo olvidé.
Para ir al templo tienen que viajar hasta otro pueblo así que no volverán hasta mañana. Bueno, por una parte, es mejor, ya que puedo ordenar mis pensamientos y pensar bien en que decirles cuando los vea.
-Tienes razón, puedes volver a tus tareas- dije dándome la vuelta para regresar a mi habitación
-¿Se siente bien? La veo un poco alterada-
-Estoy bien, necesito descansar un momento- contesté
-Entonces ¿tomará el té con el príncipe más tarde? Puedo avisarle-
-No, hoy no quiero verlo- contesté con brusquedad
Habíamos comenzado a tomar el té todos los días juntos pero ahora creo que terminará eso. Mis emociones no están en orden.