El Encanto De Felisia

De regreso en casa, miro el techo por un largo tiempo buscando hacer clic con alguno de mis pensamientos. De repente recuerdo algo que vi en la laptop de Maritza. Era la foto de un sanatorio.

¿Por qué Maritza tendría una foto de ese lugar.?

Busco apresurada información y encuentro Qué es establecimiento está ubicado el Madrid. Es una clínica especializada en pacientes con problemas mentales. No sé dé qué se trata, pero una voz en mi cabeza me grita que debo ir a ese lugar.

A la mañana siguiente prepara una maleta pequeña y durante el desayuno le informo a mis padres que partiré rumbo a Madrid.

《 Les miento, diciendo que es un pequeño viaje para despejar mi mente. Y reencontrarme conmigo misma.》Ellos gustosos aceptan mi loca idea.

Y esa misma tarde emprendo el viaje junto a mi buen amigo Damián. La verdad no sé que sería de mí sin él a mi lado. Después de un largo y agotador viaje llegamos por fin a nuestro destino.

Madrid Es hermoso en todos los sentidos, pero yo no estoy aquí de vacaciones. Así que busco un hotel a pocas cuadras del sanatorio. Los primeros días Buscamos por todas partes alguna pista, no dejamos piedras sin revisar, en el hospital no nos dan mucha información; Pero el lugar en sí es desagradable, las instalaciones están casi abandonadas, las paredes se caen a pedazos Y el personal es grosero. Solo queda esperar a que llegue un tal doctor "Alonso" Qué es quien administra el desolado lugar.

Gracias a una fuerte suma de dinero una enfermera nos dio el dato de que tal vez ese doctor pudiera brindarnos la tan preciada información que necesitamos. Pero él no se encuentra en Madrid está de viaje de negocios y no se sabe cuándo volverá.

* 3 largos meses han transcurrido y nada ha cambiado estamos como al principio, bueno casi, ya que mi buen amigo se ha acercado demasiado a la dueña de la posada en la que ahora estamos alojados; Es lindo verle tan animado y feliz es cierto algo bueno tenía que salir de este loco viaje.

Una tarde mientras caminaba a la orilla de la playa de Pinedo, perdida en su Inmensidad choqué con un joven Y ambos caímos sobre la arena. Me levanto en el aire apenada por mi descuido y Le ofrezco unas disculpas.

Cuando alzo mi vista no puedo creer lo que mis ojos ven. _( Es un joven de cabellos largos y descuidado al igual que su Barba y su aspecto es como el de un vagabundo. Pero sus ojos. Son los mismos ojos con los que he soñado toda mi vida. Esos que he rogado infinidad de veces al cielo volver a ver .)_

¿LORENZO.?

El Joven se coloca su gorra y se dispone a seguir por su camino, pero lo sujeto con fuerza por la espalda impidiéndole caminar.

¡NO TE VAYAS.! No me dejes de nuevo por favor. Le suplico casi al borde del llanto.

El joven que no entiende la situación se zafa de mi fuerte agarre, se voltea y me dice:

__ Lo siento bella dama, creo que me ha confundido con otra persona. Mi nombre no es "Lorenzo" ¡yo me llamo Adrián.!

Me disculpo, pero no lo dejo marcharse. Le invito a cenar conmigo como señal de disculpas. Y gracias al cielo el acepta.

Playa de Pinedo. Madrid.