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Los Poderosos Elementos

Los Poderosos Elementos

Status: En proceso
Genre:Acción / Completas / Venganza / Casos sin resolver
Popularitas:5.1k
Nilai: 5
nombre de autor: José Luis González Ochoa

Frank un hombre mayor de 57 años cansado de huir de su pasado, decide hacer frente al asesino que lo acecha desde hace 20 años, con la única finalidad de evitar que su hijo Robert muera en manos del antagonista.

¿Pero realmente podrá proteger a su hijo de un hombre que lo único que quiere es venganza?

NovelToon tiene autorización de José Luis González Ochoa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

VOLUMEN 2 DE LA INFANCIA A LA REBELIÓN

La maestra, Ms. Johnson, era una mujer de unos 35 años, con cabello castaño claro y ojos verdes brillantes. Tenía una sonrisa cálida y amable, y siempre llevaba un perfume suave y agradable. Estaba escribiendo en la pizarra en el aula de clase, que estaba ubicada en la segunda planta del colegio. El aula era un espacio amplio y luminoso, con ventanas grandes que daban al exterior y permitían que entrara la luz natural. Las paredes estaban pintadas de un color amarillo claro y decoradas con pósters de animales y plantas. Había filas de pupitres de madera marrón dispuestos en forma de semicírculo, con un espacio en el centro para la maestra. En la parte trasera del aula, había un rincón con una biblioteca pequeña y un área de juego para los estudiantes más pequeños.

Los compañeros de los gemelos en el aula eran un grupo diverso y animado. Había algunos que eran muy atléticos y siempre estaban dispuestos a jugar fútbol o baloncesto durante el recreo. Otros eran más introvertidos y preferían leer o dibujar en sus cuadernos. Había una niña que siempre estaba contando chistes y haciendo reír a todos, y un niño que era muy bueno en matemáticas y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros con sus tareas.

En el medio de todo este bullicio, Jerry y George se sentaban en sus pupitres, tratando de mantenerse al día con sus tareas y proyectos. Eran gemelos idénticos, pero tenían personalidades muy diferentes. Jerry era el gemelo más extrovertido y confiado. Le encantaba ser el centro de atención y siempre estaba dispuesto a tomar riesgos. Era un líder natural y no le gustaba perder. En la escuela, era el capitán del equipo de fútbol y siempre estaba motivando a sus compañeros de equipo.

George, por otro lado, era más introvertido y reservado. Era un pensador profundo y siempre estaba analizando las situaciones antes de actuar. Era un excelente estudiante y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus compañeros de clase.

A medida que crecieron, Jerry y George se volvieron más fuertes y seguros de sí mismos. Jerry se convirtió en un líder en la escuela y George se convirtió en un experto en matemáticas y ciencias.

Sin embargo, a pesar de sus diferencias, los gemelos siempre se apoyaron mutuamente. Jerry siempre estaba allí para animar a George cuando se sentía abrumado por la presión académica, y George siempre estaba allí para ayudar a Jerry con sus tareas y proyectos.

De repente, se escuchó un golpe en la puerta del aula. Ms. Johnson se dio la vuelta para ver quién era. Era el director del colegio, Mr. Thompson, un hombre de unos 50 años con cabello gris y ojos azules. Era un hombre serio y estricto, pero siempre estaba dispuesto a escuchar a sus estudiantes y profesores. Llevaba un traje gris oscuro y una corbata azul marino.

Junto a él estaba un policía, Officer Mason, un hombre de unos 40 años con cabello negro y ojos marrones. Era un hombre grande y fuerte, con una presencia imponente. Llevaba un uniforme azul oscuro con una placa plateada en el pecho.

"¿Qué pasa?", le preguntó Ms. Johnson a Mr. Thompson.

"Es un asunto delicado", respondió Mr. Thompson. "Los padres de Jerry y George han muerto en un accidente. Officer Smith ha venido a notificarlos".

Ms. Johnson se llevó las manos a la boca. "Oh, no. Pobres niños".

Officer Smith asintió. "Sí, es una tragedia. Tenemos que llevarlos a una casa hogar".

Ms. Johnson se acercó a Jerry y George, que estaban sentados en sus pupitres, y les dijo: "Chicos, tengo algo difícil que decirles. Sus padres... murieron en un accidente".

Jerry y George se miraron entre sí, confundidos y asustados. "¿Qué?", preguntó Jerry.

Ms. Johnson les explicó la situación y les dijo que tendrían que ir a una casa hogar

A medida que pasaron los años, Jerry y George crecieron yendo a la primaria, la secundaria y la preparatoria. Aunque habían encontrado un hogar en la casa hogar, siempre se sintieron como si fueran diferentes a los demás. Sus compañeros de clase se burlaban de ellos por ser huérfanos.

En la primaria, los niños se burlaban de ellos en el patio de recreo, haciendo gestos de "huérfano" con las manos y señalándolos con el dedo. Los gemelos trataban de ignorarlos, pero era difícil.

En la secundaria, los adolescentes se burlaban de su ropa y apariencia, diciendo que parecían "perdedores". Los gemelos trataban de ignorarlos, pero era difícil.

En la preparatoria, los compañeros de clase se burlaban de ellos por no tener una familia que les brindara apoyo y amor. Los gemelos se sentían como si fueran invisibles, como si nadie se preocupara por ellos.

Pero a medida que crecían, Jerry y George también se volvían más fuertes. Aprendieron a defenderse y a no dejar que las burlas les afectaran. Sin embargo, la experiencia les dejó una marca profunda. Se volvieron más reservados y menos propensos a confiar en los demás.

En la actualidad, Jerry y George son unos bravucones. Se burlan de los demás y les gustan las peleas. Son personas malas y crueles, y no les importa lastimar a los demás.

Al final, Jerry y George se sentaban en el parque, mirando el atardecer. "Nunca pensé que llegaríamos tan lejos", dijo Jerry. "Somos fuertes", respondió George. Y se abrazaron, sabiendo que siempre estarían juntos.

En la actualidad...

Jerry y George salieron huyendo a pie de la fábrica, corriendo lo más rápido que podían por las calles de la ciudad. Cruzaron por la avenida principal, donde el tráfico era intenso y los coches pitaban constantemente. Un taxi amarillo pasó por su lado, seguido de un autobús azul que se detuvo en la parada cercana. La gente caminaba de vueltas a sus hogares, algunos con prisa y otros con niños de la mano. Un hombre con un traje negro y una mujer con un vestido rojo pasaron por su lado, hablando por sus teléfonos móviles. Los gemelos pasaron por delante de un restaurante chino que olía a comida deliciosa, y vieron a un grupo de personas esperando en la entrada. También pasaron por un bar que estaba lleno de gente riendo y bebiendo, y escucharon el sonido de la música y las risas.

Mientras corrían, vieron a un grupo de jóvenes sentados en la acera, escuchando música y riendo. Uno de ellos estaba tocando la guitarra, y otro estaba cantando con una voz fuerte y melodiosa. También pasaron por un parque donde niños jugaban con sus perros y parejas paseaban de la mano. Un niño pequeño se cayó al suelo y comenzó a llorar, y su madre lo levantó y lo consoló. La ciudad estaba llena de vida y energía, pero los gemelos no tenían tiempo para disfrutarla. Tenían que seguir adelante y encontrar un lugar seguro donde esconderse.

El atardecer comenzaba a caer sobre la ciudad, y las sombras se alargaban en las calles. Los gemelos podían sentir el aire fresco del anochecer en sus rostros mientras corrían. Las luces de las casas y los coches empezaban a encenderse, y la ciudad se llenaba de un cálido resplandor anaranjado. Las farolas de la calle se encendieron, y los gemelos vieron su reflejo en las ventanas de las casas.

Después de varios minutos corriendo, llegaron a un barrio más tranquilo, con casas más pequeñas y jardines mejor cuidados. La calle estaba menos concurrida y los gemelos pudieron reducir el ritmo y recuperar el aliento. Un perro pequeño salió de una de las casas y se acercó a ellos, moviendo su cola y ladrando suavemente.

"¿Dónde estamos?" preguntó Jerry, mirando alrededor.

"No lo sé", respondió George, "pero creo que estamos lejos de la fábrica. Podemos parar un momento y descansar".

Los gemelos se detuvieron en una esquina y miraron alrededor. La calle estaba oscura y silenciosa, solo se oía el sonido de los grillos y el viento que movía las hojas de los árboles. Las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo nocturno, y la luna llena brillaba con una luz plateada.

"¿Qué crees que ha pasado en la fábrica?" preguntó Jerry, aún recuperando el aliento y sosteniéndose el brazo izquierdo, que era donde sentía más dolor.

"No lo sé", respondió George, tocándose la cabeza y cerrando los ojos, "pero esa explosión fue increíble. Y esos cilindros que nos golpearon... duele solo de pensarlo". Se tambaleó un poco y Jerry lo agarró del brazo para evitar que se cayera.

"¿Te duele el brazo?" preguntó Jerry, señalando el brazo de George y ayudándolo a mantenerse de pie.

"Sí, un poco", respondió George, "pero no es nada comparado con el dolor en mi cabeza. ¿Y tú? ¿Cómo te sientes?" Se apoyó en Jerry para no caerse.

"Estaré bien", dijo Jerry, sosteniéndose la espalda y haciendo una mueca de dolor, "pero no puedo dejar de pensar en lo que ha pasado. ¿Qué ha hecho Daniel con el agua de la cisterna? ¿Cómo ha podido colapsar de esa manera?" Se inclinó un poco hacia adelante, como si tratara de ver algo en el horizonte.

"Es como si hubiera utilizado algún tipo de poder", dijo George, tocándose la frente y tratando de mantener el equilibrio, "no puedo explicarlo. Pero estoy seguro de que ha sido algo sobrenatural". Se apoyó en Jerry para no caerse.

"¿Y qué hay de los cilindros?" preguntó Jerry, sosteniendo a George por el brazo y tratando de mantenerlo de pie. "¿Por qué nos golpearon de esa manera?"

"No lo sé", respondió George, "pero creo que estamos tratando con algo más grande que nosotros mismos. Algo que no podemos entender". Se miraron entre sí, ambos pensando en lo mismo. Habían experimentado algo increíble y no podían explicarlo. Pero estaban decididos a descubrir la verdad detrás de lo que había sucedido en la fábrica.

Cuando llegaron a su casa hogar, la señora Marta los recibió con una sonrisa en la puerta. La casa había cambiado mucho desde que eran unos niños. Antes, era un lugar lleno de vida y energía, con juguetes y libros esparcidos por todas partes. Ahora, era un lugar más tranquilo y ordenado, con muebles nuevos y una decoración más moderna. La señora Marta también había cambiado. Antes, era una mujer joven y enérgica, con el pelo largo y oscuro y una sonrisa radiante. Ahora, era una mujer más madura y serena, con el pelo corto y gris y una mirada más sabia.

"Hola, chicos. ¿Cómo estuvieron?", preguntó la señora Marta, mientras los abrazaba a ambos.

Jerry y George se miraron entre sí y luego respondieron al unísono: "Estuvimos en la biblioteca, señora Marta. Estuvimos estudiando para el examen de mañana".

La señora Marta los miró con una ceja levantada. "¿En la biblioteca? ¿A esta hora? ¿Por qué no me avisaron?"

George se apresuró a responder: "Lo siento, señora Marta. No queríamos molestarla. Y además, no había ningún problema. Solo estábamos estudiando".

La señora Marta los miró durante un momento y luego dijo: "Bueno, no hay problema. Pero para la próxima, por favor avísenme. No me gusta que salgan solos sin decirme nada".

Jerry y George asintieron al unísono. "Sí, señora Marta. Lo sentimos. No volverá a suceder".

La señora Marta les indicó que pasaran. "Bueno, chicos. Es hora de dormir. Mañana tienen que asistir a la preparatoria de nuevo. Vayan a descansar".

Después de que la señora Marta les indicó que pasaran, Jerry y George se dirigieron a sus habitaciones. La habitación de Jerry era una pequeña habitación con una cama individual y una mesa de estudio en un rincón. Las paredes estaban decoradas con pósters de sus equipos favoritos de fútbol y una gran fotografía de ellos de niños con sus padres. La fotografía mostraba a Jerry y George sonriendo y abrazando a sus padres, quienes estaban sentados en un sofá detrás de ellos. Los padres de Jerry y George habían fallecido en un accidente de coche cuando ellos eran niños, y esta fotografía era uno de los pocos recuerdos que tenían de ellos. En la mesa de estudio, había un ordenador portátil y varios libros de texto abiertos.

George entró en la habitación de Jerry y se sentó en la cama. "Hablaremos mañana con Samanta y sus dos guardaespaldas sobre lo que ocurrió en la fábrica abandonada, ¿verdad?", preguntó.

"Sí, hablaremos con Samanta, Diego y Daniel sobre lo que vimos en la fábrica", respondió Jerry con un tono nervioso. "Estoy ansioso por saber qué saben ellos sobre el asunto. No puedo dejar de pensar en lo que vimos y quiero respuestas".

George asintió. "Sí, yo también estoy ansioso por saber qué descubriremos. Creo que vamos a descubrir algo importante sobre lo que pasó en esa fábrica".

Mientras hablaban, Jerry miró la fotografía de ellos de niños con sus padres y recordó los buenos momentos que habían pasado juntos. Siempre había querido ser un gran futbolista y jugar en un equipo profesional. Ahora, como estudiante de preparatoria, estaba empezando a darse cuenta de que sus sueños de infancia no eran tan fáciles de cumplir.

George, por otro lado, siempre había querido ser un gran científico y descubrir algo importante. Ahora, estaba empezando a interesarse por la física y la química, y estaba emocionado de ver qué podía descubrir.

Finalmente, después de un rato más de charla, Jerry y George se acostaron, exhaustos. Se durmieron inmediatamente, con la mente llena de preguntas y la determinación de descubrir la verdad detrás de lo que habían presenciado en la fábrica abandonada.

Jerry y George despertaron temprano en la mañana, sintiendo el sol brillante que entraba por la ventana de su habitación. Se estiraron y se levantaron de la cama, listos para comenzar el día. Se vistieron rápidamente y se dirigieron al comedor, donde los otros chicos de la casa hogar ya estaban desayunando.

La señora Marta, la cuidadora de la casa hogar, les dio un cálido saludo y les sirvió un tazón de avena caliente con frutas y miel. Los chicos se sentaron en la mesa y comenzaron a desayunar, charlando sobre sus planes para el día.

"¿Qué tienes planeado para hoy, Jerry?", preguntó George, masticando un bocado de avena.

"Nada en particular", respondió Jerry, "solo la preparatoria y luego tal vez un poco de fútbol en el parque".

"Suena divertido", dijo George, sonriendo.

Después de terminar de desayunar, los chicos se levantaron de la mesa y se dirigieron a la puerta de la casa hogar. La señora Marta les dio un abrazo y les deseó un buen día.

"¡Tengan cuidado, chicos!", les gritó mientras salían de la casa.

Jerry y George caminaban por las calles empedradas de la ciudad, rodeados de edificios antiguos y tiendas que estaban empezando a abrir. El sol brillaba en el cielo, y un suave viento soplaba entre las calles.

Mientras caminaban, no notaron que alguien los estaba observando desde la sombra. Un hombre alto y delgado, con un sombrero y un abrigo largo, los estaba siguiendo. Su nombre era Román, y tenía planes para los chicos...

La ciudad estaba empezando a despertar, y los sonidos del día comenzaban a llenar el aire. Se escuchaban las campanas de la iglesia cercana, el murmullo de la gente que charlaba en las tiendas y el sonido de los vehículos que pasaban por las calles.

Jerry y George estaban absortos en su conversación, y no notaron que estaban siendo observados. Querían hablar con Samanta, Diego y Daniel para cuestionar específicamente a Daniel sobre cómo había detenido el agua durante la explosión en la fábrica abandonada.

"Tenemos que preguntarle a Daniel cómo hizo eso", dijo Jerry, mirando a George con curiosidad. "Sí, eso fue increíble", agregó George. "Quiero saber cómo lo hizo".

Mientras hablaban, Román continuaba siguiéndolos desde la sombra, observando sus movimientos y esperando el momento adecuado para actuar...

Mientras Jerry y George continuaban hablando, Román aprovechó el momento en que entraron a un callejón para tomar un atajo y llegar a la preparatoria más rápido. Se movió sigilosamente, sin hacer ruido, y se posicionó en la sombra, esperando a que los chicos pasaran por ese lugar.

El callejón era estrecho y oscuro, con altos edificios a ambos lados que bloqueaban la luz del sol. El aire estaba lleno del olor a basura y humedad. Jerry y George caminaban rápidamente, absortos en su conversación y sin notar el peligro que se les avecinaba.

De repente, Román salió de la sombra y se puso frente a ellos, bloqueando su camino. Los chicos se detuvieron bruscamente, sorprendidos por la aparición repentina de ese hombre.

"¿Qué quieres?", le preguntó Jerry, con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Román sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos. "Quiero hablar con ustedes", dijo, su voz baja y suave. "Sobre lo que pasó en la fábrica abandonada".

George frunció el ceño. "¿Qué sabes tú de eso?", le preguntó.

Román se rió. "Sé mucho más de lo que ustedes creen", dijo. "Y les voy a ofrecer algo que no podrán rechazar".

Los chicos se miraron entre sí, desconcertados por la actitud misteriosa de Román. No sabían qué hacer, pero algo les decía que no podían confiar en ese hombre.

De repente, Román activó los dos dispositivos que tenía en sus manos. El primero hizo que toda la tierra, rocas y plantas que se encontraban cerca del lugar se levantaran del suelo y se lanzaran hacia Jerry con una fuerza increíble. Jerry, en un acto reflejo, puso sus manos frente a él en forma de alto, como un instinto de defensa. Sorprendentemente, las rocas y la tierra se detuvieron en seco, como si hubieran chocado con una pared invisible.

El segundo dispositivo se activó y todo el aire a su alrededor se unió y formó un pequeño tornado de aproximadamente 60 cm de alto. George, también en un acto reflejo, puso sus manos frente a él en forma de alto, como un instinto de defensa. El tornado se detuvo en seco, como si hubiera chocado con una barrera invisible.

Román se sorprendió al ver que los chicos habían podido detener sus ataques con tan solo poner sus manos frente a ellos, pero luego sonrió con malevolencia.

"Ah, ya entiendo", dijo Román. "Ustedes han desarrollado nuevas habilidades después de la explosión en la fábrica".

Jerry y George se miraron entre sí, sorprendidos y emocionados a la vez.

"¡Eso es!", exclamó Jerry. "¡Los cilindros que nos golpearon en la fábrica! ¡Eso es lo que nos dio estos poderes!"

George asintió con la cabeza. "¡Sí! ¡Recuerdo que sentí algo extraño después de que me golpeó el cilindro! ¡Pensé que era solo el impacto, pero ahora entiendo que fue algo más!"

Román sonrió astutamente mientras continuaba hablando. "Ahora, les ofrezco una oportunidad para unirse a mí y trabajar juntos para eliminar a aquellos que se oponen a mis planes. Si aceptan mi oferta, les prometo que les daré todo el dinero que necesiten para salir de la pobreza y vivir una vida de lujo y popularidad".

Jerry y George se miraron entre sí, sorprendidos por la oferta de Román. No sabían qué hacer, pero la perspectiva de salir de la pobreza y vivir una vida mejor era tentadora.

"¿Qué tipo de trabajo tendríamos que hacer?", preguntó Jerry, intentando ganar tiempo para pensar.

"Simplemente tendrán que eliminar a aquellos que se oponen a mí", respondió Román, encogiéndose de hombros. "No es un trabajo difícil, y les pagaré bien por ello".

George frunció el ceño, inquieto por la oferta. "No sabemos si estamos dispuestos a hacer eso", dijo.

Román se rió. "Vamos, chicos. No sean tontos. Esta es una oportunidad que no pueden rechazar. Piensen en todo el dinero que podrán ganar, y en la vida de lujo y popularidad que podrán tener".

Jerry y George se miraron entre sí, y luego volvieron a mirar a Román. Después de un momento de silencio, Jerry habló.

"Está bien, Román. Aceptamos tu oferta".

George asintió en acuerdo. "Sí, estamos dispuestos a trabajar para ti".

Román sonrió, satisfecho. "Excelente elección, chicos. Les daré todos los detalles de su primer trabajo. Será fácil, y les pagaré bien por ello".

Jerry y George se miraron entre sí, y luego volvieron a mirar a Román. No sabían qué les deparaba el futuro, pero estaban listos para enfrentarlo.

"Estamos listos", dijo Jerry. "¿Cuál es nuestro primer trabajo?"

Román sonrió de nuevo. "Les daré todos los detalles. Pero primero, debemos celebrar su decisión. Vengan, les mostraré mi mansión y les daré una fiesta de bienvenida".

Y con eso, Román se dio la vuelta y se dirigió hacia su mansión, seguido por Jerry y George. No sabían qué les esper

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LUZ AMPARO SALINAS ANGULO
quien Será el que asecha en las sombras /CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy//CoolGuy/
Dora Guzman Pacherres
Mató al esposo de su hija y su nieto es Daniel, ahora hay conflictos familiares porque el abuelo mató al padre de Daniel y supuestamente al abuelo. 😱😱😱
Dora Guzman Pacherres
Que tontos creen que podrán salir liberados de esto se equivocan. Román no los va a dejar hasta acabar con su venganza y ser el líder.
Luis Ochoa
el no a muerto. en el Prologo del volúmen 2 se dice que el es quien despierta del coma.
Dora Guzman Pacherres
No hubo tumba para el abuelo me parece extraño que no acuerden de él sobre todo su nieto.
Dora Guzman Pacherres
Vamos Daniel a descubrir la verdad acerca de la muerte de tu abuelo y padre.
Dora Guzman Pacherres
Estoy confundida murió el papá de Daniel.
Luis Ochoa: Un abrazo hasta Venezuela mi estimada, en esta novela en los capítulos viene lo que es el Volúmen, el 1,2 y 3.
Martha Salas: mi autor podría decirme cuál es el cual es la número 1 por favor un abrazo 🫂 desde Venezuela 🇻🇪😘🙏
total 5 replies
Dora Guzman Pacherres
😱😱😱😱😱😱
Luis Ochoa
Ojala haya una final feliz🥺
Luis Ochoa
así es, unir fuerzas es la mejor idea, ¿pero si servirá?
Dora Guzman Pacherres
Ojalá lo atraen y no mueran ninguno y puedan vengar la muerte de sus seres queridos.
Dora Guzman Pacherres
Que hombre más podrido tendrán que unirse para buscar venganza.
Dora Guzman Pacherres
Esta super emocionante me intriga mucho la trama, me encanta tú novela.
Luis Ochoa: Muchas gracias sigue adelante con el lectura ❤️
total 1 replies
Alba Malave
escritora gracias por compartir tú novela felicitaciones 👏 😊 😉
Luis Ochoa: Hola, muchas gracias por tu comentario se agradece.❤️
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Gloria Antequera
dios. que no muera Robert.
Luis Ochoa: 🥺 ¿quien habrá sobrevivido de los 2?
total 1 replies
Yris Ramos
el carma existe .
el mal que le causes a otros siempre se te devuelve en porciones dobles ,así que cuidado con eso
Luis Ochoa: Hola lectora, me agrada tu comentario, sigue adelante con la historia te gustara tenlo por seguro.
total 1 replies
marmota_FEBB
Ya no puedo esperar más, ¡por favor, date prisa y publica el siguiente capítulo! 😩
Luis Ochoa: Hola l, ya está disponible.
total 1 replies
Asher_Sanou3u
Me dejó con ansias de leer más >.<
Luis Ochoa: Hola amigo la novela ya está terminada, diariamente estaré actualizando los capítulos.

Disfruta de la historia, si tienes alguna duda, no dudes en preguntar
total 1 replies
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